Al conmemorarse cuatro años del devastador azote del huracán María, lo que se percibe en las comunidades puertorriqueñas va más allá de la necesidad imperante de muchas familias de contar con una vivienda digna.

También es urgente que los adultos mayores estén preparados para enfrentar emergencias y desastres, afirmó la directora de la Cruz Roja Americana, capítulo de Puerto Rico, Lee Vanessa Feliciano Márquez.

Planteó que la combinación de ambos factores “vulnerabiliza más a esa familia ante posibilidad de enfrentar otro desastre mayor”.

Los terremotos ocurridos en la zona suroeste del país han demarcado ambos problemas, sobre todo cómo son los envejecientes los que más vulnerable están ante desastres naturales. Es por ello que la Cruz Roja ha establecido una guía y una campaña educativa para lograr una mayor preparación de este sector de la población.

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“Hemos visto desastre tras desastres cómo son los adultos mayores los que más padecen. Todavía hay mucho trabajo por hacer para buscar la forma y manera de poder ayudarles y apoyarlos a que se preparen para poder enfrentar este u otro desastres”, estableció Feliciano Márquez.

Entre las recomendaciones dadas por la Cruz Roja están conocer con anticipación datos tan importantes como si debe quedarse en el hogar o marcharse a un lugar más seguro, así como saber solicitar ayuda en los lugares indicados para evitar caer en alguna estafa.

También se destaca el que los envejecientes deben comprender “cómo sus necesidades médicas, físicas y cognitivas pueden afectar su capacidad de responder a un desastre o una emergencia” para poder estar preparados.

Feliciano Márquez subrayó que en la emergencia causada por los terremotos se demarcó el hecho de que los envejecientes no estaban preparados para subsistir a emergencias, pese a todo lo ocurrido tras el impacto de María. Contó cómo llegaban a los refugios sin medicamentos y hasta sin el bastón que necesitan para caminar.

Con la ayuda de varias entidades, como las farmacias asociadas a Coopharma y las organizaciones Esperanza Para la Vejez y Waves Ahead, Cruz Roja ha logrado emitir unos 3,600 vales de $125 para adultos mayores que residen entre Ponce a Mayagüez para que paguen sus medicamentos o artículos médicos que requieran, contó la funcionaria.

Además de lograr que los viejitos se preparen para enfrentar emergencias, en el transcurso de los pasados cuatro años la Cruz Roja se ha enfocado en lograr que las comunidades aisladas, los refugios y lo sectores vulnerables estén mejor preparados para desastres.

Feliciano Márquez informó que han invertido $109.1 millones en la Isla, no solo como respuesta a la emergencia que ocasionó María, sino a colaborar a que la comunidad sea más resiliente. Entre los aspectos en que se han enfocado está la necesidad energética.

“Vimos en los refugios que se fue la luz, no había forma en que se pudiera servir alimentos, así que nosotros como organización buscamos una solución. Ahora hay 160 escuelas en las que se pusieron paneles solares y baterías, escuelas que sirven como refugios. Se energizaron áreas comunes y las áreas que se utilizan como refugio... Estos paneles y baterías a su vez sirven todos los días, sirven como un ahorro energía eléctrica todos los días en esas escuelas”, informó.

La Cruz Roja también energizó 22 pozos comunitarios con placas solares.

“La mayoría de esos pozos están montaña arriba. Son pozos hincados y para bombear esos pozos necesitan la electricidad”, contó.

Añadió que “fueron provectos que se desarrollaron y se entregaron a las comunidades. Ellos son dueños de esas placas solares”.

Otro proyecto impulsado fue para ayudar a los centros 330 con vacunas y equipo de refrigeración para mantenerlas. La medida la tomaron para impulsar la salud en el pueblo y hacer de estos centros de asistencia médica “más fuertes y resilientes para enfrentar cualquier desastre”, detalló Feliciano Márquez.

De igual forma, la entidad ha adiestrado a maestros, comunidades y personal que trabaja en emergencias sobre diversos temas, incluyendo cómo dar primeros auxilios; han otorgado asistencia financiera a 450 agricultores y entregado equipo a otros 525; han donado 2,700 generadores eléctricos a personas con condiciones de salud que requieren contar con energía, así como se establecieron sistemas hidropónicos y huertos comunitarios en 25 escuelas, entre otras cosas.

La gran lección de María para la Cruz Roja fue aprender a improvisar para brindar la ayuda necesaria. A modo de ejemplo, la directora de la división local comentó que ante los problemas de comunicación que se enfrentaron lograron colocar satélites en diversos puntos de la Isla para que unas 14,000 personas lograran contacto con sus familiares.

“Nosotros como organización tuvimos la flexibilidad de adaptación a las necesidades que estaban presentando las comunidades en ese momento... Ha servido en otros desastres para tener la capacidad de adaptarnos”, señaló Feliciano Márquez.

Pero, la funcionaria reconoció que todavía queda mucho por hacer para mejorar la respuesta como parte de un ente más amplio, en la que también están otras organizaciones sin fines de lucro y el gobierno.

“Basándonos en la experiencia del huracán María, hace falta un esfuerzo de colaboración estructurado y organizado no solo desde el gobierno, sino del mismo sector de las organizaciones sin fines de lucro. Eso, con el fin de que no dupliquemos esfuerzos, eso con fin de poder ayudarnos más entre organizaciones sin fines de lucro, los unos con los otros. Al hacer eso pudiéramos exponenciar más la ayuda que tanta falta hace”, reconoció la funcionaria.

Explicó que la falta de recursos de las organizaciones es lo que limita a lograr estos acuerdos para que se trabaje en mayor sintonía.

“Estamos en una batalla diaria para sostener nuestras operaciones”, reconoció.

Si desea ayudar a la Cruz Roja Americana, capítulo de Puerto Rico, u obtener más información, puede comunicarse al 787-758-8150 o acceder a la página cibernética: cruzrojapr.net.

También puede hacer su donativo por ATH Móvil a CruzRojaPR.