Mujer asesinada en Guánica estaba advertida-VÍDEO
El compañero consensual de la mujer advirtió a un familiar de esta que le quitaría la vida.
![Anabelle Arroyo, hija de Nilda E. Camacho, no sale de su asombro por la muerte de su progenitora. Atrás, Nilda Flores, madre de la víctima, es consolada por la pérdida. (Para Primera Hora / Olimpo Ramos)](https://www.primerahora.com/pf/api/v3/content/fetch/image-resizer-v1?query=%7B%22website%22%3A%22primera-hora%22%2C%22imageUrl%22%3A%22https%3A%2F%2Farc-anglerfish-arc2-prod-gfrmedia.s3.amazonaws.com%2Fpublic%2FMDMDVST62JEZBBUHC647U6X4EI.jpg%22%2C%22width%22%3A2560%2C%22redirect%22%3A%221%22%2C%22external%22%3A%221%22%7D)
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 12 años.
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Guánica. Estaba advertida, “pero nadie lo imaginó”. Fueron ocho años de relación que terminaron en solo segundos.
Para sus vecinos y conocidos, Nilda E. Camacho y Reynaldo J. Meléndez Guzmán eran una pareja tranquila y humilde, pero la realidad era que su hogar estaba invadido por la discordia.
La pareja, que llevaba ocho años viviendo en la urbanización Sagrado Corazón, en Guánica, pasaba gran parte del tiempo en sus respectivos trabajos y, para muchos, su relación era normal.
La tarde del miércoles, sin embargo, Camacho, de 58 años, visitó a su madre en Cabo Rojo, como todos los días para ir a almorzar. Con cara de que “no pasaba nada”, compartió con su familia en su hora de almuerzo para luego regresar al cementerio municipal Las Delicias, donde trabajaba.
No obstante, el presentimiento de que algo podría suceder crecía en el corazón de su hija Anabelle Arroyo, luego que esta semana su hijo Christopher le contara que recibió una advertencia de parte del compañero de Nilda, Reynaldo Meléndez Guzmán, de 44 años.
Agobiada por la noticia de que esa madrugada su madre había sido hallada en su residencia en Guánica muerta en la cama y con siete impactos de bala, Anabelle recordó que Christopher le contó que “él (Reynaldo) lo llamó para decirle: ‘Ya estoy cansado, la voy a matar’, pero él estaba borracho y nadie, de verdad que nadie, imaginó nunca que él se iba a atrever a hacer algo así”, dijo entre sollozos.
Por su parte, doña Nilda Flores, madre de la víctima y estremecida entre el dolor de haber perdido a una hija y el coraje por la manera en que sucedió su tragedia, recordó la última conversación que tuvo con Nilda.
“Le dijimos: ‘Vente para acá, quédate con nosotros, no te vayas para allá’, pero ella se fue para su casa”.
Esa noche, alegadamente un vecino de la urbanización Sagrado Corazón, en Guánica, (a quien no identificaron) escuchó a Nilda decirle a su pareja: “Rey no lo hagas, no lo hagas” y, luego de la súplica, se escucharon las detonaciones.
“Recibí una llamada del cuartel a esa hora y supe que algo había pasado. Pregunté si había chocado el carro o si había matado a alguien en un accidente… pregunté si Rey la había matado a ella… pero no me quisieron dar más información. Solo me pidieron que fuera hasta el cuartel. Yo no podía salir de aquí y llamé a estos (a sus nietos)”.
Nilda y “Rey” nunca se casaron ni tuvieron hijos. A ella se le recuerda siempre con cara alegre, siempre sonriendo. “Siempre estaba de fiesta, le gustaba ir a cuanto bingo había. Nadie se iba a imaginar”, comentó su hija Anabelle.
No obstante, la pareja sí había tenido problemas. Hacía más o menos cuatro años habían tenido que ir a recibir servicios de mediación de conflictos.
“Se habían separado y estaban discutiendo por los bienes. Resolvieron separar los bienes porque él (Reynaldo) siempre estaba peleando por cosas como la casa, el carro, era bien materialista. Entonces él regresó a vivir con ella. La casa que vivían la compraron entre los dos, por eso ella no se quería irse de allí”, señaló Anabelle.
Primera Hora supo que ese mediodía del miércoles, Nilda supuestamente recibió una llamada de alguien informándole que Rey le estaba botando sus pertenencias para afuera de la casa, por lo que la mujer decidió irse para Guánica.
“Él le decía que se fuera de la casa, pero ella no quería darle el gusto y dejarle todo a él”, relató Anabelle, lamentando el desenlace.
“Si él la maltrataba, ella se lo calló. Nunca se le veía triste, nunca dio indicios de nada, nunca lo imaginamos”, sostuvo.
La familia está en la espera de la entrega del cadáver por el Instituto de Ciencias Forenses y ya ha hecho arreglos funerarios con la Funeraria Montalvo, en Cabo Rojo. Su sepelio la llevará hasta el cementerio municipal Las Delicias “porque siempre dijo que si algo le pasaba, que la enterraran allí”.
El teniente Herminio Ramos, de la División de Homicidios de Ponce, explicó que a Meléndez Guzmán se le ocuparon varias armas de fuego y casquillos calibre .40.
Además, ayer el juez Edgar S. Figueroa Vázquez, del Tribunal de Ponce, determinó causa para arresto contra este por los delitos de asesinato y violación a la Ley de Armas.
Por la muerte de Nilda E. Camacho, el juez Figueroa Vázquez le fijó a Meléndez Guzmán una fianza de $650,000, la que no pudo prestar, por lo que fue ingresado en prisión.
Víctimas de parejas
1. Glenda Millet Correa, de 40 años, se convirtió el 15 de enero en la primera mujer víctima fatal de violencia doméstica del año al recibir un disparo en la cabeza por parte de su ex pareja. El crimen ocurrió en el barrio Los Caños, en Arecibo.
2. Sacha Marie Naveira Quiñones fue asesinada el 26 de febrero de un disparo en el rostro. Su compañero confesó el asesinato y dijo que fue en legítima defensa, teoría que no fue avalada por la Policía.
3. Wilma Lugo Torres, de 45 años, había sido reportada desaparecida en febrero. Su cuerpo fue encontrado el 30 de marzo en un cuerpo de agua contiguo a Playa Santa, en Guánica. Al desaparecer, la pareja de la mujer se intentó suicidar y murió poco después sin decir dónde estaba Wilma.
4. Jamy Carrera Ortiz, de 23 años, fue asesinada de más de 15 puñaladas en el piso 17 de Monserrate Towers, en Carolina. Su cadáver fue encontrado el 27 de febrero. La mujer estaba embarazada y su asesino confeso dijo haber compartido con ella íntimamente.
5. Yareida Feliciano López, de 31 años, fue encontrada muerta en un pastizal el 10 de febrero con tres impactos de bala, uno en la cabeza y dos en el brazo derecho. El individuo sospechoso de asesinarla se suicidó y dejó una nota en la que pedía perdón.