Alitas misteriosas.

Lo que es seguro es que no fueron ángeles bajados del cielo quienes colocaron alas a varios monumentos históricos de Arecibo; lo que no se sabe es quién o quiénes los decoraron con alambres iluminados.

De la noche a la mañana, a la Estatua de la Libertad que ubica en el paseo Víctor Rojas, así como El obelisco en honor a Luis Muñoz Rivera, en la plaza de recreo del centro urbano, les instalaron de manera superficial alas de alambre rodeadas por luces que en las noches iluminan las estructuras.

¿Quién las colocó? No se sabe. Si se solicitó algún permiso para alterar los monumentos, también es desconocido.

El director de Turismo de Arecibo, Pito Sierra, dijo que no sabía si se obtuvo algún permiso para hacer la instalación que, de hecho, se ilumina con una conexión al sistema de alumbrado eléctrico de la calle.

Sierra señaló que había escuchado que las alas iluminadas sobre los monumentos históricos forman parte de la promoción de un evento que se realizará en la Villa del Capitán Correa.

“La información que tengo es somera, es lo que he escuchado de aquí y de allá, pero no he recibido ninguna información oficial concreta”, dijo Sierra.

Bajo las alas aparecen las letras MIA.

Por otro lado, el líder cívico Feliberty Bonilla señaló que alguien le dijo que la instalación forma parte del trabajo de un artista que trata de llamar la atención sobre esos monumentos.

Según supo Primera Hora, las alas sobre las obras arquitectónicas están relacionadas con una exposición artística que se realizará desde este mes en esta ciudad.

Ésta no es la primera vez que aparecen alteraciones en propiedad pública. Meses atrás, y todavía perdura, se observaron tomas de agua, banquillos y hasta cruces del cementerio viejo municipal pintadas de color rosa. En ese momento también se adjudicó “la aparición” a un trabajo artístico.

Lo cierto es que, aunque algunas personas ya han notado la incorporación que se les ha hecho a las obras escultóricas, son muy pocos los que se han enterado o visitado.

“Me parece que, si está bien o lucen bien, es algo que cada cual debe juzgar, pero me parece que debieron solicitar permisos, al menos del Instituto de Cultura Puertorriqueña. Si lo hicieron sin los permisos, no debe ser así”, opinó Bonilla.

En tanto, Cecilia Ortiz, presidenta del Centro Cultural de Arecibo René Marqués, dijo en su carácter personal que considera inapropiado alterar los monumentos históricos o emblemáticos para fines promocionales.

Ortiz explicó que esta semana los miembros del centro cultural se reunirán y uno de los temas que discutirán será este asunto, por lo que tiene una opinión oficial de esa organización.

“Esto crea un precedente para que cualquiera use o altere nuestros monumentos o símbolos. Si se quiere promocionar algún evento, para eso están los tablones de expresión pública”, comentó la presidenta del Centro. “¿Hasta dónde vamos a llegar?”, cuestionó.

Ortiz indicó que también escuchó comentarios que la instalación de las alas forma parte de la promoción de un evento, pero que desconocía si se trataba de una actividad artística o de otra índole.