La perspectiva de género, un concepto que busca evitar estereotipos y promover la aceptación de la diversidad, ha desatado intensos debates en las últimas semanas porque el secretario de Educación, Rafael Román Meléndez, dijo que finalmente se incorporaría su enseñanza al currículo escolar.

Los que rechazan que se eduque en perspectiva de género, muchos identificados con iglesias cristianas, han estado bien activos en las redes para reiterar su repudio. Reclaman, entre otras cosas, que a sus hijos e hijas los educan ellos y ellas, y que defienden la familia “como Dios lo estableció en la Biblia”.

Pero, en la plataforma del Partido Popular Democrático, que ganó las elecciones, se detalla que la perspectiva de género será parte de la política pública educativa. “Los derechos humanos establecen que todos y todas tenemos la misma capacidad y potencial intelectual y la educación pública así tiene que reflejarlo. Difícilmente se podrá erradicar la violencia contra las mujeres si a través de la educación no se promocionan valores como la equidad y la igualdad. Nuestro compromiso está con la promoción de políticas educativas que promuevan esos valores y que le ofrezca a nuestros niños y a nuestras niñas una educación libre de estereotipos y sexismos”, lee el programa de Gobierno.

Con el acaloramiento del debate se ha divulgado información que no necesariamente responde a lo que, en esencia, es la perspectiva de género.

La licenciada Amárilis Pagán Jiménez, directora de Matria, y la psicóloga social, Mercedes Rodríguez, aclararon algunos de los mitos.

Mito: La perspectiva de género es parte de una agenda de la comunidad gay y grupos feministas

Realidad: (APJ) La perspectiva de género es un instrumento, no un fin en sí mismo. Es un instrumento para alcanzar la equidad y la equidad deber ser un propósito en cada ser humano que respete a otros seres humanos.

Mito:  La “ideología” de género es contraria a la cultura puertorriqueña, confunde a los niños

Realidad: (APJ) Ideología de género y perspectiva de género no es lo mismo. Lo que está en discusión es la perspectiva de género que es un concepto internacionalmente aceptado y no tiene que confundir a nadie porque parte de una premisa sencilla de reconocimiento y respeto a las diferencias entre los seres humanos sin importar su sexo biológico. Si llamamos cultura puertorriqueña a la cultura machista, pues en efecto, la equidad es contraria. Pero si aspiramos al respeto a cada ser humano, entonces la perspectiva de género es cónsona con esa aspiración.

(MR) Es un elemento persuasivo poderoso utilizar la puertorriqueñidad para vender el machismo, tenemos una tradición cultural discriminatoria. ¡Claro que cambia el orden de la familia! En lugar de una familia donde manda solo el varón, una familia donde mandan los dos.

Mito: El derecho de los padres a educar a sus hijos y a tomar las decisiones en torno a su educación es un derecho fundamental en nuestro sistema de gobierno

Realidad: (APJ) El derecho fundamental es el de las niñas y niños a recibir una educación integral en la que se le valore como eres humanos y se les dé la oportunidad de desarrollarse plenamente. Ese derecho es tan importante que le permite al Estado, no solamente decidir lo que se trabaja en los currículos de las escuelas públicas, sino intervenir y remover niños cuando son víctimas de maltrato. Ninguna madre ni padre tiene derecho a educar a hijos como machistas.

(MR) El Estado no tiene interés en enseñarle religión a los hijos y un currículo de equidad no le dice qué religión seguir, pero sí les dice que respetar a todos los seres humanos está bien. Eso se lo tiene que decir el Departamento de Educación y eso no amenaza la enseñanza.

Mito: La perspectiva de género es un secuestro de nuestros valores

Realidad: (APJ) Si sus valores son valores de respeto, amor, equidad y de paz, la perspectiva de género no es un secuestro de valores, al contrario,  es un  instrumento para reforzarlos. Si sus valores incluyen el derecho a discriminar, a oprimir o a relegar a otros seres humanos en virtud de orientación sexual, género y condición, entonces sí.

(MR) Los únicos secuestrados son quienes no permiten que otros seres humanos puedan analizar realidades con otros lentes que no son los del machismo y el prejuicio. No nacemos víctimas de prejuicios, vamos convirtiendo a las personas en esclavos de sus prejuicios.

Mito: La perspectiva de género engaña a nuestros niños diciéndoles que pueden escoger en el futuro lo que elijan ser sin limitaciones; y que los niños varones deben utilizar juguetes de niñas

Realidad: (APJ) La perspectiva de género no le impone a nadie roles,  no engaña a las niñas y niños, al contrario, les abre los ojos. Les enseña que tu sexo biológico no debe ser una limitación a la hora de escoger una profesión o cómo vas a vivir tu vida.

Mito: Todos los religiosos se oponen a la integración de la perspectiva de género en la enseñanaza pública

Realidad: (APJ) Actualmente se han expresado a favor de la perspectiva de género el obispo de la Iglesia Metodista, el obispo de la Iglesia Episcopal, el Obispo de la Iglesia Luterana y otras iglesias de otras denominaciones independientes que están a través de la isla. También hay un movimiento en redes de católicos a favor de la perspectiva de género.

(MR) Tenemos manifestaciones de religiosos que, desde la fe, defienden la equidad. Hay personas dentro de las iglesias que se han expresado en contra y hay personas de fe que, al hacer la lectura del Evangelio, encuentran que no hay nada que contravenga el Evangelio.

Mito: Las escuelas públicas ya enseñan perspectiva de género y usan libros con contenido sexual explícito

Realidad: Según la carta circular del Departamento de Educación con fecha del 13 de febrero de 2015 “Desde la derogación de la CC 3-2008-2009 no existe una política pública que establezca la integración de la equidad por género en el DEPR. Por tanto, cualquier información que se esté divulgando sobre la integración de este tema en el proceso educativo es meramente especulativa, incorrecta y no oficial, dado que la revisión de la nueva carta circular aún no ha culminado”. {…} este tema se incorporará de manera transversal en los ofrecimientos curriculares de todos los niveles escolares y se implementará de acuerdo con la edad y el nivel escolar. Al no tratarse de un curso, no existirán libros de texto sino guías con actividades para que el maestro y la maestra tengan un marco curricular para planificar la integración del tema a sus materias”.