Metropistas, empresa que administra las autopistas PR-22 y PR-5, extenderá el carril dinámico del expreso José de Diego para aliviar el enorme tapón que ocurre durante las tardes a la altura del peaje de Toa Baja.

En una presentación realizada ante la prensa, el principal oficial ejecutivo de Metropistas, Julián Fernández Rodes; el director de operaciones Jorge Veci; el gerente de infraestructuras Iván Múnera; y el catedrático de Ingeniería Civil del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), Alberto Figueroa, explicaron que el Dynamic Toll Lane (DTL) se extenderá unos dos kilómetros en dirección hacia Vega Alta, un poco más adelante de la salida del centro comercial Doramar Plaza.

Se prevé que la extensión también signifique un ahorro de hasta dos minutos para los conductores, tanto los que toman el DTL y los que transitan por los carriles regulares.

A la altura del peaje de Toa Baja en dirección hacia Vega Alta, “se produce lo que llamamos un ‘cuello de botella’. Esto se produce porque el diseño geométrico existente en este punto es muy caprichoso, y en el momento que se produce la incorporación de la primera salida del DTL, se pierden carriles, pasamos de tener tres carriles a tener dos en este punto y añadir el tráfico que viene por el DTL, eso hace que se produzca un exceso de vehículos que supera la capacidad de la vía. Esto es lo que queremos evitar”, explicó Veci.

El proyecto que conlleva una inversión de $4 millones, ya está en marcha y se espera que culmine entre diciembre de este año y enero próximo, si el clima es favorable.

Hasta el momento, el proyecto no representa un gasto adicional al bolsillo de los conductores, como ocurre con el aumento de las tarifas de los peajes a principios de año.

“Este proyecto no establece un punto de peaje adicional. Tampoco está previsto un aumento de tarifa para utilizar el DTL”, precisó Fernández Rodes. La tarifa del DTL actualmente fluctúa entre $1.75 a $4.95.

Los trabajos arrancaron con un ensanche en las rampas de entrada y salida antes del puente del río La Plata para acomodar un carril intermedio y que no se pierda capacidad de carriles en esa zona.

Se estima que en las semanas próximas empiecen los trabajos de demolición y construcción que requerirán cerrar la segunda salida del DTL en dirección hacia Arecibo y la primera entrada en dirección hacia San Juan.

Esta solución fue el resultado del análisis realizado por investigadores del RUM basado en el tráfico de esa zona y las necesidades de los conductores que allí transitan.

“Metropistas nos dio la encomienda de evaluar este proyecto de extensión, de la salida del DTL en el área de Dorado. Hicimos una evaluación operacional en términos de cómo el tráfico, la congestión, el tiempo de viaje y la velocidad se iban a afectar por mover la salida y la entrada del DTL hacia Dorado, y a su vez analizamos los resultados de una encuesta a los usuarios de la PR-22 para poder identificar la opinión, la percepción y el posible impacto que pudiera tener en los usuarios el proyecto”, explicó el ingeniero Figueroa, quien además funge como director del Centro de Investigaciones en Infraestructura Civil.

La encuesta en la que participaron unos 1,600 usuarios de la PR-22, arrojó que un 60% considera la extensión positiva y aumentarían el uso del DTL. De igual forma, el 75% de los usuarios dio importancia al nivel de congestión vehicular a la salida del DTL cuando deciden utilizarlo. También colocaron el ahorro de tiempo por encima del costo del peaje del DTL cuando deciden usarlo.

El peaje del DTL registra alrededor de 6,000 transacciones por la mañana y 5,000 por la tarde, comentó Fernández Rodes. Durante la pandemia se redujo entre 2,000 a 3,000 transacciones.

Además de la expansión del carril expreso, desde el próximo lunes 28 de noviembre la compañía comenzará a repavimentar la PR-22 desde el kilómetro 0.6 en San Juan, a la salida del túnel Minillas, hasta el kilómetro 22.5 en Toa Baja, antes del puente del río La Plata. Este proyecto tendrá una inversión de $6 millones.

“El ciclo de vida del asfalto son 10 a 12 años, dependiendo lo que pueda llover. Nosotros cuando llegamos a Puerto Rico invertimos una cantidad de dinero sustancial en lo que fue la rehabilitación del pavimento al principio, pero esto fue ya casi hace 10 a 11 años. Nos toca ese ciclo de restauración nuevamente y esto es lo que pretende este proyecto”, explicó Múnera al señalar que se depositarán 27,000 toneladas de asfalto.

Los trabajos se prevé que duren alrededor de cinco meses. Se harán en horario nocturno e incluirán remover y remplazar dos pulgadas de la superficie existente con pavimento nuevo.