“Está fuerte”.

El Impuesto  de Valor Añadido (IVA), propuesto por el gobernador Alejandro García Padilla, no cuenta con las simpatías   de   meseros y  clientes   de  restaurantes,  quienes  anticipan  que   lo que   resultará trasquilada es la propina.

Hasta ahora, tras  la imposición del Impuesto  sobre Ventas y Usos (IVU),  una familia que consume   $100  en un restaurante,  paga un IVU de siete por ciento, para un total de $107.

Si  se le impone, en vez, el 16 por ciento de $100, sería un poco más del doble, para un total de $116.00.

Además, tendría que pagar el 15 o el 20 por ciento de propina, lo que representaría  otros $15.00 o $20.00 más, y terminaría pagando cerca de $32.00 por concepto de impuestos.

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“El cliente se va a ver más...  va a estar un poquito cauteloso,  al darle la propina. En vez de darle el 15 por ciento, le va a dar el 10. Yo ahora mismo hago eso. Ahora con esto, me imagino que le daremos un cinco. Es un impuesto muy alto”, indicó Raymond Castro, un  contratista residente de Caguas, quien desayunaba ayer en Bebo's Café', en la calle Loíza, Santurce.

¿Cuánto te cuesta ese plato de huevo frito  con papa?

Me cuesta $6.99 y  con el IVU sería como $7.30. Con el IVA serían como $8.00, estimó.

¿Qué piensa?

Que están afectando el bolsillo del consumidor y del puertorriqueño para mejorar una crisis que hay ahora en el Gobierno, que no tiene para pagar nada.

El cuadro más dramático sobre las tribulaciones de un mesero lo dio Diana Rose, de Cupey, Río Piedras, quien se disponía a desayunar en Bebo's.

“Yo estoy en negación con el IVA. He trabajado de mesera y sé lo que es la industria de la cocina, en el piso y lo mucho que uno se tiene que fajar para llevarse la propina porque en realidad, eso es lo de nosotros, la propina. Uno se la tiene que ganar pero dando buen servicio”, acotó.

Rose apuntó que  el sueldo básico de un mesero depende del jefe. Indicó que hay unos patronos que solo  pagan $2.75 la hora.

“Lo menos que yo he cobrado han sido $3.50 0 $3.25. Pero imagínate en estos restaurantes, que los jefes no bregan y  ponen a  a trabajar a uno por $2.75, tienes que bandearte con la propina. Un turno de ocho horas a   $2.75,  llegas a $25 pesos, el resto te lo tienes que completar con la propina”, ilustró.

Mencionó la política de que si el mesero o mesera no llega a   $7.25, las 40 horas a  la  semana,  se supone que, “el jefe se lo pague”.

“En realidad el trabajo de mesero es fuerte. Tienes que moverte  a limpiar, estar pendiente a los clientes.  A  veces los clientes no te tratan bien. No es fácil”,  dramatizó.

¿Crees que la gente va a dejar  propina?

Económicamente,  la gente va a estar mal y va a frecuentar menos los restaurantes. Es lógico, nadie va a poder estar dejando  propina. Van a decir:  'Bueno no la dejo. La propina no es obligatoria en muchos sitios  y no la dejo'.

Rose trajo a la atención  la posibilidad de que surja una situación peor.

“La industria va a bajar mucho.  Van a empezar a botar meseros.  Ahora mismo está vacío, pues van a botar meseros porque  un solo mesero  puede correr el salón”, pronosticó.

Yadira Figueroa, de Naranjito,  desayunaba en Bebo's porque la invitaron, pero   de todos modos no hubiese podido  pagar propina.

“Yo no estoy de  acuerdo con el IVA. Es un impuesto que va a trastocar el bolsillo del consumidor. Yo soy ama de casa. Mi esposo es el que está trabajando y  con esta crisis, mi bolsillo se ha afectado. El dinero que mi esposo  trae a mi casa no da. Y otro impuesto más, estaría  afectando aun más  nuestra familia”, dijo.

“Yo no cojo cupones, yo no  vivo del Gobierno, sino de un sueldito de $1,300  que mi  esposo cobra como handyman en Assmca. ¿Usted cree que da para una familia de cinco?”, cuestionó.

Peter Foger, mesero en  el restaurante Basilias, también en la calle Loíza, indicó que  cobra $2.25 la hora.

“Si  el cliente deja de pagar la propina, el dueño del negocio debe elevar su sueldo al salario mínimo”, aseveró.

“Eso afectaría en cadena porque  si tu vas a dejar algo, vas a dejar menos. No van a salir  a  comer. El dueño tendría que subir el sueldo al mínimo”, insistió.

Luz Rivera, la   mesera que toma las “órdenes calle” en Basilia, dijo por su parte, que  no es lo mismo un cliente que consume $100.00,  que  está pagando  16 por ciento que le  es más duro pagar propina, que  cuando salía con su familia  a dejar un siete por ciento.

“El cálculo  es  que sale en más de $30.00 entre   propina y tax. Es algo muy fuerte. Se va a acabar lo que es la costumbre de salir con la familia  a comer”, puntualizó.

“Una carne  guisada que es $7.99, con el  IVU  vendría siendo $8.55; con un 16, serían casi $10 sin el refresco”, apuntó.

Sí hubo un consenso de  que el consumidor preferirá ordenar su comida calle, algo que ha ido en aumento.

Felipe Rodríguez, gerente de la Cueva del Mar, comentó que, como se dice,  el impuesto se va a duplicar y las personas no van a querer dar propina.

¿Subirían los precios?

Todo el mundo le va a pasar el impuesto a quien se lo venda. Y eso es así. En la industria de todo tipo, lo que usted le cuesta $100.00, si tiene que pagar siete de  impuesto, se lo va a pasar al consumidor. El dueño tendría que ponerle el costo al consumidor. Al final de la matemática, el pueblo va a seguir pagando”, advirtió.

“La gente tripea a base  del costo de la comida, pero van a comenzar a retraerse un poco, porque lo que le costaba $100, le va a costar $116. Y eso, que tenemos unos precios preciosos, pero se van a ver trastocados y ya no se van a ver tan preciosos”, bromeó.