Tres hermanas se apuraban ayer tarde para abordar el avión en un viaje inesperado. En pocas horas tendrían que identificar el cuerpo de su hermano, Jimmy De Jesús, de 50 años,  una de las víctimas fatales de la matanza en la discoteca Pulse en Orlando. 

Bernice De Jesús dijo a Primera Hora que viven “una tristeza y coraje que nos tiene en una letanía”. Junto a sus hermanas Sheila y Marian esperaba llegar lo más rápido posible a Orlando, la ciudad que Jimmy hizo su hogar hace más de cinco años.

Bernice relató que pudo conversar con dos amigos que acompañaron a Jimmy a la discoteca y éstos le narraron  lo ocurrido cuando el presunto asesino, Omar Seddique Mateen, llegó al lugar disparando a diestra y siniestra.

“Ellos dicen que eso fue como la película de Scarface. Ese hombre (Mateen) entró y eran tiros y tiros por donde quiera. La gente empezó a gritar y a tirarse por donde quiera en el piso…”, cuenta que le dijeron los amigos de su hermano.

Los hombres agregaron que ellos se lanzaron al piso, pero Jimmy corrió hacia el baño.

“Ellos (los acompañantes de la víctima) vieron cuando disparó hacia la pared del baño. Dicen que lo escuchaban a él (Jimmy) gritando: 'nos van a matar, nos van a matar'”.

Posteriormente, ellos se hicieron los muertos para no ser atacados por Mateen. No fue hasta que la Policía lo mató que pudieron salir.

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“Cuando salían vieron mucha sangre y personas muertas en el piso. Uno de ellos cree haber visto a mi hermano en el piso boca abajo. Lo reconoció por su ropa”, dijo Bernice, quien ahora enfocará sus energías en hacer arreglos para trasladar el cuerpo de Jimmy a Puerto Rico y darle sepultura cristiana.