Los tan codiciados enseres de alta tecnología están siendo totalmente opacados por el ingenio. 

La necesidad que enfrentan los puertorriqueños por la falta de electricidad y agua, tras el paso del huracán María, ha propiciado un renacer de artículos utilizados en el pasado. 

Muchos de éstos, incluso eran desconocidos por las nuevas generaciones.

Las estufas de gas portátiles son uno de los artículos más solicitados en ferreterías, farmacias de la comunidad y supermercados, por lo que son muy difíciles de encontrar. Su popularidad a su vez, ha hecho también que el gas propano escasee, al igual que las latas de combustible que se utilizan para calentar alimentos.

“También están solicitando mucho los reguladores, las mangas y abrazadores para conectar las mangas de las estufas de gas”, indicó Yomaris Navarro, administradora de la ferretería El Corozo, en Vega Alta.

Ferretería El Corrozo en Vega Alta. (Para GFR Media / Alex Rafael Román)
Ferretería El Corrozo en Vega Alta. (Para GFR Media / Alex Rafael Román)

No importa en cual pueblo sea, tanto en Vega Alta, como en la ferretería San Antonio, en Hato Rey, los objetos más solicitados son los mismos. Los principales de éstos son abanicos y radios de batería, linternas, mechas de quinqué, baterías D y clavos para las planchas de zinc. Casi ninguno está disponible.

Lavar la ropa es uno los mayores retos que han asumido las personas y una de las áreas donde la creatividad ha tenido un mayor despliegue.

Las tablas de madera con canales para restregarla, están siendo sumamente solicitadas.

Tablas de madera. (Para GFR Media / Alex Rafael Román)
Tablas de madera. (Para GFR Media / Alex Rafael Román)

Ángel González, ebanista de El Corozo, cuenta que regularmente las hace de vez en cuando para tener una que otra disponible. Sin embargo, desde cuatro días después de que pasó María, no ha parado de hacerlas, al punto de que confecciona unas 100 al día.

“Sabía hacerlas desde hace tiempo, soy artesano de naturaleza. Trabajo en el taller de ebanistería, pero todo el año no se consiguen. En la temporada de huracanes es cuando más tengo que hacer. Ahora hago 100 al día y se van a las millas. Han venido personas pidiéndolas y no había y tuve que empezar a hacer bastantes. Utilizo madera de pino, madera tratada y también las hago de PVC, pero el PVC no ha estado disponible, los distribuidores están aguantados”, destacó Ángel.

Los clientes que compran las tablas, generalmente también se surten de cordones y alambres forrados para colgar la ropa. Hoy llegaron a la ferretería las barras de jabón clásicas, que sustituyen las de color azul que se usaban en el antaño.

Uno de los artículos más vendidos es el jabón de barra. (Para GFR Media / Alex Rafael Román)
Uno de los artículos más vendidos es el jabón de barra. (Para GFR Media / Alex Rafael Román)

Otra de las creaciones ingeniosas que han surgido en éstos tiempos son unas “lavadoras caseras”. Navarro contó que las personas compran pailas (como las de pinturas), le hacen un agujero a la tapa y colocan una bomba para destapar inodoros, y de esa manera crean un movimiento para lavar la ropa.

Las bañeras, los lavamos decorativos y varios tipos de recipientes, también están ayudando a realizar la necesaria tarea.

“Cogí dos de esas cajas que uno compra para almacenar y las llené con agua de lluvia. A una le eché detergente y dividí camisas, pantalones. Lo dejaba remojar un poquito allí y lo restregaba un poco. Entonces, la otra la tenía con suavizador, igual la dejé allí que reposara un poco, la enjuagué, escurrí y puse un cordel en el patio para que se secara. De esa manera lavé ropa de los tres que somos en casa”, relató Lucía Martínez, quien indicó que el proceso ha sido una buena experiencia de enseñanza para su hijo de ocho años.

Las antenas PVC son otros artículos muy buscados, pero a menos escala que las tablas, ya que la mayoría del país no tiene electricidad. Sin embargo, aquellos que tienen generadores buscan estos aparatos, que son la versión “casera”, de las antenas de metal clásicas.

En la ferretería El Corozo, varios de los empleados las confeccionan con PVC, varias piezas de metal y alambre, para que la recepción sea mejor.

“No habíamos podido hacer, porque hasta hoy fue que nos instalaron una planta, y como se necesita electricidad para hacerla, no habíamos hecho más. La cantidad de canales que se pueden ver con ellas depende del alto en que se coloquen y el lugar donde estén. Las antenas traen ya el conector para conectar allí el cable”, explicó Navarro.

En el Área Metro y otros pueblos también se pueden encontrar vendedores ambulantes de éstos artefactos.