Mareados, con náuseas y débiles: así llegan a la Fondita de Jesús personas sin hogar azotados por calor
Urgen al gobierno y municipios a crear estaciones rodantes para aliviar los efectos a quienes deambulan, donde tengan acceso a sombra, agua y estaciones de enfriamiento corporal.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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El calor extremo que afecta a Puerto Rico comienza a atacar despiadadamente a algunas personas sin hogar que han llegado a organizaciones sin fines de lucro, como la Fondita de Jesús, en San Juan, con mareos, vómitos, débiles o con cansancio extremo.
Son seres humanos que terminan sofocados a causa de las altas temperaturas que se registran en la capital hace poco más de tres semanas y que, a diferencia de la mayoría de la población, no tienen un hogar donde resguardarse o rutinas de hidratación disponible las 24 horas. El Servicio Nacional de Meteorología ha registrado 12 días consecutivos con sobre 90 grados Farenheit. La sensación térmica, en tanto, ha alcanzado en algunos pueblos los 120 grados Farenheit. El llamado de expertos es protegerse con ropa clara e hidratarse constantemente.
“Llegan y nos dicen: ‘me siento mal, mareado o mareada, con náuseas’. Ahí, enseguida llamamos al médico o enfermeras y se les hidrata y ofrece medicamentos para las náuseas o mareos”, explicó a Primera Hora Josué Maysonet, director ejecutivo de la Fondita de Jesús, una organización sin fines de lucro fundada hace 37 años que ofrece servicios de duchas, alimentos, lavandería, entre otros a la población de personas sin hogar en San Juan.
Ante la actual situación climatológica, la organización tomó medidas para asistir a los participantes que atiende y exhortó al gobierno a crear estaciones rodantes para aliviar el calor a las personas sin hogar.
“Sería beneficioso que el gobierno central y los municipios crearan estaciones rodantes para aliviar el calor para uso de las personas sin hogar, donde tengan acceso a sombra, agua y estaciones de enfriamiento corporal. Pueden ubicarlas en áreas públicas, parques o en facilidades de organizaciones sin fines de lucro que trabajen con esta población. En esas estaciones se puede proveer acceso a agua fría, abanicos portátiles (que rocían agua), espacios con aire acondicionado donde sea posible para que las personas puedan escapar de la ola severa de calor”, planteó Maysonet.
De hecho dijo que entre las acciones que se han tomado en La Fondita de Jesús, cuyas facilidades están ubicadas en Santurce, se destaca tener accesible a las personas de 7:00 de la mañana a 3:00 de la tarde el salón comedor. Allí el espacio cuenta con abanicos y agua todo el tiempo, además que se les ofrece participar de actividades educativas, recreativas y establecer citas para el área psicosocial.
“Llegan desde temprano en la mañana y, a diferencia de antes, cuando no teníamos estas olas de calor, ahora ellos se quedan hasta la tarde. Por lo regular, esta población recibe sus servicios y luego se van a la calle, a buscárselas como uno dice... pero el calor es tanto que prefieren quedarse en las facilidades”, acotó Maysonet.
Otra estrategia ha sido extender el horario de duchas de 9:00 de la mañana a 2:00 de la tarde. En este periodo se les ofrece también la oportunidad de escoger vestimenta limpia y fresca y materiales de higiene.
“Aquí también hemos visto un cambio durante estas semanas de calor. Con anterioridad veíamos 10 a 15 personas en las duchas diariamente. Ahora están llegando entre 25 a 30 personas. Es la manera que tienen de refrescarse”, puntualizó.
Como medida cautelar, además de agua, también se les provee a los participantes bloqueadores solares -esenciales para proteger la piel de altas temperaturas -, así como cremas hidratantes para el cuerpo y otros productos para proteger la piel.
“Otra cosa es que llevamos la unidad móvil dos veces en semana para que los que están en calle y estén sintiendo los efectos del calor pueda recibir servicios médicos y de enfermería. Y si vemos algo fuera de lo usual, hacemos referidos al hospital de Hoare o al Pavía. Asimismo, estamos indagando con los que tienen citas médicas y los estamos llevando para evitar situaciones por lo del calor y que tengan que caminar distancias largas”, explicó Maysonet.
“Lamentablemente, la población de personas sin hogar nuevamente queda desprotegida y atropellada ante estos fenómenos de los cuales no tenemos el control, pero son seres humanos que merecen también ser protegidos”, agregó.
Asimismo, se exhortó a la ciudadanía a donar agua, gorras, gafas, bloqueadores solares y otros materiales que sirvan para que las personas sin hogar puedan protegerse del sol mientras están en la calle durante el día.
Otra opción de colaborar con La Fondita es llamar al 787-724-4051 o contribuir a través de ATH Móvil en el área de donar con el path/LaFonditaDeJesús.