Marcha, reclamos y gas pimienta
Por tercer día, una multitud llegó hasta la calle Fortaleza para manifestarse en contra del gobernador Ricardo Rosselló.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 5 años.
PUBLICIDAD
“¡Ricky, renuncia!”. El reclamo fue contundente.
Una multitud de manifestantes de diversos sectores del País tomaron anoche las calles del Viejo San Juan para pedir unánimemente la renuncia del gobernador, Ricardo Roselló Nevares.
Desde las 5:00 p.m., comenzaron los movimientos frente a la Casa de las Leyes para dar paso a la marcha que salió del lugar a las 6:40 de la tarde.
La multitud era liderada por una enorme pancarta que leía “Legisladores, NO sean cómplices. ¡Destitución!”. Esto, debido a que si el gobernador no deja el cargo, la petición es que el Cuerpo Legislativo lleve a cabo un proceso de residenciamiento.
La multitud que provenía del Capitolio llegó hasta la Calle Fortaleza a eso de las 7:25 p.m. para unirse a otro grupo que esperaba frente al Palacio de Santa Catalina para manifestarse en conjunto.
El “Ricky Renuncia” tuvo gran eco en las calles de la capital, definitivamente fue el reclamo más coreado en la manifestación. Además, la creatividad del pueblo no se hizo esperar en la marcha, donde se vio desde una muñeca inflable con el rostro del gobernador, calderos y utensilios de cocina utilizados como instrumentos, hasta un ataúd blanco que fue cargado por los presentes como un acto simbólico.
La tensión comenzó a aumentar a las 8:30 p.m. cuando se escucharon explosiones provenientes del lanzamiento de gases lacrimógenos lanzados por la Fuerza de Choque hacia la multitud apostada en la calle Fortaleza. De inmediato, parte del gentío se dispersó, pero no muy lejos, pues luego varios de los manifestantes se sentaron en los adoquines frente a los agentes para hacerles saber que no se retirarían.
La Policía volvió a lanzar gases y a rociar a los congregados con pepper spray, pero los asistentes no claudicaron.
Artistas dicen presente
Los artistas también apoyaron la manifestación.
Uno de los que dijo presente fue el locutor Jorge Pabón “Molusco”, quien fue muy vocal solicitando la acción del pueblo desde que se desató este escándalo. El locutor comentó que lo que lo llevó a tirarse a la calle fue “mi país, mi gente, la corrupción”.
Según Molusco, Rosselló demostró que “cuando se apagan las cámaras y los micrófonos vemos el tipo de persona que es. El ‘tipo’, porque ya no se puede llamar gobernador, no tiene ningún tipo de respeto. Honorable, esa palabra ya no le queda. Debe renunciar, tiene trancado al País. Ya nadie le cree. Es un embustero”, denunció el locutor, quien admitió que también le preocupa qué pasará con el País en caso de darse la renuncia esperada.
“La pregunta es, quién se queda, ¿será peor?”, cuestionó Pabón.
Junto a Molusco se encontraba el presentador Jaime Mayol, quien también dijo sentirse frustrado ante los hechos que han acontecido en días recientes.
Otro que se dio cita fue el actor Modesto Lacén, quien confesó sentirse indignado tanto por los actos de corrupción como por las expresiones emitidas en el chat, en el que su pueblo de Loíza fue mencionado de manera despectiva.
“Estoy aquí porque estoy indignado, me levanté triste y dije tengo que estar aquí como el resto del país. Estoy aquí indignado por el chat, por todas las acciones homofóbicas, sexistas, machistas de un grupo de hombres privilegiados que son unos niños malcriados. Soy una persona que viene de una familia pobre del pueblo de Loíza del cual el gobernador se burla en el chat. Estoy indignado por eso y tenía que estar aquí porque mi corazón no me lo permitía…. Y, por supuesto queremos que Ricky renuncie”, expresó convencido Lacén.
Entre los manifestantes también se encontraba el humorista político Silverio Pérez, quien se hizo eco de las expresiones del pueblo y dijo estar herido por las burlas publicadas en el chat.
“Ricardo Roselló le ha fallado a la esencia de un pueblo. Uno enterarse que en ese momento también había gente del gobierno gufeando, chateando, mofándose, en cierta manera también de los muertos de María… duele en el corazón”, dijo Pérez.
Mientras, el portavoz y activista de la comunidad LGBTT, Pedro Julio Serrano, aseguró que el tiempo le dio la razón en cuanto a la figura del gobernador.
“Llevo en la calle desde que esto salió. Basta ya de la corrupción moral y criminal de este gobierno. Nosotros advertimos que él era homofóbico, macharrán y ahora vemos las consecuencias. El tiempo nos dio la razón”, reclamó Serrano.
Por su parte, el senador José A. Vargas Vidot, también presente, dijo estar esperando la renuncia de Rosselló y aseguró que está dispuesto a votar por su residenciamiento si se lleva a cabo el proceso en el Senado.
“Yo quiero que renuncie, punto. Y si no renuncia en el Senado, con mi voto cuentan para que se vaya. Sin embargo, me parece que es importante que tampoco reduzcamos el momento a una mera renuncia. Creo que este es el abrir de los ojos del pueblo”, sostuvo Vargas Vidot, quien lamentó la situación que vive el País.
“Me parece que la renuncia no solamente es un acto de dignidad, sino de superviencia para él y su familia. No creo que nadie, ni él ni nosotros merece seguir extendiendo este calvario innecesariamente. Es un callejón sin salida, ya se terminó el camino para Ricardo Rosselló”, comentó el senador.
Entre los manifestantes, estaba Irene, una niña que acompañaba a su madre, Natalia Olivero, y quien dijo a Primera Hora sus razones para estar en ese momento histórico para el País.
“Estoy aquí para luchar por las mujeres, porque las mujeres son muchas cosas, son madres, son trabajadoras, son luchadoras. También (estoy aquí) por la educación. Cuando me gradúe de cuarto año, ¿dónde Ricardo Roselló pretende que yo estudie?”, dijo la niña con total convicción y aprovechó la oportunidad para hacerle un pedido directo al gobernador: “¡Que renuncies ya!”.