Manos amigas reparan veintena de techos en Yauco
Adopte un techo, con el apoyo de organizaciones comunitarias y empresas, ha reparado 24 techos en siete meses.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Una vez se apaciguaron los vientos y cesaron las lluvias del huracán Fiona en septiembre de 2022, José Dolores Feliciano Santiago, quien tenía 93 años, llegó a la alcaldía de Yauco para solicitar ayuda. Tenía en mano un toldo que, aunque claramente no repararía los daños severos de su techo, al menos lo guarecería de las inclemencias del tiempo.
Pero, cuando el líder comunitario Jonathan Hernández León intuyó del caso a través del municipio, supo que un toldo no bastaría para ayudar a don José. Necesitaba de un techo nuevo que resistiría otro fenómeno, de ocurrir.
“Miré el caso y me comprometí para ayudarlo. No sabía cómo lo iba a ayudar. Yo fui como líder comunitario para canalizar (alguna ayuda)”, confesó a Primera Hora Hernández León, quien es fundador de la entidad Arte para unir y creador del proyecto artístico Yaucromatic.
Fue por esto que Hernández León comenzó a sugerirle a los benefactores quienes buscaban impactar a las comunidades yaucanas a que, en lugar de donar comida o ropa, brindaran planchas de zinc, mano de obra u otros materiales que servirían para la reconstrucción de techos. Y las empresas y organizaciones dijeron que sí, facilitando que don José no solamente contara con techo nuevo, sino con paredes renovadas también.
“La persona estaba ahí solita esperando que alguien la ayudara. Es bonito, porque esa persona solamente lo que quería era el toldo, pero le hicimos el techo completo y algunas paredes que estaban en un mal estado”, rememoró.
El caso de don José fue la semilla para que naciera el proyecto Adopte un techo, que sirve de intermediario para conectar a empresas o entidades sin ánimo de lucro a quienes urgen de reparaciones en sus techos. En tan solo siete meses, la organización, respaldada por otras organizaciones y empresas, ha repararado 24 techos, 12 de ellas en su totalidad.
“Cuando viene Fiona, la gente empieza a llamarme, diferentes entidades y organizaciones, para canalizar ayudas. Entonces, cuando empiezo a canalizar esa ayuda, me doy cuenta que estamos ayudando a las mismas personas que cuando (pasó el huracán) María que afectaron sus techos y aún se mojaban. Entonces, cuando voy a analizar la situación, dije ‘viene, Dios no quiera, un huracán el próximo año, vamos a seguir ayudando a las mismas personas que todavía se mojan’, porque cuando profundizamos, esas personas no cualifican para las ayudas de FEMA (Agencia federal para el Manejo de Emergencias) o del gobierno, porque no cuentan con el título de propiedad, no están legalizadas, porque la casa es de heredero”, detalló el líder, quien cariñosamente es conocido por su apodo “Pito”.
Mildred Arroyo, residente del barrio Sierra Alta, del sector Cacao, conoce de primera mano la efectividad del progrmaa, por cuanto tardaron solo 15 días para reparar su techo completamente.
“No me puedo quejar, de verdad. Yo le doy las gracias de corazón a Pito”, celebró la madre de dos jóvenes, de 22 y 12 años, y abuela de una infanta de siete meses.
“Ha sido de bendición para estas familias”, aseveró Hernández León.
Entre las empresas que se han unido a Adopta un techo, está Hecho en Puerto Rico y Danosa. Asimismo, la organización Asociación de Materiales de Construcción de Puerto Rico y la Fundación Mochileando han aportado, así como los pastores Ángel Feliciano- de la Iglesia Casa de Adoración y Sanidad en Ensenada, en Guánica- y Bryan Caro, quien fue más allá y donó electrodomésticos, muebles y gabinetes. PRoTechos Training Facility and Warehouse, por su parte, es quien suele facilitar la mano de obra. Mientras, ha aportado monetariamente y materiales de construcción.
En un proyecto que está en curso, la Escuela Superior Ocupacional y Técnica de Yauco ayudará a uno de los damnificados, Tomás Torres Caraballo- quien es residente de una de las Casas de Colores que engalanan el casco urbano del ayuntamiento- a reestablecer el servicio de energía eléctrica, luego de que Hecho en Puerto Rico adoptara su techo.
“Los problemas ellos los vienen arrastrando desde María y cuidado así desde (el huracán) Georges (1998), porque, lamentablemente, las comunidades son pobres. Son personas que no tienen los recursos y han ido arrastrando lo que es el problema de que sus techos no son seguros. Ahora, les estamos haciendo techos seguros”, manifestó. “Es real. Las personas llevan años y años y años sufriendo por lo mismo, porque no tienen los recursos, y tampoco cualifican para las ayudas”, agregó.
Adopta un techo no solo le ha asegurado una vivienda digna a los yaucanos, sino que le ha devuelto la esperanza, ya que muchos, exhaustos de la dilatación de la burocracia gubernamental para recibir ayudas o de escuchar que no cualifican, tenían poca confianza de que alguna asistencia se le brindaría.
“Cuando yo voy inicialmente, me ven como una persona más que ha prometido y no les ha podido a cumplir. No lo creen hasta que estamos ahí”, narró. “Ha sido una bendición que hemos tenido con los aliados que se han unido a esta iniciativa, porque lo hace una entidad sin fines de lucro y yo creo que allí está la razón porqué ha sido un éxito el proyecto, porque es una entidad sin fines de lucro la que está canalizando la ayuda y no es el gobierno. Mucha gente no confía en el gobierno, porque está dirigido por políticos, precisamente, pero cuando ven que es una entidad o un líder comunitario, como lo soy yo, que está tratando de ayudar a su comunidad, pues yo creo que es más fácil poder ayudar a las personas y confiar en que (los vamos) a ayudar”, añadió.
Viene más
Pese al éxito que ha tenido la organización, aún queda mucho trabajo que hacer, afirmó Hernández León. Al momento, cinco casas están en la espera, porque no tienen los materiales necesarios para reparar sus techos.
Es por esto que hizo un llamado a otras empresas y organizaciones a unirse a la iniciativa, pues de esta manera, podrían reparar los cinco techos pendientes al igual que propagar la ayuda a damnificados residentes de munipios aledaños también.
“Queremos llevar la voz de que hay personas que están sufriendo todavía, que se mojan, que no tienen la forma en conseguir los materiales (para arreglar su techo). Nosotros tenemos quién le va a hacer la mano de obra, pero no tenemos los materiales y el municipio, aunque se ha comprometido con nosotros, queremos que los recursos del municipio se puedan usar en otras áreas, como lo son las carreteras, como lo es el servicio de la comunidad, (debido a) la crisis que tienen los municipios por lo de la pérdida de fondos que han tenido. Queremos liberar un poco el municipio para poder llegar a las empresas privadas o diferentes organizaciones sin fines de lucro y ayudar a estas cinco familias que nos quedan”, exhortó.
Por otro lado, Hernández León también desea que entidades dedicadas a ofrecer servicios de asesoramiento legal se unan al proyecto para orientar sobre temas como derechos por usucapión, entre otros.
“Yo sé que llegarán más (necesitados) y buscaremos la forma (de ayudarlos). Yo sé que muchas entidades puertorriqueñas tienen fondos para ayuda directa a las comunidades. Que se enfoquen en las personas que quieran ayudar, que no se mojen y puedan vivir mejor”, recalcó.
Si deseas obtener más información sobre el servicio, o colaborar con la iniciativa, comunícate al 787-429-7530.