Por los pasados cuatro años, una madre residente en Moca no ha logrado encontrar ubicación en un salón de clases para su hija, una joven de 18 años que tiene autismo nivel tres no verbal, pues el Departamento de Educación (DE) “no tiene escuela ni salón para proveerle las necesidades particulares que ella tiene establecidas”.

En Bayamón, otra madre, también de una niña con autismo, tuvo que sacarla de una escuela especializada a la que se había logrado adaptar, superando traumas que traía de cuando pasó por una escuela pública que le había asignado el DE, porque la agencia no le entregó a tiempo el dinero para costear los servicios de ese centro educativo.

Ambas progenitoras aseguran que sus casos son apenas dos de los muchos que tienen conocimiento en los que el DE ha fallado en cumplir con proveer a estudiantes con autismo los recursos necesarios para su educación.

En el caso de la madre de Moca, Marilyn Blás Sánchez, llevaba además 10 meses esperando por una respuesta de una solicitud, aprobada desde el 2019, para que su hija pueda recibir un servicio especializado de consultoría, a pesar de que, según explicó, por ley debió recibir esa respuesta en 30 días. Actualmente, hace gestiones con la Dra. Migdalia Santos, que ha creado una escuela especializada para estudiantes con autismo, y puede ofrecer ese servicio de consultoría, un método educativo conocido por las siglas ABA, pero la escuela no tiene contrato con el DE y, por tanto, ha visto retrasado el proceso para que finalmente su hija pueda recibir los servicios que tanto le urge.

“Yo le gano al Departamento el incumplimiento a los 14 años (de su hija), y desde los 14 años yo he pasado de colegios privados en colegios privados, que no cumplen tampoco con la necesidad que ella tiene. En este momento, mi hija está en el hogar, sin escuela, sin terapia”, afirmó Blás Sánchez.

Explicó que, cuando el DE incumple en proveer los servicios, según sus propios términos, si en 30 días no cuenta con el recurso, “el padre tiene la potestad legal de que se le ofrezca el remedio provisional para contratar al recurso que pueda asistir al estudiante en el área de necesidad”.

Abundó que, si la Dra. Santos “me lograra hacer la propuesta con contrato del Departamento, me puede suplir esa necesidad, que llevamos 10 meses tratando de que el DE contrate el recurso de ABA, que yo lo conseguí como mamá, y nadie me hace la contratación del recurso”.

A pesar de todo, Blas Sánchez, quien se conoce las leyes y reglamentos al detalle, porque “yo leo eso más que la Biblia, y a Dios le pido perdón todos los días”, actúa como “madre de apoyo” ofreciendo asistencia y recomendaciones para otras familias que atraviesan dificultades similares.

Mientras, en Bayamón, Laura Valentín Rivera espera porque la burocracia del DE cumpla con pagar lo que le adeuda por los servicios a su hija, una niña de 9 años que, además de autismo, tiene déficit de atención e hiperactividad e impulsividad, así como síndrome de Asperger.

Relató que su hija estuvo primero en una escuela privada, donde le iba muy bien, pero cuando la despidieron de su trabajo en la banca privada, a raíz de los cambios a las leyes laborales, se vio en la necesidad de acudir al DE.

En la escuela pública que le asignó la agencia, “le fue fatal”, pues la colocaron junto a otros estudiantes con diferentes niveles de autismo, sin importar si son o no verbales. Además, ocurrieron incidentes que consideró suficientemente preocupantes, y decidió sacar a la niña de la escuela y someter una queja ante el DE.

Luego de un año fuera de la escuela en el que “le di ‘home schooling’” y un fallido paso de menos de dos días por un colegio en el que el DE le había asignado ubicación al comenzar el pasado curso escolar, eventualmente, otros padres de niños con autismo le recomendaron la escuela CIBA (Ciudad de las Ideas Bilingual Academy) en Corozal. Allí la inscribió en enero pasado, aunque tuvo que pasar los primeros tres meses lidiando con los traumas que traía por los incidentes en la escuela pública, pero “poco a poco, con paciencia, lo lograron”.

La Ciudad de las Ideas Bilingual Academy (CIBA), en Corozal.
La Ciudad de las Ideas Bilingual Academy (CIBA), en Corozal. (Vanessa Serra Díaz)

“Y cuando se acabó en junio el semestre, ella era otra totalmente. Yo le agradezco muchísimo a Corozal, porque realmente esas personas están preparadas, y aparte de la preparación, tienen amor”, confesó.

Sin embargo, al CIBA no tener contrato con el DE, ella tenía que pagar directamente la escuela para luego recibir rembolso de la agencia. Para cubrir esas mensualidades, tuvo que pedir dinero prestado.

“Pero, ¿qué pasa? Que es esto no sucede mensual. Tú llevas las facturas mensuales, pero Educación no te paga. Entonces yo quedé mal con ese señor. Y con todo y eso me ayudó y me dio hasta terminar el semestre”, lamentó, recordando que, en mayo, todavía no le habían pagado.

No fue hasta que acudió ante la prensa, a Telemundo, que le hicieron un primer pago, de $7,000, de casi $40,000 que adeudaba la agencia. Luego de otra entrevista con la prensa, le hicieron un segundo pago, pero entonces apareció una discrepancia con la contratación de la asistente, y ahí dejaron de pagarle.

Ante ese escenario, no le quedó más remedio que sacar a su hija de CIBA, “con un temor terrible”. Por fortuna, encontró otro colegio donde su hija “le va bien y le gusta”.

Entretanto, “me quedo con el problema del dinero que aún me deben, que no sé si me lo van a pagar o no, porque a mí nadie me contesta el teléfono. Y yo tengo que devolverle el dinero a ese señor”, sostuvo Valentín Rivera, agregando que estima le adeudan entre $16,000 a $20,000 por los servicios para su hija.

“Es una tragedia”

En cuanto a CIBA, una escuela “especializada solo en autismo” que cuenta “con cursos vocacionales, híbrida, a distancia, por módulos o presencial”, su creadora, la doctora Migdalia Santos Miranda, sicóloga clínica que por los últimos seis años ha enfocado su trabajo en evaluar solo a personas con autismo, explicó que comenzó a darle forma en 2021, luego que no lograra “acomodar a un estudiante en una de las escuelas especializadas que ya existen”.

Aseveró que, a través de su labor, se ha podido dar cuenta que “es una tragedia lo que le pasa a las personas autistas, porque la gente no está informada” y agregó que a menudo ocurre un “maltrato institucional” contra los niños con autismo, “porque no los comprenden, no negocian con ellos, no conocen la condición. No es porque lo quieran hacer a propósito, yo sé que no es a propósito. Pero lamentablemente se cae en eso”.

“Mi propuesta al DE es una escuela especializada solo en autismo, con cursos vocacionales en inglés o español, el idioma que el estudiante prefiera, autonomía de escoger el personal y buena voluntad”, aseguró, añadiendo que ha confrontado dificultades con el trámite burocrático para poder inscribir su escuela especializada bajo contrato ante el DE.

Agregó que, para el 12 de octubre tiene una cita pendiente con la secretaria de Educación, Yanira Raíces, en la que espera abordar sus ideas, además del tema de la inscripción de CIBA ante el DE.

Ofrecen recomendaciones

En cuanto a los retos de la educación de estudiantes con autismo, Santos Miranda aseguró que “hay solución” para atender mejor sus necesidades, y emitió algunas recomendaciones, entre las que se incluyen:

  • Contar con “departamentos de educación más pequeños a través de toda la Isla”, como existe en otras jurisdicciones, en lugar de un único Departamento de Educación central desde donde se controla todo.
  • Disminuir la burocracia del DE para poder establecer una escuela especializada.
  • Crear en el DE un equipo para trabajar con las personas autistas que incluya a autistas de alto funcionamiento, de manera que puedan crear currículos diferentes.
  • Otorgar al director escolar autonomía para decidir, y prescindir, sobre la contratación de servicios de terapias.
  • Introducir cursos vocacionales en las escuelas de autismo.
  • Empezar carreras cortas desde octavo grado, en lugar de esperar a grado 11.
  • Comenzar enseñanza de vida independiente desde los 5 años para los casos de autismo severo.
  • Educar y entrenar adecuadamente a todos los maestros, asistentes y otros empleados para el trabajo con estudiantes autistas.
  • Establecer límites a las terapias, y dar alta cuando se entienda que ya no es necesaria, pues “no pueden estar en terapia toda la vida”.
  • Tener escuelas dinámicas, con muchos laboratorios. No pueden ser de libros, porque esos estudiantes “no son de letras ni de escribir, son de imágenes y de hacer con sus manos”.

Reacciona Educación

Por otro lado, el DE respondió a las denuncias indicando que trabajan con ambos casos y esperan pronta resolución.

Según indicó la doctora Noelia Cortés, secretaria asociada interina de Educación Especial, en el caso de la estudiante de Moca el asunto se ha demorado porque la persona que ofrecería el recurso de consultoría de ABA, la Dra. Adabel Márquez, fue funcionaria del DE y, por disposiciones de la Ley de Ética Gubernamental, tiene que esperar dos años para poder ser consultora de la agencia, o recibir una dispensa especial.

Al momento, ese asunto está bajo consulta ante la división legal del DE.

Cortés sostuvo que la mamá “ha condicionado la ubicación de la niña” a la consultora del método ABA, para que la acompañe a diario en la escuela. Aclaró, sin embargo, que la directora escolar le indicó que “la niña ya tiene salón de clase, maestra asignada, trabajador 1, o sea, que tiene completada su ubicación”.

Agregó que se estará comunicando con Blás Sánchez, para darle una actualización del trámite legal con respecto a la doctora Márquez, pero insistió en que mientras tanto la estudiante se integre a su ubicación para que reciba los servicios en la escuela asignada.

Con respecto al caso de Bayamón, la secretaria asociada interina, tras resaltar que se trata de un asunto financiero y no de servicios educativos, indicó que en los próximos días estaría saliendo el pago adeudado por los servicios a la estudiante, con lo cual se liquidaría esa deuda por completo.

Aclaró, sin embargo, que el aspecto en controversia sobre el pago por la asistente de servicios se tendrá que investigar por separado para determinar si procede el rembolso por aquel servicio que Valentín Rivera haya pagado de su bolsillo. Explicó que, según se le indicó por cartas a Valentín Rivera, ese servicio se le otorgaría “a través de remedio provisional”, pero “mamá nunca presentó a la persona en remedio provisional para firmar el contrato”.

Por último, sobre el tema de la escuela CIBA en Corozal, la secretaria Cortés sostuvo que el DE no tiene problema alguno con inscribirla y, por el contrario, le han hecho acercamientos a la doctora Santos para que pueda ofrecer sus servicios mediante un contrato. Aclaró, sin embargo, que los registros indican que la doctora Santos “nunca ha comenzado ningún trámite con el Departamento para certificarse como proveedora”.

“Nunca logramos que sometiera una propuesta. No fue que ella sometió los trámites y se le ha denegado. Es que nunca lo hizo. Y al no hacerlo se pasaron los términos que tenía para radicar la propuesta, y lo único que funcionaba con ella era el rembolso”, detalló. “Es cuestión de cumplir con toda la documentación, con todas las leyes, con todas las licencias que exige el estado para tener un contrato con cualquier entidad gubernamental. Y luego de eso, hacer una propuesta de servicios”, según las guías del DE.

Actualmente, indicó Cortés, el DE atiende a 10,958 estudiantes con autismo, a través de todo Puerto Rico. Aclaró que “no todos requieren asistente de servicio”.

A preguntas de este diario, admitió que “si le dijera que los tengo a todos completamente servidos, con todos sus servicios y todos sus especialistas, le estaría mintiendo. Pero tenemos la mayoría servidos. Uno que otro pues requiere de unas terapias, como las famosas ABA, que son un poco más difícil de conseguir, y por ende no todos la tienen. Pero en cuestión a terapia ocupacional, terapia de habla, terapia física, terapia sicológica, todos, de una manera u otra, pueden estar servidos por algún especialista”.