Por cada oración, cada buen deseo y cada dólar que se donó. Gracias.

Este es el mensaje al pueblo puertorriqueño que envió Tammy Liz Coreano, madre naranjiteña quien sobrevivió- junto a sus dos hijos- la aterradora explosión de su casa el lunes, 14 de noviembre de 2022, provocado por un escape de gas.

“Quiero que el pueblo sepa que las aportaciones y las oraciones han sido un éxito”, comentó Tammy a Primera Hora.

Y es que, desde aquel fatídico día, cuando el accidente dejó a Tammy con quemaduras en el 69% de su cuerpo, a su hija Ayshane con el 50% de su cuerpo quemado y a su hijo Jeiren con el 30%, nada ha sido igual. Dolorosas cirugías hasta el traslado de la familia a la ciudad de Boston, Massachusetts, en búsqueda de recuperación, han consistido su nueva realidad.

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“No te miento. No ha sido nada fácil”, admitió Tammy.

“Conlleva tiempo”

Con tan solo 10 años, Ayshane ya ha sobrepasado cuatro cirugías. La más reciente, en septiembre, fue para enderezarle sus dedos que, desde el incidente, estaban encorvados. Es, precisamente, esta intervención médica la que le ha inyectado a la niña nueva esperanza y ánimo hacia la vida.

Está un poco más animada. Es una motivación. Le encanta ahora que mamá la peine, consiguió un estilo de ropa que le gusta. Está más motivada. Al principio, no quería ir a la escuela, porque no quería sentirse incómoda, pero una vez se dio cuenta que los compañeros de clases la aceptaron, le dieron la gran bienvenida y ella se fue soltando más en la escuela y acoplando”, compartió Tammy.

Faltaría un sinnúmero de sesiones de terapia para que Ayshane pueda, nuevamente, usar sus manos y mover sus dedos con facilidad, un lujo que, aquellos que lo poseemos, dejamos pasar de manera desapercibida.

Ayshane
Ayshane (Suministrada)

“Lo que hicieron fue tratar de enderezar los dedos. Aun así, se ven encogidos un poco. Es cuestión de darle mucha terapia. Ella no puede usar los dedos. Le duele en este momento, porque le hicieron injertos debajo de los deditos. No puede hacer nada con la mano. Pero, es cuestión de que, poco a poco, pueda perder el miedo, que su cuerpo se acostumbre, que su mente se acostumbre, y con mucha terapia (lograr la movilidad). El médico quiere lograr que ella aprenda a coger cosas, a ponerse su pantalón solita, hacer cosas pequeñas que, con el tiempo, va a ser normal; tener el funcionamiento normal de su mano, pero es cuestión de un largo camino para recorrer”, explicó la madre al adelantar que necesitará “más cirugías para cambiar los injertos” mientras vaya creciendo, así como más “(sesiones de) láser en su carita” para “ir borrando cicatrices”.

Por otro lado, la cirugía de Jeiren también resultó exitosa, la cual estiró su piel y le ayudó con la movilidad de su mano.

El jovencito de 14 años, cuya fortaleza de espíritu y semblanza ante las adversidades que se le presentaron en su corta vida es inigualable, también se ha contagiado con esa motivación por la vida, algo que se ha manifestado en el éxito que ha cosechado en la escuela.

“(Jeiren) está un poquito más motivado para la escuela. Se siente más seguro de sí mismo, para serte sincera, y se mantiene bien enfocado en los estudios y eso es algo que le da un poquito de paz”, detalló Tammy al reiterar que la recuperación total de sus dos hijos “conlleva tiempo”.

“En ese caso, le doy gracias a Dios que estoy aquí (en Boston), porque ¿tú te imaginas tener que estar a cada rato viajando para acá? Se me (haría) más difícil de lo que es ahora”, subrayó.

Todo por sus hijos

Sin embargo, con el fin de que Ayshane y Jeiren se recuperen exitosamente, Tammy ha puesto en pausa su propia rehabilitación.

Aunque fue la que sufrió más quemaduras, únicamente ha tenido dos operaciones, la última de la cual aún no ha sanado completamente.

“La realidad es que no me he recuperado como quisiera, porque tuve que posponer mis terapias, posponer mis visitas médicas para poder hacerme cargo de los dos nenes, porque fueron operados el mismo día. Tuve que atrasar muchas cosas para poder dedicarme a ellos 100%”, confesó al indicar que “después del láser” sufre de calambre en las piernas.

Ayshane y Jeiren
Ayshane y Jeiren (Suministrada)

“El médico quiere hacerme muchos procedimientos médicos, pero he tenido que aguantar, porque tengo que hacerme cargo de mis niños y para mí ellos siempre van a ser primero. Yo trato de darle prioridad a la salud de los nenes y entonces yo puedo retomar mi salud. Que los nenes no pierdan las terapias y cirugías que le puedan dar a la brevedad posible, en especial para Ayshane, que estuvo más complicadita. Yo soy para ellos su familia completa. Si tengo que ir por ellos al cielo o a la Luna, lo voy a hacer. Como madre, uno hace todo lo posible para ellos”, continuó.

“Con tal de sacarle una sonrisa a ellos, yo hago lo que sea”, reiteró.

Lo que pide

Pese a que sí tiene necesidades materiales, Tammy solo pide una cosa: “muchas oraciones”.

“Si no fuera por el pueblo, las oraciones y la ayuda que nos han dado, realmente, yo no hubiera podido llegar aquí”, indicó, aunque su movida a los Estados Unidos ha incurrido en muchos gastos “extraordinarios”.

De la misma manera, reiteró su agradecimiento por el equipo médico de Shriner’s Children’s Hospital, en Boston, por todo el apoyo que le han brindado a su familia, por lo que instó a la ciudadanía a donar y apoyar al hospital.

Si desea ayudar a Tammy y a su familia monetariamente, puede hacerlo a través de la cuenta de ATH Móvil 939-200-3121 o a la cuenta de Banco Popular 318332844.