Mayagüez. Estaban aprendiendo a hacer diferentes clases de revoltillo y se acabó el gas. En la Escuela Vocacional Pedro Perea Fajardo, de Mayagüez, aparentemente los estudiantes tienen que hacer colectas para tener lo necesario y poder salir adelante en sus cursos de cocina.

Hartos de tener que demandar por los recursos que se supone les garantice el sistema de enseñanza, un grupo de estudiantes se vistió de camisa negra el pasado viernes, en símbolo de luto por su educación.

Los adolescentes reclamaron que se atiendan asuntos que vienen denunciado -por años-, como la falta de maestros para talleres, materiales y equipos especializados.

Esta escuela vocacional especializada tiene cerca de 1,500 estudiantes.

El joven Hevel Vélez de 16 años, y quien cursa el segundo año del programa de Arte Culinario, sirvió como portavoz (bajo la autorización vía telefónica de su padre, Santos A. Vélez Matos). Este reclamó que “queremos un cambio en el sistema, como lo que se está haciendo con el plan decenal, pero separado al de la escuela regular, porque una escuela especializada no corre igual que ellos”, dijo.

Armado de valor, convocó a otros estudiantes a vestir camisa negra el viernes, para hacer notar su sentir respecto a la situación que enfrentan en esta vocacional, donde están matriculados para aprender destrezas que les permitan insertarse en un mundo donde el trabajo cada día es más escaso.

“Además de que hay mucho ausentismo de maestros, son muchos los maestros transitorios. Solo hay siete maestros para atender los salones recurso, que responden a las necesidades de los estudiantes de Educación Especial”, destacó el líder estudiantil.

Hevel denunció que la administración intentó persuadir a los estudiantes -por medio de la intimidación- para que no vistieran camisas negras como acordado entre los mismos alumnos, pero a pesar de ello, algunos 50 se las ingeniaron para entrar a la escuela con su camisa oscura.

Los maestros aceptaron a los estudiantes en los salones, a pesar de que no tenían su uniforme completo, según el reglamento del plantel, que también indica que no se permiten manifestaciones de este tipo, según aceptó el propio estudiante.

El problema este semestre picó con que “el primer día de clases tuvimos cinco horas libres. Así fue casi todos los días, hasta hace una semana que empezaron a llegar maestros porque nos pusimos a denunciar el problema”.

“Estamos pidiendo un plan general”, insistió.

La situación se agrava ante el hecho de que los alumnos deben cumplir con una cantidad de horas contacto, que según la asistencia a clases, se le certifican para que cuando vayan a salir a buscar trabajo evidencie que tienen experiencia. “Pero por la falta de maestros se está violando la ley, porque nos firman las horas contacto aunque no se hayan tomado esas horas contacto. Este año va por el mismo camino porque no ha llegado la maestra del Programa de Cuido de Niño”, denunció.

De otra parte, dijo que con tantas horas libres algunos estudiantes se ofrecieron a ayudar dentro de los salones recurso, pues solo hay siete maestros de Educación Especial para toda la matrícula.

“Se ofrecieron a hacer esas horas en el salón, pero no les permitieron porque tiene que hacerlas fuera de horas de clase”, dijo, lamentando que la burocracia del sistema termine afectando a quienes quieren salir adelante.

Primera Hora hizo intentos por comunicarse con la dirección de la escuela, pero no estuvo disponible.