Utuado.– La tormenta tropical Erika desató fuertes ráfagas en horas de la mañana de este viernes en el área montañosa del centro de la Isla, y causó la caída de árboles y postes y cables del tendido eléctrico por doquier, ocasionando a su vez daños a viviendas y el cierre parcial o total de carreteras, así como la falta de servicio eléctrico en varios sectores de los municipios de Utuado, Adjuntas, Lares, Ciales y Jayuya. 

Alrededor de una decena de viviendas había sufrido daños de diversa magnitud, y una casa el sector Pejellas, de Adjuntas, resultó totalmente dañada luego que en la misma se desatara un incendio, según explicó Ángel Pérez, director de la Agencia Estatal para el Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (Aemead) en la Zona VII, que abarca los cinco municipios antes mencionados.

A pesar de los inconvenientes provocados mayormente por el viento, no había reportes de personas lesionadas, a excepción de una persona con heridas leves. “Solo hubo un caso en Ciales, donde una persona intentó sacar unas ramas de árbol de encima de un cable de teléfono y resultó con unas heridas leves. Lo llevaron a Manatí para evaluación”, explicó Pérez. 

En total, la oficina regional de manejo de emergencia había recibido y manejado 36 querellas hasta las primeras horas de la tarde. 

“La mayoría (de los problemas) ha sido mucho tendido eléctrico (caído), demasiado”, añadió Pérez, destacando que los incidentes comenzaron a reportarse a eso de las 7:50 a.m. cuando se empezaron a sentir las ráfagas de viento más fuertes, que se extendieron de forma intermitente hasta casi el mediodía, a veces acompañadas de aguaceros fuertes. 

Ocho personas se habían movido a refugios en Adjuntas durante la mañana, pero para la tarde todas estaban de vuelta a sus residencias. 

“Tenemos postes caídos en Castañer, Utuado, Jayuya y Ciales. Unos ocho postes en total”, detalló Pérez. 

En cuanto a casas afectadas, el reporte de la oficina regional de manejo de emergencia daba cuenta de que en el barrio Pellejas, de Adjuntas, además de la casa que se quemó, a cinco casas aledañas les explotaron los contadores eléctricos. 

También en Adjuntas hubo otras dos casas afectadas. A una se le voló el techo, y a otra le cayó un árbol y dañó parte del techo. Las personas afectadas en esos casos están en casa de familiares. 

En Lares, hubo tres residencias afectadas que perdieron parte de sus techos por los vientos. Una de las viviendas está en el barrio Bartolo, y sus ocupantes fueron alojados en la iglesia católica del barrio. Las otras casas dañadas están en los barrios Palma Sola y Castañer. 

Ya entrada la tarde, brigadas de manejo de emergencias estatales y municipales, así como de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), trabajaban arduamente por abrir paso en muchas de las carreteras que quedaron interrumpidas por la caída de árboles y cables. En algunos sectores, incluso los vecinos habían puesto manos a la obra y limpiaban las vías. 

Este medio intentó llegar a dos de las zonas con viviendas afectadas, pero en ambos casos las vías estaban interrumpidas por los árboles caídos y diferentes brigadas trabajaban para reabrirlas.

“Tenemos muchas carreteras afectadas”, afirmó Pérez.

“En la 123, de Adjuntas a Utuado, hay muchos árboles caídos. En la 135, de Adjuntas a Castañer, tenemos árboles caídos y un derrumbe que se está atendiendo. En la carretera 605, del barrio Viví Arriba, en Utuado, hay árboles y cables caídos. En la 140, en Jayuya, también hay árboles y cables caídos”, enumeró Pérez. 

De igual forma, a causa de los cables y árboles caídos había “muchos sectores sin luz en Jayuya, Ciales, Lares y Adjuntas”. 

En horas de la tarde, si bien el viento había disminuido bastante, aún se registraban aguaceros en esta área, que en ocasiones eran bastante copiosos, por lo que aún era posible que ocurrieran más caídas de árboles e interrupciones del servicio eléctrico.

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