Los restos humanos más antiguos de Puerto Rico apuntan a una rica cultura
Los autores advierten de que es difícil extraer conclusiones generales a partir de pruebas limitadas.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Los restos humanos más antiguos de Puerto Rico datan de 1,800 a. C. y sus prácticas funerarias apuntan a que debió de existir un complejo paisaje cultural, en contra de las suposiciones previas sobre esos pueblos.
Hasta ahora, existe poca información detallada sobre cómo vivían los primeros habitantes de Puerto Rico, pero un nuevo estudio que publica Plos One y firman investigadores de la Universidad de Miami y del Instituto Nacional de Arqueología, ambos estadounidenses, aportan nuevos datos.
La investigación confirma por datación directa que los restos encontrados son los más antiguos recuperados hasta ahora en la isla. Fechados entre 1,800 y 800 a. C. abarcan 1,000 años de enterramientos en el yacimiento de Ortiz (suroeste de Puerto Rico).
El estudio de estos primeros restos proporciona “una visión de la vida de algunos de los primeros habitantes de la isla como indicios tentadores de la existencia de un grado de ‘complejidad’ cultural diferente del que se suele atribuir a estos primeros pueblos”, escriben los investigadores.
Los primeros habitantes de Puerto Rico podrían haber utilizado lugares de enterramiento y prácticas mortuorias comunes durante muchos siglos.
Puerto Rico estuvo habitado varios miles de años antes de la Edad de la Cerámica, pero poco se sabe de esos primeros pobladores debido a la escasez de pruebas e investigación, con solo 20 individuos antiguos reportados.
La nueva investigación presenta resultados arqueológicos, osteológicos, radiológicos y análisis de isótopos de los restos de cinco individuos del yacimiento Ortiz, lo que representa una adición sustancial a la información arqueológica sobre esa era.
Las prácticas mortuorias, incluida la colocación de los cuerpos y el ajuar funerario asociado, son similares a las de otros yacimientos primitivos, “lo que indica prácticas de enterramiento estándar a lo largo de muchos siglos”.
Además, el análisis de isótopos de estroncio señala que los individuos enterrados nacieron en diferentes lugares geográficos cercanos, con lo que el yacimiento de Ortiz podría haber tenido un significado cultural como espacio mortuorio común para varias comunidades locales.
En todo caso, los autores advierten de que es difícil extraer conclusiones generales a partir de pruebas limitadas, pero estiman que estos resultados apuntan a una larga historia de uso persistente y formalizado de un lugar común durante siglos.
Los resultados de este estudio, y de otros que esperan que se puedan hacer en el futuro, arrojan luz sobre lo que “probablemente fue un paisaje cultural más vibrante y variado de lo que se apreciaba hasta ahora”.
La investigación documenta -escriben los autores- “los enterramientos fechados más antiguos de la isla de Puerto Rico y proporciona una detallada visión científica y cultural de la vida de algunas de las primeras personas que habitaron esa isla. Esperamos que este trabajo contribuya a replantear nuestra comprensión del pasado profundo de Puerto Rico y el Caribe”.