Llegada de sargazo sigue siendo un dolor de cabeza para los municipios
Científicos han caracterizado estas grandes acumulaciones como una amenaza a la salud pública.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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La incómoda textura y el putrefacto hedor del sargazo es algo que, por los pasados cuatro años, se ha convertido en algo más común en las playas del sur y este de Puerto Rico.
Y es que desde el 2018 la acumulación de sargazo en las costas ha aumentado. Oceanógrafos prevén que este hacinamiento solo incrementará con el pasar de los años, creando alfombras gigantescas de sargazo.
Así lo pronosticó el oceanógrafo e investigador en el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR), William Hernández, quien por dos años forma parte del proyecto de SeaGrant “Desarrollando herramientas para la toma de decisiones para el manejo del sargazo en áreas costeras” que busca establecer estrategias de monitoreo para el sargazo y proveer recomendaciones de manejo a las agencias gubernamentales, como el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), para su recogido y mitigación.
“Lo que hemos visto es que desde el 2018 hasta acá ha habido una acumulación constante y no hay tiempo de remover. Entonces, se acumula el sargazo encima del año anterior”, atestiguó el científico.
Principalmente, el aumento se debe a la contaminación ambiental, específicamente el calentamiento global, pues esto provoca más polvo de Sahara en el ambiente, una mayor cantidad de escorrentías que salen de las Amazonas y el aumento en la temperatura, ingredientes ideales para la creación de sargazo en el mar que se aposenta en las costas del este y suroeste de Puerto Rico, así como en las costas de México y otras islas caribeñas.
“Desde el 2011 fue que comenzaron los eventos del sargazo en el Caribe occidente y siendo el 2018 (el año) pico que se da por grandes concentraciones en el Caribe y Atlántico. Este efecto ha ido aumentando a través de los años. Va a seguir y puede ser que siga. Los efectos del cambio climático, principalmente el calentamiento global, tienen un efecto secundario”, explicó el experto.
Según describió Hernández, las playas de Yabucoa, Fajardo, Luquillo, Humacao, Guánica y Lajas -específicamente en el área de La Parguera- suelen ser las áreas más vulnerables en Puerto Rico. En esta temporada, que suele comenzar en mayo y extenderse hasta noviembre, Guánica, La Parguera y Luquillo tienen mayores acumulaciones.
“En general, el este y el sur son los más vulnerables. Los patrones de viento influyen grandemente y las corrientes (del mar). En cierta manera, la orientación geográfica limita la acumulación en otras áreas y en el oeste. Otras islas no tienen la misma suerte que Puerto Rico (por cuanto se acumula el sargazo en la mayor parte de sus costas)”, sostuvo.
Aunque Ricardo Colón, oficial de manejo del corredor ecológico del noreste del DRNA, concordó que la cantidad de sargazo ha aumentado drásticamente recientemente, descartó que se trate de una amenaza a la población. Máxime, señaló que las acumulaciones del 2021 fueron aún mayores que el actual.
“Es algo que es normal. Nosotros enfatizamos que es natural. Lo que no es natural es el exceso y solamente se toma acción cuando vienen cantidades bien, bien altas”, aseguró.
¿Qué se está haciendo?
“¿Recursos Naturales? Acho, ¡la respuesta es ninguna!”.
Esta fue la reacción inmediata del alcalde de Guánica, Ismael Rodríguez, al cuestionarle sobre la respuesta del DRNA para limpiar las costas guaniqueñas, particularmente la de la comunidad Guaypao donde la acumulación es mayor.
“Eso se pudre mayormente y crea una situación ambiental allí en esa área que entendemos que causa daño a los residentes que están cerca”, resaltó.
De acuerdo a Colón, los municipios “tienen y han tenido la potestad” de adquirir sargaceras, o un tipo de tractor rastrillo, para recoger el alga después de contar con la autorización del Departamento para su uso, lo que pretende garantizar que se cuide de la vida marina y los manglares. Por su parte, la Administración de Servicios Generales (ASG) hizo una subasta hace dos semanas para adquirir sargaceras ya que, al momento, el DRNA no tiene disponibles para uso inmediato.
Sin embargo, el traspasar la responsabilidad al municipio, según Rodríguez, resulta un golpe económico inmenso. Aseguró que el año pasado la administración municipal de Guánica alquiló maquinaria para recoger el sargazo, que requirió una inversión de $30,000, y se depositó en la playa La Espalda, donde no hay residencias ni negocios aledaños. Este año, estima que la inversión será aún mayor, ya que “ha llegado prácticamente el doble” de sargazo a la costa.
El ejecutivo municipal se mostró con cierto grado de frustración al conversar sobre el tema, pues se requiere la autorización expresa del Departamento para limpiar las playas. Empero, recalcó que ha enviado cartas a la secretaria interina del DRNA, Anaís Rodríguez Vega, para comenzar la limpieza y aún no ha recibido respuesta.
“Lo que ellos hicieron el año pasado, colaboraron sí, pero también estaban fiscalizando, que no podíamos tocar los mangles, que no podíamos hacer una cosa o la otra y, pues, también nos limitan. Tampoco tienen la voluntad de buscar soluciones a problemas, sino que cuando nosotros hacemos algún tipo de movimiento lo que vienen es a fiscalizarnos. Entiendo que esa parte es jurisdicción de ellos y deben, entonces, tomar acción sobre ese tema. Nosotros estamos para colaborar, pero como municipio pequeño hacer la inversión solamente nosotros y con el dinero contado se nos hace cada vez más difícil”, puntualizó.
Por su parte, el alcalde luquillense Jerry Márquez concurrió que invertir del presupuesto local entumece las arcas municipales, sobre todo con los recortes que han tenido los gobiernos locales en años recientes.
“(El recogido de sargazo) no es una de nuestras áreas presupuestadas, pero solamente en maquinaria, combustible, horas hombre, hay una cantidad de dinero que hay que invertir en un área que no es la que estamos por ley llamados por atender, porque la jurisdicción son las aceras y las calles municipales. El área de la arena ya eso es Recursos Naturales y el Cuerpo de Ingenieros. Pero, hay otro detalle ahí, que los ciudadanos, que son mis constituyentes, que quieren usar las playas (piden la limpieza) y, entonces, ahí entramos nosotros”, manifestó.
“A nosotros nos imponen cargas económicas afectando nuestro presupuesto, entiéndase el Estado. El Estado nos quita del presupuesto y, sin embargo, nosotros, ante la crisis que también tiene el Estado, tenemos que atender las cosas que son del Estado per sé. Es, de verdad, un desfase en el país bien preocupante”, agregó.
Márquez y Colón aseguraron que, en Luquillo, próximamente se comenzará a limpiar el sargazo, específicamente en Costa Azul donde hay mayor acumulación.
“Ellos me lo están dejando a mí que lo haga y sí, es un proceso lento. Pero, por otra parte, también yo comprendo la posición de Recursos Naturales, porque allí hay unos nidos y unas especies en peligro de extinción”, indicó al mencionar que el sargazo que se recoge del mar se deposita en las áreas verdes adyacentes a la costa.
“Tenemos que estar todos en la misma página de la forma que lo vamos a hacer, porque si bien nos preocupa el sargazo, más nos preocuparía que más vayamos a afectar, como un nido de tinglares”, añadió.
De parte del DRNA, Colón aseguró que se hicieron varias órdenes de compra el año pasado con una inversión de $15,000, provenientes de fondos federales de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, en inglés) para adquirir barreras flotantes para evitar que el sargazo llegue a la costa. Asimismo, las órdenes de compra incluyen una embarcación que recogerá el sargazo desde el agua. Esto es precisamente una de las recomendaciones que incluirá Hernández en su estudio.
“Nuestra recomendación va a estar atada, no tan solo en estrategias de mitigación de sargazo, sino evitar que llegue a la costa (y) evitar que llegue (a la costa)”, adelantó al indicar que el estudio culminará a principios del 2023.
“Yo creo que lo más viable, por lo que yo he visto, son líneas con boyas flotantes. Se ha hecho en otros países para que el sargazo se acumule ahí y no llegue a las costas. Una vez llega a la costa es bien difícil”, coincidió el también oceanógrafo Roy Armstrong, quien monitorea la costa del suroeste.
Mucho más que un fastidio
El sargazo no solo obstaculiza el acceso al agua y espanta turistas, sino que esta bacteria marina emite gases, al igual que amenaza a los manglares sofocándolas y a las tortugas marinas, pues cuando los neonatos emergen de sus nidos y se dirigen a las aguas del mar, el sargazo las atrapa y, en ocasiones, quedan boca arriba y mueren.
Al aposentarse en las costas, esta alga marina comienza a descomponerse. Es durante este proceso de descomposición que emana sulfuro de hidrógeno y amoníaco, creando así un problema de salud pública.
“Una vez se acumula ahí se desimpone, se hunde, libera gases tóxicos, disminuye el oxígeno y PH del agua. (El agua se torna) más acida y esos son ambientes bien tóxicos para la vida marina, crea mortandad de peces directa e indirectamente y afecta la calidad de las yerbas marinas en aguas marinas”, dijo Armstrong.
Acorde a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés), el sulfuro de hidrógeno es un gas incoloro con irradia un olor similar a huevos podridos. La exposición podría provocar irritación en los ojos y el sistema respiratorio. En exposiciones extremas, podría ocasionar apnea, comas, convulsiones, mareos, dolores de cabeza, debilidad, irritabilidad, insomnio y malestar estomacal.
Mientras, los CDC indicaron que alta exposición al amoníaco puede irritar y quemar la piel, boca, garganta, pulmones y los ojos. En el peor de los casos, puede dañar los pulmones o causar la muerte.
Por ende, el sargazo ha sido el tema de discusión en varios artículos científicos en el transcurso de los años, donde resaltan el efecto de estos gases en turistas y residentes que habitan aledaño a las costas con estas acumulaciones.
En el 2020, un grupo de científicos publicó el artículo “Amenaza para la salud el alga de sargazo en el Caribe: características clínicas de una población expuesta a sulfuro de hidrógeno durante varamiento masivo del 2018″ que, entre enero a diciembre de 2018, recopiló los hallazgos de un análisis de 154 pacientes que acudieron a sus médicos por sufrir de trastornos neurológicos (80%), digestivos (77%) y respiratorios (69%).
El estudio sugirió que estas personas, que viven en áreas de varamientos masivos de sargazo estuvieron expuestos a 5 partes por millón (ppm) de los gases en 50 días, pues eran más susceptibles a sufrir de náuseas, lagrimeo, dolores de cabeza o pérdida del sueño, así como problemas de las vías respiratorias en pacientes con asma.
Asimismo, otro grupo de científicos envió una carta al Journal of Travel Medicine en el 2019 titulada “Lo que todo médico de viajes debe saber sobre el sargazo: cinco puntos claves” coincidiendo que la descomposición libera estos gases que causan problemas respiratorios, cutáneos y síntomas neurocognitivos en poblaciones locales e itinerantes, enfatizando que el sargazo es un problema de salud pública que afecta a los turistas internacionales.
Algunas ventajas
No todo lo relacionado con el sargazo es negativo. Las masas también sirven como áreas de alimentación y vivero en las etapas juveniles de más de 100 especies de peces de importancia comercial y recreativa tales como sierras, jureles, atunes, peje puerco, barracudas, peto, dorado y peces de pico, acorde al DRNA.
Además, residentes en países como México han aprendido a aprovecharlo, reciclando la materia para usos en la vida cotidiana. Se han creado ladrillos con la materia, así como libretas y hasta zapatos. No obstante, sí tiene sus límites, pues, aunque se ha utilizado como fertilizante, los metales pesados que contiene resulta dañina para el ambiente.
“Hay que tener cuidado, porque acumula metales pesados, como arsénico. Hay que hacer pruebas antes de usarlo para cosechas”, advirtió Armstrong al también resaltar el reto de almacenar el sargazo que se intente reciclar.
De parte del DRNA, no se ha está gestionando estrategias activas para reciclar las algas. Colón aseguró que estaría en las manos de empresas privadas si desearían utilizar el sargazo para su reciclaje.
“Eso no está en el deber ministerial de Recursos Naturales (el innovar) en diferentes tecnologías”, señaló.
Pese a esto, los alcaldes que conversaron con Primera Hora afirmaron estar dispuestos a buscar estas rutas alternas para el uso del alga.
“Sería muy bueno. Requiere primero investigación, porque ciertamente donde lo están haciendo no lo están haciendo por hacer, sino porque está resultando en soluciones positivas”, manifestó Márquez.
“Debemos buscar esas alternativas, pero eso se debe hacer con una estrategia antes de que eso se acumule en un área como, por ejemplo, se acumula en el sector Guaypao que se pudre. Hemos visto diferentes vídeos, información, también tenemos esa información que se utiliza ese material para distintas cosas, pero necesita haber algún tipo de estrategia, algún tipo de iniciativa de estas agencias, tanto de Recursos Naturales o el Cuerpo de Ingenieros o algo Federal, algo por el estilo, que nos tenga alternativas entonces para poder mitigar ese sargazo antes de que llegue a las costas. Pedimos acción”, reiteró el alcalde de Guánica.