La representante del Negociado del Censo en Puerto Rico, Giselle Laffitte, hizo hoy un llamado a la cooperación de la gente ahora que el Censo 2020 entra en una fase crucial para Puerto Rico, en la que sus empleados estarán yendo casa por casa en un esfuerzo por contar a todos, de manera que luego se puedan asignar los fondos necesarios para cubrir las necesidades de la población.

Según detalló, a tan solo semana de que se termine el conteo de personas, Puerto Rico anda bastante retrasado, con apenas un 28% de respuesta. Sin embargo, se mostró esperanzada en que ahora que están yendo puerta por puerta puedan llegar al 100% de respuestas

“Deben dejar a los entrevistadores del Censo 2020 que hagan su trabajo. Es obligatorio por ley y es muy importante para todas las personas que viven en Puerto Rico, para los beneficios que se recibirán en los próximos 10 años. Beneficios de toda clase, de fondos federales, de servicios directos, de trabajo, de empresas, negocios, organizaciones sin fines de lucro que reciben dinero de fondos federales para poder ofrecer sus servicios”, explicó Laffitte.

Reiteró que responder al censo “es obligatorio por ley”, y que bajo la Constitución de los Estados Unidos “hay que hacer un censo decenal cada diez años, es obligatorio por ley”.

“Así que tenemos que dejar que los censistas que van a ir casa por casa puedan entrevistar a todos esos residentes para llevarse la información, que es totalmente confidencial, y es una información bien sencilla”, insistió.

Laffitte aclaró que entre las 10 preguntas que hacen, no se pregunta nada relacionado a cuentas bancarias o número de seguro social, sino que se limita a preguntas sobre las características de la población.

“Ese trabajo se va a estar realizando hasta finales de septiembre, ir a todas estas casas y residencias que no han contestado el cuestionario, ya sea en línea, por teléfono o por correo con un sello predirigido”, explicó.

Laffitte anticipó que los números de participación comiencen a aumentar rápidamente en los próximos días y aseguró que “estamos trabajando todos los días, incluyendo sábados y domingos. Tenemos suficientes empleados, reclutamos suficientes empleados y estamos constantemente entrenando a empleados nuevos para que vayan por todo Puerto Rico”.

Pero para lograr su cometido, insistió, necesitan la colaboración de todos, y que no se le impida el paso, o no reciban a los empleados del censo.

“Lo podemos lograr. Pero es importantísimo que las personas nos abran la puerta. Deben de dejar entrar a estos empleados federales, que tienen una confidencialidad, porque no pueden, bajo ningún concepto, divulgar ninguna información, porque está protegida por ley, de ninguna persona que vive en Puerto Rico”, afirmó.

“Es muy importante que las personas, los residentes, en los controles de acceso, en los apartamentos, que dejen entrar a los empleados”, reiteró, agregando un llamado a guardias de seguridad, comunidades con acceso controlado y condominios a permitir el acceso a los empleados del censo y asistirles en su importante labor.

Comentó que los empleados están tomando todas las medidas de seguridad para protegerse y proteger a las personas contra el COVID-19. Agregó que todos los empleados del censo tienen una identificación, con foto, una tableta con el logo del Negociado del Censo que no tienen nadie más que los empleados del censo.

Sostuvo que, si la persona lo prefiere, puede atender al censista a través a alguna ventanilla en su puerta, al otro lado de una reja, o como se sienta más cómoda, pero que respondan a las 10 preguntas que le harán.

Laffitte detalló que entre las preguntas que se hacen está el nombre de la persona, su teléfono, la fecha de nacimiento, la dirección física del hogar, la cantidad de personas que viven en el hogar, la raza, la nacionalidad, el parentesco entre las personas que vienen en ese hogar, y si el hogar es rentado o propio. Aclaró que se pide nombre, teléfono y dirección para poder verificar información de ser necesario, y que no se duplique ninguna persona.

Aclaró que no se le pregunta a nadie sobre el estatus migratorio y llamó a todo migrante a participar, sin importar su estatus, y que esa información “está protegida por ley y no puede divulgarse con ninguna otra agencia, ni federal ni estatal, ni con el FBI, la policía, el Departamento de Justicia, Vivienda, nadie”.

“No deben temer a participar. Esta información en realidad es para beneficio económico y comercio, de Puerto Rico y de los Estados Unidos. Con esto es que se planifica, como es que la gente… las edades de las personas, dónde están viviendo, cómo podemos ayudar en la planificación económica, cómo podemos ayudar para que un negocio próspero, una compañía ya sea de cualquier lugar pueda venir a Puerto Rico, pueda aportar a la economía de Puerto Rico, a lograr nuevos empleos, porque van a mirar la cantidad de la población y sus necesidades”, sostuvo.

Indicó que ese conteo del censo sirve también para que grandes empresas planifiquen la posible expansión o establecimiento de operaciones en algún lugar de Puerto Rico.

Laffitte aclaró que si el empleado del censo no logra encontrar a nadie en la residencia, va a volver hasta tres veces. Insistió en que, de cualquier manera puede responder a través del teléfono 1-844-418-2020 y el 1-844-426-2020 si prefiere en español; a través del portal my2020census.gov, o por correo regular.

Además, el censo tiene unos centros de asistencia en Plaza Las Américas, Plaza San Patricio, así como en “en casi todos” los supermercados Econo y en supermercados Selectos, que están colaborando con el censo. Además, hay centros de asistencia en cada alcaldía a través de toda la isla.

La funcionaria aclaró además que es posible que algunas personas que ya respondieron comoquiera reciban la visita de un empleado, porque la información quizás tardó en registrarse, y recomendó responder al censista de todas maneras.

“Así que no hay razón para no participar y no ser contado, tienes muchas posibilidades”, reiteró Laffitte. “Es bien importante que nos cuenten. No deben tener miedo. Esto es beneficioso para todos por igual, para que nuestros servicios sean ofrecidos adecuadamente por los próximos diez años. Por que si no nos cuentan, son miles de millones de dólares que podríamos perder, anualmente, por los próximos diez años”.