Acostumbrados a las preparaciones rápidas contra los embates de los fenómenos atmosféricos, los pescadores viequenses ya aseguraron sus embarcaciones en espera del paso de la tormenta tropical Erika por la isla municipio esta tarde.

Los botes pequeños fueron llevados a los hogares mientras que los más grandes fueron transportados a la Bahía Bioluminiscente. “Siempre ha sido un puerto de pescadores y se ha usado como refugio”, explicó el pescador Prieto Ventura.

“Los extranjeros que tienen normalmente tienen veleros los llevan a la Bahía Puerto Ferro que queda un poco más al este de la bioluminiscente ya que necesitan más profundidad. Otros barcos que vienen de las Islas Vírgenes usan la Bahía Ensenada Honda, que es de bastante profundidad, bien amplia y tiene unos recovecos que se pueden meter embarcaciones y servir de un refugio excelente. Las que no tienen protección en Islas Vírgenes las traen y las protegen ahí”, detalló el viequense.

Según Ventura, los preparativos para la tormenta comenzaron desde hace dos a tres días tras las experiencias que han tenido con los pasados huracanes, especialmente, el imborrable Hugo.

“Todo se ha hecho con bastante tiempo. Sabemos que el mar se descompone con facilidad y hay que hacerlas con premura. Entendemos que las tormentas no se pueden subestimar. Así que nos preparamos y nos evitamos dolores de cabeza y el poner en riesgo a los rescatistas”, añadió.

En horas de la mañana el clima se encuentra bastante normalizado en la isla. El pescador mencionó que hay un poco de brisa entrando por el noroeste, además de que se asoma el sol den diferentes momentos.

“Todo está tranquilo y fluyendo prácticamente normal. No hay muchos vehículos moviéndose por las calles. En el pueblo hay un poco más de movimiento de la gente haciendo sus últimos preparativos. Hace varios días había más movimiento en los supermercados”, dijo.

El mayor problema que enfrentan los residentes es el abasto de gasolina ya que no hay tanques de reserva y dependen del movimiento de las embarcaciones.

“Ya aquí es parte de nuestro diario vivir que a partir de cierta hora uno no se puede correr riesgos innecesarios”, mencionó el pescador. 

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