Listas para el frente de batalla
Dos mujeres boricuas, miembros de la Guardia Nacional de Puerto Rico, hacen historia tras aprobar el entrenamiento para obtener la especialidad de infantería.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 años.
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Listas para ir al frente de batalla se encuentran las sargentos Amy González y Evelyn J. Cameron Tapia, quienes en días recientes se convirtieron en las primeras boricuas pertenecientes a la Guardia Nacional de Puerto Rico (GNPR) en completar el entrenamiento que así lo permite.
Las soldados hacen historia en la milicia al ser las primeras mujeres de la GNPR, procedentes de la Isla, con la especialidad de infantería. Esto se logara luego que GNPR en el 2016 -a tenor con las directrices del Departamento de la Defensa de los Estados Unidos-, permitiera el reclutamiento y participación de mujeres en todas las especialidades militares.
Pero lograrlo fue algo que siempre tuvo presente para González, porque desde pequeña siempre le atrajo el mundo militar. Tan así, que una vez cumplió sus 17 años, la toabajeña se enlistó para entrar al cuerpo militar.
“Siempre lo supe, desde chiquitita. Yo vi el anuncio y supe que esto era lo que yo quería hacer. Me gustaba cuidar a los demás. Yo era la mamá del grupo. Cuidaba por todo el mundo, velaba por todo el mundo y eso se quedó en mí hasta grande. De grande ya era bien disciplinada, siempre fui bien disciplinada. Cuando cumplí 16 empecé a estudiar para tomar el examen de las Fuerzas Armadas que es en inglés y matemática. Como vengo de escuela pública, que el inglés no es el fuerte de las escuelas públicas, pues entonces tenía que fajarme un poquito más para poder pasar el examen. Así que desde grado 11 estudié y estudié hasta que logré enlistarme ahí en grado 11 de escuela superior”, relató.
Ahora, después de ocho años en la GNPR como especialista en montaje de puentes (especialidad miliar 12C2O), González aceptó el reto de la rama de infantería, cuyo entrenamiento Eleven Bravo (11B), como se le conoce al curso, demandó preparación tanto física como mental para eventualmente poder lidiar con lo que podrá encontrarse en combate.
Según explicó González, quien se graduó el pasado viernes junto a su compañera Cameron Tapia, con el curso ahora son soldados preparadas para ir de frente al cuerpo de batalla y hacer patrullajes. “Básicamente es el soldado que está más inclinado a combate dentro de todas la instalaciones que hay de combate, por decirlo así, el más expuesto, es el primero”, dijo.
Las militares estuvieron sumidas en el intenso entrenamiento realizado en el Campamento Santiago, en Salinas, por aproximadamente tres semanas, donde no solo se midió su capacidad física sino la mental.
“Físicamente es lo más fuerte que he hecho en mi vida. Es retante, bien retante y bastante gratificante. El lazo que hemos podido crear no tan solo con compañeros, no tan solo de Puerto Rico, aquí tenemos compañeros de todos los estados que han estado con nosotros también haciendo la reclasificación de su trabajo o cambiándose a este tipo de trabajo, pues ha sido bastante gratificante”, indicó.
Como parte del curso, González indicó que se trató de completar misiones impuestas a diario, que entre otras cosas, requirió hacer 5 millas en menos de 45 minutos hasta hacer caminatas de 12 millas con alrededor de 120 libras encima distribuidas entre equipo y uniforme.
“Realmente aquí es condición física mezclado con técnica. Tienes que aprender y adaptarte rápido a la técnica porque esto no es como dicen en las películas que tu entras y haces un reguero como todas las películas, esto es una técnica, tu tienes que lograr la misión que te asignen, que son misiones de combate, pero tienes que lograrla procurando el bienestar de tus compañeros y el bienestar de los que están ahí”, indicó la mujer de 24 años.
“Todo es un misterio, tú no sabes con lo que te vas a encontrar de frente, así que cuando digo que es bien fuerte es que ciertamente, teniendo todo el equipo encima, tú tienes que pensar rápido, mover, correrte y seguir teniendo 85 libras encima”, apuntó.
Al entrenamiento entraron tres mujeres, pero solo González y Cameron Tapia pudieron completarlo por las dificultades que implicó. “Realmente es una escuela bien fuerte, es de ese tipo de entrenamiento, que si lo logras es un sueño y si no lo logras no hay manera de que alguien te pueda juzgar porque por lo menos los que están dentro de las fuerzas saben lo fuerte que es el entrenamiento”, apuntó.
Sin embargo, las misiones ya llegaron a su fin y para la sargento González más que un reto, fue una meta cumplida.
“Esto significa llegar hasta donde jamás pensé. Ciertamente, cuando yo entré a la milicia, que tenía toda la intención de hacerlo, las mujeres todavía no tenían permitido entrar a este tipo de trabajo, la transición se hizo algunos dos o tres años después que empezó la transición a hacer la inclusión de mujeres aquí en la infantería y como no pensaba que esto de la inclusión iba a surgir cuando yo entré, pues era una de esas metas que tu dices, ‘pues a lo mejor no me toque nunca’ y ahora ciertamente, estoy bastante orgullosa de hasta donde he llegado porque de verdad que ha estado bastante fuerte”, confesó.
A su salida de la graduación de la escuela de infantería, Cameron Tapia dijo sentirse orgullosa de haber completado el entrenamiento pero sobre todo de representar a la mujer puertorriqueña.
“Siento muchas emociones a la vez. En un momento pensé que no que no lo lograría. Estoy feliz y orgullosa de poder representar a las mujeres en este campo militar, satisfecha de haber dado el máximo y lograr mi meta”, apuntó.
Ahora, asegura que vas tras nuevas experiencias que le permitan ampliar sus destrezas y conocimientos en la milicia. “De aquí en adelante voy en busca de nuevas experiencias y ampliar mis destrezas y conocimientos a través de misiones y nuevos entrenamientos relacionados a la infantería. Es algo que me gusta y estoy abierta a nuevas oportunidades”, dijo.
Según datos provistos por la GNPR, se estima que las mujeres forman el 14 por ciento del Ejército Regular, el 23 por ciento de la Reserva y el 16 por ciento de GNPR. Actualmente de los 5,760 miembros que pertenecen a la GNPR, 767 son mujeres.