A sus 90 años de edad -60 de ellos enseñándole a niños a leer y a escribir-, Lilia María Rivera Morales no piensa en tirar la toalla ni abandonar el salón de clases.

Al contrario, presentó su primer libro, titulado “El método ecléctico Lily, metodología para padres y educadores de Puerto Rico”, que esboza la táctica de su autoría para propiciar la enseñanza de la lectura y la escritura desde el primer grado. La iniciativa, que cuenta con probado éxito, combate la lectoescritura, método implementado por el Departamento de Educación en la década del 1990.

“Yo tengo que seguir ahí. Los maestros no tienen culpa. Es el sistema, es el currículo que nos quitaron todo lo que había, botaron los libros, trajeron la lectoescritura que tiene a Puerto Rico hundido. La lectoescritura tiene sus virtudes, pero señor, no tiene un sistema para enseñar a leer y escribir como Dios manda. Lo que yo tengo es mi experiencia”, exclamó Rivera Morales a Primera Hora.

Nacida en 1932 en Naranjito, Rivera Morales ha dedicado su vida a enseñar. Recalcó que su propósito es que los niños se motiven a leer y a escribir “para que se puedan abrir paso en la vida”.

Su primer acercamiento con el sistema educativo se dio a través de su tía, quien fue maestra por 44 años. Antes de zarpar hacia los Estados Unidos, Rivera Morales estudió un año en la Universidad de Puerto Rico. A su regreso a la Isla en 1956 se convirtió en maestra de inglés en la escuela superior de Naranjito.

“Yo cogí unos talleres en los años 50 y pico. Yo vine del salón de inglés. Trabajaba como maestra de inglés y cuando Celeste Benítez vino al sistema (como Secretaria de Educación) en 1972-73 que se estaba cayendo Puerto Rico, yo enseñaba a leer, enseñaba inglés, pero muchas veces los estudiantes leían en inglés y no en español. Pero, ¿cómo es eso? Ya yo estaba en la escuela superior enseñando y pedí la oportunidad para enseñar al primer grado. Se me dio la oportunidad”, relató Rivera Morales sobre sus comienzos.

Lilia Rivera Morales hizo la presentación de su libro en su pueblo natal de Naranjito ante el alcalde, familiares, amigos y maestros.
Lilia Rivera Morales hizo la presentación de su libro en su pueblo natal de Naranjito ante el alcalde, familiares, amigos y maestros. (Suministrada)

La educadora señaló que sus grupos de estudiantes registraban altas puntuaciones en las evaluaciones escolares porque su método ecléctico rendía frutos, razón por la cual ha tenido varios salones a su cargo en distintos planteles. De hecho, Rivera Morales todavía lo imparte de manera voluntaria en escuelas de Naranjito, Barranquitas, República Dominicana y donde sea bienvenida.

Lista para continuar

Si bien Rivera Morales cree que el sistema educativo en Puerto Rico se encuentra en una situación precaria, aseguró a Primera Hora estar dispuesta a enrollarse las mangas y trabajar junto al Departamento de Educación y su secretario, Eliezer Ramos Parés, para resolverlo.

“Que me dé todos los grupos que tenga abajo de lectura, me dé tiempo para yo reunir a todos los maestros, pasarlos por el proceso y que cada distrito tenga un coordinador para atender y dar seguimiento para que saquemos a Puerto Rico de esta tan terrible situación que tenemos de no lectores y que no lean ni escriban como se debe”, manifestó la educadora con la vivacidad que la caracteriza.

El método ecléctico de la educadora utiliza lo que ha catalogado como las cinco artes del lenguaje: observar, escuchar, hablar, leer y escribir, además de incorporar herramientas como la fonética y el dictado.

De acuerdo al doctor Jacinto Santos, editor del libro de Rivera Morales, “el método trabaja desde lo más simple del idioma hasta lo más complejo. Cuando el niño lee, se revierte desde el párrafo hasta lo más simple para asegurar la comprensión lectora. Es de las partes hacia el todo y del todo a las partes”.

Rivera Morales presentó su libro en su natal Naranjito, ante la presencia del alcalde Orlando Ortiz Chevres, así como un salón lleno de familiares, amigos y maestros, en el Centro de Bellas Artes del municipio.

“Lily no me dio clases, pero hay mucha enseñanza de parte de ella que he recibido. Para mí es un honor que a sus 90 años esté presentando un libro. La primera enseñanza es que no hay edad para enseñar, que no hay edad que te limite cuando tienes el deseo, cuando tienes la pasión, máxime cuando es de educar”, exclamó Ortiz Chevres.

Rivera Morales, por su parte, le comentó jocosamente que le diera acceso a más escuelas para continuar su método educativo.

La actividad también sirvió como testimonio de admiración hacia Rivera Morales, pues el joven Freddie Ayala le dedicó una décima.

No empece a la celebración, la educadora parte hacia República Dominicana el 12 de septiembre por dos semanas para continuar su gesta. El vecino país, contó, atesora el trato que recibe de parte de los demás educadores y ciudadanos, así como el conocimiento general que impera en las calles sobre el prócer Eugenio María de Hostos y el hecho de que los estudiantes cantan su himno nacional todas las mañanas en la escuela.

“A mí nadie me saca de la escuela. (Me sacan) muerta, arrastrada”, sentenció Rivera Morales.