El huracán Lee avanzaba el domingo por aguas abiertas justo al noreste del Caribe, provocando un fuerte oleaje en varias islas.

No se pronostica que la tormenta de categoría 2 toque tierra y se espera que permanezca en aguas abiertas hasta el viernes. El domingo por la mañana, su vórtice estaba a unos 435 kilómetros (270 millas) al norte-noreste de las Islas de Barlovento norteñas. Tenía vientos de hasta 175 km/h (110 mph) y se movía hacia el oeste-noroeste a 13 km/h (8 mph).

La semana pasada, Lee se fortaleció de categoría 1 a 5 en solo un día.

“Teníamos las condiciones perfectas para un huracán: aguas cálidas y casi nada del viento”, dijo Lee Ingles, del Servicio Meteorológico Nacional en San Juan, Puerto Rico.

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Se espera que Lee recupere algo de fuerza en los próximos días y luego se debilite nuevamente, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.

Se pronosticaron olas de hasta 6 metros (20 pies) para Puerto Rico y las islas cercanas a partir de esta semana, y las autoridades advirtieron a la gente que se mantuviera fuera del agua. También se esperan inundaciones en la costa norte de Puerto Rico y la parte oriental de St. Croix en las Islas Vírgenes de Estados Unidos, según el Servicio Meteorológico Nacional, en San Juan.

Se pronostica que Lee girará hacia el norte el miércoles. Sin embargo, su trayectoria posterior no está del todo clara.

Lee es la 12va tormenta con nombre de la temporada de huracanes del Atlántico, que se extiende del 1 de junio al 30 de noviembre y alcanzó su punto máximo el domingo.

La tormenta tropical Margot se convirtió en la 13va con nombre después de formarse el jueves por la noche, pero está muy lejos en el Atlántico y no representa una amenaza en tierra. El domingo se encontraba a 1,845 kilómetros (1,145 millas) al oeste-noroeste de las islas de Cabo Verde. Sus vientos eran de 85 km/h (50 mph) y se pronostica que se convertirá en huracán en unos días. Se movía hacia el noroeste a 15 km/h (9 mph).

En el Pacífico, Jova se debilitó hasta convertirse en tormenta tropical mientras giraba sobre aguas abiertas lejos de la costa suroeste de México y no representaba una amenaza para la tierra.

El domingo se encontraba a 1.735 kilómetros (1.080 millas) al oeste de la península de Baja California Sur y se movía hacia el noroeste a 13 km/h (8 mph) con vientos de hasta 75 km/h (45 mph).