El equipo Rangers del Coquí de Salinas, del béisbol Clase A, rindió ayer homenaje póstumo a uno de los suyos: el aviador senior de la Guardia Nacional Aérea, Roberto Espada Galí, quien pereció junto a otros ocho tripulantes al estrellarse el avión en el que viajaban en las inmediaciones del aeropuerto Hilton Head en Savannah, Georgia.

En la emotiva ceremonia, a la que acudieron su abuela, su compañera, familiares y amigos al parque Raúl Santiago, los allegados vistieron la camisa roja del uniforme que lo identificaba, donde en vez del apellido se grabó la palabra “Vivirrr”, una frase que era distintiva de él. Además, durante el acto se retiró su número 77 en señal de respeto.

Su hermano, Luis D. Espada, destacó la importancia de mantener su legado y la manera en que vivió en los corazones de todos, en especial los de su comunidad.

“Si no estaban sus amigos, si no estaban sus panas, si no había ese compartir, Robert no jugaba, puesto que eso no era vivirrrr!! Se ponchaba, salía una sonrisa; daba un hit, salía una sonrisa; daba un cuadrangular, como aquel que dio contra los Mayiyos de Coamo en Salinas, que cayó en el garaje de gasolina, salía una sonrisa. Robert no se molestaba si bateaba de 4-0. Robert jugaba para disfrutar del domingo y compartir con sus grandes amistades de la infancia”, comentó por su parte, Carlos R. Ortiz, en sus redes sociales.

Espada se convirtió en barbero durante la adolescencia y laboró para el municipio de Salinas antes de decidir ingresar al cuerpo militar, donde llevaba tres años.

No procreó hijos.

El miércoles pasado, Espada Galí iba en compañía de los oficiales José R. Román, Carlos Pérez Serra, David Albandoz, Jan Paravisini, Jean M. Audiffred, Mario Braña, Víctor Colón y Eric Circuns en un avión WC-130 Hércules de la Guardia Nacional de Puerto Rico en dirección al estado de Arizona para ser decomisado. La Guardia Nacional investiga el siniestro.

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