Lareños no pueden llorar a sus muertos
Aunque han pasado dos años del embate del huracán María, la crítica situación del cementerio de Lares se ha agravado.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 5 años.
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“Cuando pongo ahora las flores, por fin después de tanta agonía yo pude decir Papito, por fin te puedo poner unas flores en la tumba. Esto es horrible, esto destroza a uno por dentro, tu no tener donde llorar. Yo no lo hago, pero el que reza no tiene a donde rezar y el que quiere poner unas flores como yo, no puede. Nos quitaron ese derecho de llorar a nuestros muertos…”, reclamó con voz temblorosa la mujer, vestida con ropa negra.
“A mí me interrumpieron el luto, no me dejaron procesarlo completo”, expresó Robles Irizarry, quien el miércoles 4 de septiembre, tras una larga lucha y con la ayuda del sepulturero del pueblo, pudo trasladar los restos de su padre a una tumba familiar en la parte del cementerio viejo, que no sufrió daños. Pegada a la verja del cementerio, señalando el nuevo sepulcro, contó la emotiva historia a Primera Hora.
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“Ahora me quieren hacer un caso porque monté en mi guagua tres cajitas con restos de mi hermano y mis abuelos para ponerlos en un sitio digno. Personal de sanidad pretendía que dejara las tres cajitas en un lago de agua porque dicen que tenía los documentos (de exhumación) vencidos… El permiso se había sacado, pero para efectos de ellos estaba vencido”, lamentó.
Una enorme verja de planchas de zinc, que colocó el Departamento de Salud, separa el área afectada de la parte vieja del histórico camposanto.
El padre de Doris Robles Irizarry murió en 2007, pero ahora es que la acongojada lareña dice que comienza su proceso de luto ya que no le permitían visitar el panteón que se quebró con el embate del devastador ciclón el 20 de septiembre de 2017.
“Esto ha sido una agonía. Esto a toda la familia ha afectado y tengo un hermano que económicamente es el que ha podido manejar toda esta situación, pero la mayoría de la gente de Lares no tiene los recursos para moverse y resolver estas cosas”, denunció la mujer, quien labora como secretaria en Arecibo.
Pero el vía crucis de Doris Robles Irizarry comenzó mucho antes del huracán María. “El problema aquí empezó antes de María. Ya eso era un lago allá abajo. María lo agravó”. dijo.
La mujer contó que en 2007 cuando murió su padre fue enterrado primero en un panteón con otros familiares en la parte superior derecha del cementerio, pero en 2013, unas fuertes inundaciones, hicieron colapsar unas tumbas y el Municipio “mandó a romper una fila completa, entre ellas, la tumba de mi padre” para reubicarlas en otro lugar.
“En el 2013 el municipio decidió meter un digger para limpiar esas tumbas y rompió una fila de tumbas que estaban sanas, ¿con qué propósito no sé? La tumba de mi familia estaba sana y el municipio la rompió sin permiso. De ahí los puso en un freezer, del freezer en un nicho y del nicho me los puso en una tumba allá abajo donde toda el área fue la que colapsó”, dijo al mostrar fotos del panteón en 2017, de donde tuvo que exhumar a sus parientes.
“Yo no tenía certeza de que mi papá estuviera ahí. Cuando pasa María todo el mundo estaba loco por entrar para ver qué había pasado con esos panteones. A mí me dicen que en el mío se habían separado las placas, el administrador, Melvin Robles, me manda a decir que vaya a buscar las placas porque como eso es caro, que no se las roben”, relató Robles Irizarry. Sostuvo que cuando trató de que le arreglaran el panteón, el agua llegaba a cinco pies. Fue entonces, que reclamó trasladar a los difuntos a un panteón familiar en la parte de arriba, del cementerio viejo, que no fue afectada.
“Mi odisea la provocó el municipio. ¿Por qué si en el 2013 ya ellos sabían que eso tenía agua siguieron vendiendo terrenos allá abajo y haciendo tumbas? En el 2013 era que tenían que empezar a hacer otro cementerio. ¿Por qué le hicieron esto a la gente de Lares? Yo no demando porque el pueblo de Lares es el que está fastidiado, el pueblo no tiene chavos y es el que está sufriendo estas consecuencias”, cuestionó Robles Irizarry.
Dijo que el alcalde Roberto Pagán Centeno debió parar la construcción y la venta de tumbas en 2013. “Debió parar la construcción allá abajo para tratar de salvar los nichos que ya estaban allá. Eso fue en 2013 y no lo hizo. Todo esto es dinero”, acotó.
“Yo lo que quiero es justicia, que esta gente que cometió todos estos delitos de sacar cuerpos sin permiso porque en 2013 cuando exhumaron a mi papá literalmente me paré frente al alcalde y le dije: ‘Robert tú no tienes permiso para hacer esto’. Lo que pido es que esta gente que provocó todo este dolor pague, porque eso no se acaba. Esto para mí empieza ahora, pero para mucha gente no ha empezado porque le interrumpieron el luto. Hay gente que no puede ir a la tumba de sus familiares”, denunció.
“Papi murió en el 2007 y puedo decir que ahora fue que le di cristiana sepultura con el respeto que se merecía porque mi papá era el mejor papá del mundo, la gente lo amaba porque fue maestro en la High. Ahora tiene una tumba, se la voy a arreglar y se la voy a poner linda y si no me dejan pasar me paro aquí en la verja”, sostuvo.
Dijo que como ella “está la mitad del pueblo” de Lares que tiene parientes sepultados en la parte clausurada y no puede pasar para ver las tumbas. “El otro día vi un video de una señora que tuvo que tirar unos globos al cielo porque su hijo tenía seis años de muerto y no la dejaban ir a poner unas flores en su tumba. El problema es que eso está tan y tan inundado que esas tumbas van a desaparecer”, consideró.
“Cuando yo pude poner las flores sobre esta tumba de mi padre fue que yo sentí que mi familia completa estaba junta. Para mí fue un momento de paz, poder poner esas flores ahí y decir por fin puedo ponerte flores Papito porque eso fue lo dije en el momento en que me dejaron sola…”, aseveró la compungida lareña.