Esperanzador camino hacia la recuperación para una madre y sus hijos quemados en explosión
Tammy Coriano, Jeiren Báez y Ayshane Vázquez reciben servicios médicos en Boston, por lo que necesitan de nuestra ayuda.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 meses.
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Ayshane Vázquez Coriano, con tan solo 9 años, no tenía ansias de celebrar la Navidad.
Desde el lunes, 14 de noviembre de 2022, fecha en la que ella, su madre, Tammy Liz Coriano; y su hermano, Jeiren Báez Coriano, de 13 años; sufrieron quemaduras severas cuando su casa explosionó, es poco decir que su vida cambió drásticamente.
La familia completa ha sufrido cambios físicos, las aflicciones de los procesos hospitalarios y la incertidumbre de dónde vivirán. Por esto, la niña sentía que tenía poco por celebrar. No fue hasta que los doctores del hospital Shriners Children’s Boston, en Massachusetts, la operaron de los brazos hace unas semanas, intervención quirúrgica que le permitió extenderlos nuevamente, que su gozo resurgió.
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“Empezó a llorar de felicidad cuando vio sus brazos estirados”, relató Tammy Liz en entrevista con Primera Hora. “Se puso bien contenta, abrazó al doctor. Ella está súper contenta. Al principio estaba bien desanimada con la Navidad, pero ya se animó un poquito y cuando vio que le quitaron los vendajes y se vio sus brazos normales, pues se motivó más y estaba bien feliz por el árbol (de Navidad y me decía) ‘mamá, pon el árbol’”, agregó entusiasmada la naranjiteña.
Pero el trecho para llegar hasta ese momento ha sido largo desde aquella fatídica fecha cuando la pareja de su vecina en el sector La Cuchilla de Naranjito instaló una línea de gas en su residencia y dejó la línea de Coriano abierta. Al no tener conocimiento de lo que había sucedido, Coriano encendió una vela y el apartamento explotó, quemándole el 30% del cuerpo de Jeiren, el 50% de Ayshane y el 69% de ella.
“A mí la vida me enseñó a ser fuerte. No es fácil, no fue fácil”, aseguró Coriano.
Pese a que encontró un hogar en la Isla y creó nuevas amistades quienes la asistieron “sin pedir nada a cambio”, supo que, para la recuperación completa de todos, tendría que trasladarse a los Estados Unidos.
Para esto, dijo, tuvo que “dañar su crédito”, pues se vio obligada a entregar su automóvil “porque la cooperativa no lo quiso trasladar”, comprar otro vehículo y vivir de hotel en hotel hasta octubre pasado, cuando finalmente logró mudarse a un apartamento de Plan 8 en Massachusetts.
“Lo primero es la salud de mi hija. Cuando uno pone en balance las cosas, para mí la salud de mis hijos era primero que una guagua y un crédito”, afirmó.
Pese al calvario que han vivido, Tammy aseguró, con el optimismo que la distingue, que ve luz al final del túnel, ya que ella y sus hijos se han acoplado positivamente a su nuevo hogar. Será uno de retos, muchas visitas al hospital y luchas. Pero, uno que traerá paz y sanación, al fin.
“Es difícil, porque tienes a la familia lejos y la familia siempre va a ser un apoyo emocional. He tratado de sostenerme en mis hijos. Es en lo único que me he podido sostener: en Dios, primero que todo, y en mis hijos, porque yo soy una persona de fe, soy una mujer de fe y le doy gracias a Dios todos los días porque tengo vida, porque mis hijos están con vida, sobre todo ellos están con vida”, manifestó al señalar que Jeiren y Ayshane se han adaptado muy bien a la escuela estadounidense, que “sirve de terapia para ellos”, y el pueblo donde residen los han abrazado y ayudado significativamente.
Este 2024 les esperan “operaciones y recuperaciones”, adelantó la joven madre. “Van a haber gastos, porque todos sabemos que aquí la vida es un poquito más cara, pero sobrevivimos. Estamos sobreviviendo”, destacó.
“Esto que nos pasó en el 2022 va a llevar más de dos años. Ya lleva un año, que es el 2023, ahora el 2024. Esperemos ya para el 2025 todo esté más tranquilo”, confió.
¡Puedes ayudar!
Si desea aportar al bienestar de esta familia, puede llamar o enviar donaciones monetarias a través de ATH Móvil al 939-200-3121.