Con motivo de la celebración de la Navidad, el arzobispo de San Juan, Roberto González Nieves, llamó este viernes a expresar el amor por la patria y a evitar el ambiente de división que reina en la Isla, sobre todo en el mundo político, para poder encaminar a Puerto Rico. 

“Nos falta caminar mucho para expresar nuestro amor a esta patria y mantener nuestra identidad como patria en un mundo donde la interdependencia es importante, que cada pueblo, cada nación, mantenga su identidad en la interdependencia, en un contexto de respeto mutuo, de buscar unidad”, afirmó el religioso a la prensa, tras celebrar la misa de Navidad en la Catedral Metropolitana y Basílica Menor San Juan Bautista, en el Viejo San Juan. 

“Hemos estado demasiado de divididos, la diversidad no debe conducir a la división; la diversidad debe enriquecer, no dividir. Pero, las tinieblas del mundo, las fuerzas del mal quieren provocar la división y nosotros nos dejamos caer en esa tentación de crear más y más y más división, más intransigencia, más intolerancia. Entonces, tenemos que educarnos, comenzando en el hogar, a respetar la diversidad de ideas y no permitir que eso sea fuente de división, por lo menos, de tanta división que es paralizante”, sostuvo el líder de la Iglesia Católica en Puerto Rico. 

Dijo que, desde la perspectiva de la Iglesia, la enseñanza principal debe seguir enfocada en la diseminación del amor de Dios. 

“Nosotros predicamos que Dios es amor, y que debemos abrazar su amor y compartirlo. Cuando se comparte el amor de Dios, no se comparte el odio, la estridencia, los ataques personales. Tenemos que tratar de superar todo eso… mantener la convivencia, que no permitamos que las trivialidades políticas nos paralicen”.

De hecho, el arzobispo católico describió que días como el de Navidad son para renacer en la alegría y emprender un nuevo rumbo en el amor. 

“Hoy es el aniversario de la apertura de la salvación. Hoy, esa puerta que se abrió en Belén, se abre en todo el mundo. Dios es Dios de puertas abiertas, conduce al amor de los amores”, afirmó el religioso durante su homilía.

La crisis que atraviesa el país a consecuencia de ese ambiente de división que describió no fue incluida entre los temas que el monseñor desarrolló en su mensaje al pueblo católico durante la misa de Navidad. En el acto religioso, se limitó a recordar lo esencial de una vida en las creencias guiadas por Dios y exhortó a conocer su “paraíso”.

“Ese niño que nació en Belén es señal de Dios. Contemplando al Hijo, contemplamos al Padre, contemplamos que Dios es ternura y que Dios es misericordia. Esta es la alegría de la Navidad a la que la Iglesia nos invita, porque renace la alegría”, manifestó el arzobispo de San Juan.

Recordó que el niñito Jesús no nació en un mundo de privilegios y que siempre está al lado del necesitado.

“La Navidad es de los humildes y los que se sienten necesitados de Dios”, acotó Gonzalez Nieves.

Agregó que “la Navidad es verdadera alegría cuando nos ponemos en camino hacia el niño Dios para adorarlo..., para servirle con amor”.

Por otro lado, González Nieves reconoció a preguntas de este diario que el ánimo de los residentes de Puerto Rico está impactado por la situación económica, las dificultades de salud, el desempleo y otros problemas. 

“Es un tanto desesperante. Y la noticia que la Iglesia quiere compartir hoy es un acontecimiento que ha sucedido hace más de 2,000 años con el nacimiento de Jesús, que para nosotros los creyentes es el hijo de Dios, es el hijo del Creador, el que se ha encarnado para restablecer ese vínculo de amor, de misericordia y de paz entre Dios y la humanidad. Es cuestión de uno abrir el corazón. Si hay una confianza con el niño (Jesús), pedirle al Todopoderoso que habite en nuestras almas, de tal manera que la oscuridad no tenga la última palabra sobre nuestra existencia”, reflexionó.