La falta de vivienda accesible en la Isla tiene a muchas familias mudándose de casa en casa
La organización Habitat for Humanity arrecia en su ayuda, al cumplir 25 años de establecido en la Isla.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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La estrechez económica que se ha registrado en Puerto Rico desde que hace cinco años el huracán María devastó todo a su paso, se reportaron los terremotos, llegó la pandemia y la inflación se apoderó del mercado ha provocado que cada vez sean más las familias vivan mudándose entre alquileres y residencias de familiares, porque sus ingresos no les da para mantener un hogar.
“Lo que estamos viendo de las familias es que muchas familias están teniendo que alquilar a precios que no les da. Entonces, tienen que estar moviéndose de lugar en lugar o tienes que vivir con familiares y eso puede funcionar para corto tiempo. Pero, para largo plazo, pues, no es saludable para para ningún miembro de la familia”, subrayó la directora de Habitat for Humanity of Puerto Rico, Amanda Silva.
Este fue el diagnóstico que presentó la experta, al conmemorarse 25 años de que esta organización sin fines de lucro se estableciera en la Isla para proveerle estabilidad, autosuficiencia y un mejor futuro a familias de escasos recursos económicos, promoviendo la posibilidad de que puedan ser dueños de su propia vivienda.
Al cabo de los años, Silva aceptó que el panorama cada vez se torna más difícil para que personas del sector trabajador, principalmente servidores públicos, empleados de mantenimiento y madres solteras, puedan adquirir o mantener una vivienda.
Como punto de partida, expresó que “el inventario de vivienda pública que hay en la Isla no es suficiente para la necesidad”.
Destacó que las estadísticas de mayo pasado apuntaban a que unas 16,500 personas estaban en el listado de espera del Departamento de la Vivienda para ser colocados en un complejo de residencias públicas, mientras unas 10,200 personas estaban en la espera de un vale del programa federal de Sección 8 para alquilar un hogar.
Otro factor que destacó fue un estudio reciente que divulgó Estudios Técnicos sobre el Índice de Vivienda Asequible. El mismo expone que a junio pasado, una familia típica tenía solamente el 60% de los ingresos necesarios para poder solicitar un préstamo hipotecario para adquirir su hogar. La baja capacidad se correlacionó al aumento en las tasas de interés, casas más caras y reducción del ingreso familiar por la inflación.
Por tal razón, Silva destacó que “hay una gran necesidad de tener ese tipo de vivienda accesible, que es para la clase trabajadora, cuyo ingreso no le da”.
Urgió a darle “importancia de crear proyectos y una política pública de país que atienda ese sector que tiene necesidad, que aporta, pero no tiene el dinero suficiente para cubrir los costos de lo que cuesta una vivienda”.
Por su parte, la organización ha arreciado sus esfuerzos desde que el huracán María comenzó a agravar estos problemas de vivienda.
Los tres programas fundamentales que mencionó tienen en la organización son los de “adquisición de vivienda, reparación de vivienda y también hemos creado un adiestramiento en destrezas de construcción de cinco semanas y media, que actualmente se hace en Salinas, donde le damos un adiestramiento básico y las personas pueden obtener empleo en la industria de la construcción y, entonces, también estamos aportando a la reconstrucción de Puerto Rico”.
Otro proyecto importante que han emprendido lo es el “Programa de Recuperación de Puerto Rico, que tiene cuatro objetivos y dentro de ese programa tenemos el programa de adquisición de vivienda, programa de reparación con que hemos impactado sobre 17 municipios y esperamos para 2023 haber reparado sobre 800 viviendas”, detalló Silva.
Añadió que “también tenemos un programa de apoyo para obtener la titularidad. Muchas personas en Puerto Rico son dueñas del terreno, pero no tienen la evidencia para ello. Y, bajo este programa esperamos asistir a sobre 500 familias. Y, por último, tenemos, el programa de capacitación a nivel de individuo, comunidad y del sector de la construcción, pues tenemos talleres educativos”.
La directora de Habitat for Humanity explicó que, como parte de su ayuda a la comunidad, proveen préstamos con cero interés, por un periodo de 30 años, para que personas de ingresos bajos o moderados adquieran su hogar o construyan su propiedad. Entre los requisitos que se le impone a las familias seleccionadas están cumplir con 70 horas de trabajo voluntario.
Asimismo, Silva explicó que el fondo que tiene para este programa de adquisición de vivienda es rotativo. El pago que realiza la familia se invierte en otra propiedad para una nueva familia.
Con este programa de adquisición de vivienda, Habitat for Humanity ya ha ayudado a 49 familias, informó Silva.
Según explicó, “el poder tener un lugar seguro, una vivienda, influye en la salud, influye en los niños, también influye en el concepto de comunidad y en el desarrollo económico. A medida que alguien tenga o no un lugar que es de ellos, pues, participa más en esa comunidad y tiene un activo que va a valorizar y va a ser que luche más por ella. Igual, tener un lugar propio en buenas condiciones es bien importante para la salud física y mental de la persona, y especialmente si tiene niño, debe ser niño. No debe estar preocupado por problemas de adultos, en términos de que si su casa está en condiciones insalubres o si no tiene una casa y tiene que estar moviéndose de casa en casa o viviendo con familiares que también, pues, a largo plazo no es algo saludable”.
Para conocer de los servicios que puede obtener en Habitat for Humanity of Puerto Rico, ser voluntario o donante, puede acceder a la página habitatpr.org o comunicarse al 787-368-9393.