La Casita Art Craft, Inc.: apoderando a los riopedrenses desde el 1962
Contra viento y marea, la familia de Amelia Robles ha mantenido las puertas abiertas de uno de los negocios más antiguos en Río Piedras.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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“¡Bendito el cielo! ¡Qué bueno que llegué!”
Con estas palabras y con las manos alzadas al cielo, una de las clientas fieles de La Casita Art Craft, Inc., en Río Piedras, alabó su visita a la tienda. Y no estaba sola. Otras clientas se unieron a ella a ensalzar al negocio, jurando que lo que se encuentra allí “no se encuentra en ningún otro lugar”.
Mira aquí el especial: Río Piedras: del recuerdo a la realidad
Fue en el 1962 que la familia de Amelia Robles, quien es la actual propietaria, abrió las puertas del local. Y, con abastecimientos únicamente de flores de seda, se convirtió en “el primer negocio de ‘arts and crafts’ en Puerto Rico”. Hoy día, figura como uno de los comercios más antiguos del área.
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“Hemos pasado muchas altas y muchas bajas. Dios nos ha ayudado, el socio mayor, y hemos tenido éxito. Estamos aquí en Río Piedras, gracias a Dios hemos subsistido”, aseveró Robles, quien heredó el negocio de sus padres.
Al pasar de los años, la oferta de La Casita Art Craft, Inc. (ubicada en la calle González en Santa Rita) fue evolucionando, adaptándose a las necesidades del consumidor. Con la variedad de mercancía también se incorporó el ofrecimiento de clases y talleres, en ocasiones gratuitas, y se hizo sentir en las redes sociales. Actualmente, sus estanterías están repletas de artículos que varían desde figuras en cristal, telas y hasta todo lo que un artesano necesita para elaborar jabones a mano, lo que ahora se ha convertido en su fuerte.
“Yo creo que, realmente, el éxito del negocio (se debe), primero, (a) la bendición de Dios, número uno. Número dos, el amor que tú le tengas a lo que tú haces. Si te gusta, tienes éxito. Si te gusta, si sientes amor a lo que haces, pues evolucionas y ves lo que se está usando, qué viene nuevo, enseñarle a la gente, eso es bien importante, porque puede ser que personas no dominan las técnicas y tú les enseñas gratis y después ves como esas personas viven y subsisten sin tener que depender de un trabajo de 40 horas. Entonces, esas cosas, yo considero que realmente ha permitido que la tienda siga hacia adelante”, expresó.
Mantener las puertas abiertas, sin embargo, no ha sido una faena simple. Robles rememoró que durante las seis décadas que ha operado la tienda, la administración se ha enfrentado con un sinnúmero de retos, como lo fue la explosión de la tienda Humberto Vidal, la construcción del Tren Urbano -que provocó el cierre de las calles principales- y la decadencia paulatina del área.
“Hay que tener amor a lo que tú haces, porque si no, te hubieras ido”, dijo. “Hemos evolucionado. Dios nos ha bendecido”, destacó.
Empero, es la satisfacción de apoderar a sus compueblanos lo que impulsa a Robles a innovar y asegurarse que las puertas de La Casita Art Craft, Inc. se queden abiertas indefinidamente. Es gracias a sus enseñanzas que muchos han subsistido con el fruto de sus propias manos.
También, la estimula mantener vivo el legado de su familia, encomienda que han asumido sus hijas, que a pesar de que mantienen carreras en medicina y administración de empresas, dedican su tiempo libre en la tienda.
“Aquí trabajó mi padre, mi madre, mi hermana, mi tía, toda mi familia ha trabajado aquí”, afirmó.
Igual que otros riopedrenses, Robles apuesta a un futuro optimista y a su gente, pese a que ha visto poca voluntad gubernamental para atender el área.
“Río Piedras es un pueblo único en Puerto Rico. Aquí hay mucha gente luchadora, mucha gente buena”, resaltó Robles, quien en el pasado ofreció clases en la Universidad de Puerto Rico (UPR) y participó en el programa “Myrna y la gente de hoy” cuando se transmitía por televisión.
Entretanto, propuso que en Río Piedras se establezcan más restaurantes y áreas de estacionamiento, que incremente la presencia policiaca y que se les ofrezcan incentivos a futuros empresarios para ocupar los edificios vacíos que llenan las calles. Aceptó, además, que una opción para la mejora del área podría ser a que volviera a ser municipio.
“Nunca he visto la voluntad de gobierno para ayudar el comercio, que los hayan visitado, que les hayan dado algún incentivo. Yo, por lo menos, en todos los años que hemos estado aquí, yo nunca he visto eso. Aquí tiene que ser la persona trabajando. Tú, tú con tú”, indicó al hacer la salvedad de que desde que el actual alcalde Miguel Romero asumió la administración las calles están más limpias.