Kimberley Acosta levanta la cultura boricua con sus chiringas
La maestra de español transforma un pasatiempo tradicional en su proyecto de vida con el que busca fomentar comunidad y celebrar la identidad nacional.
![Kimberly Acosta.](https://www.primerahora.com/resizer/v2/GTRUPUOHUZC7NFKKV3BKISEYAM.jpg?auth=e7eaa09c85e9ed9fb82253706436cb388f7a4ed307d263a376b9351fd0bb206c&quality=75&width=2560&focal=1101%2C467)
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Kimberley Acosta ha tenido la costumbre de salir con su familia y amigos a disfrutar de todo lo que sucede en el Viejo San Juan, lugar que la vio nacer y crecer. Pero al momento que la joven veía la gente tener contacto con la ciudad amurallada, disfrutar de sus diversas ofertas culturales, y apreciar su belleza, había un pasatiempo que veía en práctica, y siempre había algo que le generaba inquietud.
“Yo siempre veía chiringas en el cielo, y veía que todo lo que alzaban no tenía que ver nada con Puerto Rico, como dragones, mariposas, y personajes. Y yo nunca me imaginé creando chiringas, yo estudié para ser maestra de artes, y aprendí mucho de artesanía en la ciudad desde niña, hacía joyería, pero me cansé de mi queja interna”, expresó la puertorriqueña en entrevista telefónica con Primera Hora.
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Con la misión de levantar la tradición e historia nacional a los cielos, la educadora puso viento en popa Chiringas.com, la primera tienda en línea de chiringas sostenibles que prometen celebrar la cultura y creatividad boricua por todo lo alto.
La sanjuanera contó que sus volantines, hechos con tubos “fiber glass” y nailon “ripstop”, inmortalizan íconos como el perro de piedra de San Gerónimo, el temido encuentro entre la gárgola de Barceloneta y el chupacabras, y hasta un astronauta que asegura ser “boricua aunque naciera en la Luna”, honrando las palabras del poeta Juan Antonio Corretjer. Pero las cometas pueden contar también con elementos más tradicionales, como dragones, mariposas, cotorras, y buhos, pero algunos hasta brillan en la oscuridad con sus bombillas LED, ofreciendo una experiencia acogedora para pequeños y grandes.
“Ahora me estoy enfocando en promover las chiringas de doble líneas, que son las que se vuelan con dos manos. Tengo como cinco diseños. Ahora estoy buscando quiénes pongo a volarlas para presentarlas en las redes sociales”, expuso la emprendedora, que también vende unas chiringas para que niños y adultos puedan colorear.
Acosta manifiesta que, con sus inventos, persigue sacar a los curiosos y aficionados a unirse al hábito que veía y disfrutaba desde que tenía uso de razón. “El concepto es que en vez de que la gente compre una chiringa de un solo uso y la tiren al zafacón, pues que lo tengan por donde puedan andar, en un bolsito de espalda, y la puedan montar y volar donde quieran, desde las montañas, las playas, donde sea”, compartió la educadora, quien tiene como misión revivir los festivales de chiringas en la capital de la Isla del Encanto.
“Es increíble que haya festivales de chiringas en Lajas, que es bien impresionante y dura tres días, que también lo hagan en Morovis, en Ceiba, en Isabela, ¿pero ¿cómo es que San Juan no celebra el suyo? Tiene que haber la posibilidad para hacerlo, ya sea en el Morro o un vuelo playero en El Escambrón”, expresó.
La sanjuanera también adelantó que ya se encuentra dando forma a los “Chiringueros de Puerto Rico”, un grupo que busca revivir la pasión de elevar papalotes hacia las nubes y celebrar una afición saludable que fomente comunidad en distintos puntos de la nación.
“Esto es algo que el adulto le gusta, que le relaja, es algo similar como la yoga. Pero volar chiringa es algo que puede ser una práctica de amor propio, un momento perfecto para centrarte, dejarte llevar por la brisa, y para los nenes, pudiera ser excelente ejercicio para fomentar las destrezas motoras finas y promover la resolución de problemas, que, si no lo desarrollan desde chiquitos, puede tener consecuencias”, opinó.