Kenneth Aguayo es un “duro” del gelato
El joven buscaba su materia prima, leche de cabra, en Hacienda Dos Aromas, donde su propietario, Alberto Roque, le dio la oportunidad de elaborar los productos.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
PUBLICIDAD
Confeccionar cualquier sabor de gelato es la pasión de Kenneth Aguayo, un joven de 28 años que se destaca por su habilidad para preparar este postre con leche de cabra, y quien ha encontrado su espacio de emprendimiento en suelo junqueño.
Desde Hacienda Dos Aromas, este joven cagüeño trabaja su proyecto que lleva por nombre Goatlato, un producto exquisito que se presenta en cerca de 20 sabores, donde experimenta nuevas propuestas, combina sabores y logra recetas balanceadas y deliciosas para complacer a sus clientes. Es, precisamente, esa parte del negocio, la que más apasiona a este joven emprendedor, quien cuenta con sabores que se pasean por el mangó, coco, parcha, praline, Snickers, Rocky Road, Stracciatella (versión italiana de chocolate chip), Red Velvet Cheesecake, malanga, fresa, pistacho.
También incluye las especialidades de la casa: Goatmilk Cheescake y Chocolate Brownie. Pero, Aguayo también se destaca por trabajar pedidos especiales que algunos chefs le ordenan con sabores fuera de lo común.
“Hacemos 20 sabores constantemente, por el momento, pero los sabores son infinitos. Lo que quiera pedir cualquier chef o cualquier persona, lo trabajamos. Esa es la parte que más me gusta de mi trabajo, cuando me dicen de crear sabores extraños, porque me da la oportunidad de probarme y puedo aprender un poco más”, aseguró el experto, quien mencionó los sabores de lichi (fruta japonesa) y el de aceite de oliva, como los gelatos más raros que le ha tocado preparar.
En su proceso de creación, Kenneth consulta con varios colegas chefs a quienes da a degustar su creación para recibir críticas y recomendaciones. “Cuando es un sabor raro, hago un ‘bash’ pequeño para probarlo y tengo una lista de chefs con quienes tengo confianza. Ellos prueban y me dicen algunos métodos para mejorar o me dicen que le quite algo o diferentes truquitos que uno no sabe y, poco a poco, voy perfeccionando la receta hasta que quede balanceada”, confiesa el joven.
Sin embargo, la base del conocimiento de Kenneth proviene de sus estudios en Italia, país donde fue a estudiar hace cinco años para aprender el arte del gelato. “Estudié en el Italian Culinary Institute for Foreigners (ICIF), donde brindan diferentes cursos de cocina en general, pero el que yo cogí fue de hacer gelatos. Era un curso de tres meses y aprendí otras cosas, porque me enseñaron también de repostería. El último mes estuve trabajando en Sicilia en una ‘pasticería’, después de eso vine para Puerto Rico”, explicó Aguayo.
Al llegar a la Isla, le tomó tiempo comenzar a emprender, pero gracias a las ayudas económicas otorgadas en medio de la pandemia del COVID-19, pudo darle un impulso a su idea de negocio para el 2021.
“Fue mucho más complicado de lo que pensé, porque en Italia te enseñan cómo hacer tu tienda, pero no cómo empezar pequeño. Cuando veo que el equipo es bien caro dije: ‘sabrá Dios cuándo podré hacerlo’. Pero después me di cuenta que podía empezar pequeño, y compré unas máquinas de hacer ‘homemade ice cream’ y empecé en casa. Me amanecía haciendo un montón de gelatos con esas máquinas pequeñas, hasta que pude ahorrar y me compré esa máquina un poco más grande”, relató.
Llegó la oportunidad
Sin embargo, el trabajo de Kenneth llamó la atención de los dueños de la Hacienda Dos Aromas, quienes lo veían constantemente buscando en su finca la materia prima de su gelato: la leche de cabra. Fue así como se le abrieron las puertas para emprender de manera más formal dentro de la cocina de la hacienda en febrero de este año.
“Cuando conocí a Alberto Roque, dueño de Hacienda Dos Aromas, él me dio la oportunidad de venir para acá a hacer mi producto. Fue una oportunidad bien grande. Uno se asusta un poco, porque era yo solo el que iba a emprender desde aquí, pero el proyecto va creciendo, me va muy bien y me gusta mucho porque son las oportunidades que van saliendo y las que faltan. Eso me lleva a pensar que esto puede ser algo bien grande”, confesó Aguayo.
Roque, por su parte, afirma que vio los deseos de echar hacia delante de Aguayo, y decidió darle una mano. Es así como le abrió las puertas de su cocina para la elaboración del producto y añadió la degustación del gelato al ‘tour’ que ofrece su finca agroturística.
“Lo veíamos venir a buscar leche de cabra y comencé a prestarle interés a lo que estaba pasando con su negocio. Vi las habilidades que él tenía, y que le faltaba como ese empujoncito a su negocio para tener un espacio para hacer su gelato. Lo que hice fue que le ofrecí trabajar en mi cocina, que está certificada, y le dije que no tenía que pagar renta ni absolutamente nada. Le dije: ‘cuando estés bastante bien que puedas negociar con nosotros, me dices: ‘Roque vamos a hacer negocio’”, mencionó el propietario, quien destacó el impacto que ha tenido el producto.
“El gelato de él es un producto brutal que atrae a la gente. Hay personas que vienen aquí solamente a comprar el gelato. El sabor que le pidamos él lo hace y desde que llegó está vendiendo como 6 o 7 veces más de lo vendía”, destacó Roque.
Ahora la meta de Kenneth es adquirir una máquina más grande para aumentar su capacidad de producción y distribuirlo en otros lugares, así como servir su producto a los comensales en una tienda. “Ahora mismo solo los vendemos desde aquí (Hacienda Dos Aromas en Juncos) y haciendo entregas, pero quisiera tener más puntos de ventas en el área metro, para que más personas puedan obtener el producto. Eventualmente, me gustaría tener mi tienda para que la gente pueda tener la experiencia completa, ya que el gelato es un producto que se supone que se coma al momento, porque su textura es más suave y cremosa. Cuando lo vendo en pintas no se puede apreciar 100% la experiencia del gelato. Me gustaría tener la tienda para que se coma como se supone”, concluyó el empresario.
Para conocer más acerca de Goatlato y ordenar, pueden acceder a su página de Facebook o llamar al 787-637-3230.