Jóvenes tendrán apoyo en educación virtual al inaugurar Casa Ramón en Juncos
Más de 50 estudiantes están en proyecto de la Red por los Derechos de la Niñez y la Juventud.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
PUBLICIDAD
Con el propósito de romper la brecha tecnológica para la educación a distancia que tienen niños y jóvenes de escasos recursos, se inauguró hoy un centro de acceso a la tecnología en Casa Ramón, en Juncos. Este proyecto de la Red por los Derechos de la Niñez y la Juventud proveerá internet de banda ancha y recursos educativos a unos 50 estudiantes del barrio Las Piñas en Juncos.
“Con el cierre de escuelas por el Covid-19, vimos que se estaba afectando la educación de muchos niños, lo que añadía ansiedad a los padres y madres. Un 75% de las familias de niños en escuelas públicas viven bajo el nivel de pobreza. La educación a distancia es un problema para ellos porque un 44% de estos hogares no tienen acceso a internet y en 35% no hay computadoras, de acuerdo a cifras del censo. Este centro en Casa Ramón les va a brindar alternativas educativas a los niños de la comunidad”, explicó Marcos Santana Andújar, director ejecutivo de la Red por los Derechos de la Niñez y la Juventud de Puerto Rico (REDENIJ-PR).
Unos 50 niños se beneficiarán de la Sala Educativa Las Negras en Casa Ramón, centro comunitario de servicios a niños y jóvenes y sede de REDENIJ-PR en Juncos. La sala educativa contará con internet de banda ancha, equipos tecnológicos, como computadoras de escritorio, tabletas portátiles, laptops, además de un área de lectura con libros de escritores puertorriqueños. También se les dará una caja con materiales de arte para promover proyectos recreativos y educativos con la familia. Los estudiantes que acudan tendrán almuerzo caliente para llevar para ellos y su familia.
Los estudiantes podrán acudir en varios turnos, de 8:00 a.m. a 3:30 p.m., para velar por el distanciamiento y las medidas de seguridad de prevención para evitar el contagio de Covid-19. En el lugar habrá supervisión y servicios de un equipo de trabajadores sociales, maestras, psicólogos, una enfermera y una facilitadora de servicios, más voluntarios de la comunidad.
El apoyo de varias organizaciones han logrado que este proyecto se haga realidad: la Fundación Segarra Boerman e Hijos Inc. -que respaldó Casa Ramón desde un inicio; la Fundación Ángel Ramos; Hispanic Federation; Fundación Banco Popular; Fundación Flamboyán y Fundación Comunitaria.
“Estas instituciones han permitido que podamos cerrar aquí la brecha digital para niños de escasos recursos, tras la poca agilidad del Departamento de Educación para solucionar este problema”, comentó Santana Andújar, quien anticipó que se propone abrir en el futuro un centro similar en el área sur.
Explicó que el nombre de la sala educativa Las Negras lo decidió la comunidad para apoyar el movimiento antirracista “Las vidas negras importan”. Se le dedica la sala a cinco mujeres negras que han aportado a la educación y apoderamiento de las niñas y niños negros: la líder comunitaria Ivelisse Esquilín, la escritora Mayra Santos Febres, la profesora Yolanda Arroyo Pizarro, Gloriann Sacha Antonetty, de la revista Étnica y Elizabeth Andújar, neurocoach de mujeres y niñas.
Ivelisse Esquilín, líder comunitaria del barrio Piñas, sector La Hormiga en Juncos, compartió cuán importante era este nuevo centro para la comunidad.
“Aquí había un vacío muy grande. Esta es una comunidad marginada que lleva años tratando de superarse. Tenemos unos niños y jóvenes que hasta en el deporte sobresalen. Muchas veces los limitan y discriminan porque viven aquí. La educación es bien importante. Aquí muchos niños carecen de internet, no tienen computadoras. Para mí fue triste ver a los nenes que entraban a clases por medio de su celular. En mi casa son cuatro hijos y una sola laptop que hay que estarse dividiendo. Ahora con Casa Ramón muchos de nuestros niños y jóvenes van a tener un lugar donde hacer sus trabajos escolares”, expresó la líder comunitaria.
La Red por los Derechos de la Niñez y la Juventud de Puerto Rico es una organización sin fines de lucro enfocada en transformar las condiciones de vida de la niñez y familias en contextos de violencia.
“Como organización, parte de nuestra misión es acompañar a los niños y jóvenes en momentos de emergencia. Durante esta pandemia hemos tenido varias iniciativas y estrategias en respuesta a la seguridad alimentaria, apoyo emocional con psicólogos y trabajadores sociales, vivienda para jóvenes sin hogar… También hemos tenido programas de entrega de 30,000 libras de comida en Juncos, que es nuestro centro de operaciones, y en 17 municipios más y repartición de 15,000 platos de almuerzos calientes para las familias. Ahora los apoyamos en su educación”, finalizó Santana Andújar