Jóvenes de Instituciones Juveniles logran graduarse
Los grados académicos alcanzados corresponden a tres estudiantes de sexto grado, 19 de noveno grado y 20 de cuarto año.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 8 años.
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“Nunca pensé que iba a lograr ésto. Lo logré estando en ese lugar”.
Quien se expresa así es uno de los 42 jóvenes del Negociado de Instituciones Juveniles del Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR) que ayer celebraron junto a sus familiares su graduación.
En el coliseíto Pedrín Zorrilla en San Juan, los jóvenes recibieron los diplomas de sexto y noveno grado, así como de cuarto año.
Ellos cumplen actualmente medidas dispositivas en los Centros de Tratamiento Social (CTS) de Villalba, Ponce, Humacao y Bayamón.
“Se me hizo un poco difícil al principio, pero al ver el apoyo de los familiares y de mis propios compañeros pues me ayudó a superarme, y hoy en día fui el más alto en el College Board”, dijo a Primera Hora el estudiante de 17 años.
Su satisfacción mayor fue lograr sus metas que es lo que sus familiares siempre han querido.
“Yo ya estoy aquí demostrándoles que yo puedo hacer lo mejor... Lo más difícil fue estar separado de ellos”.
El joven, que en verano saldra del CTS, ya había finalizado su grado once y en el el Centro completó el cuarto año.
Ya el próximo 17 de julio comienza sus estudios en mecánica de aviación.
Aprovechó para decirle a otros jóvenes “que aprovechen sus estudios, que nada es imposible en la vida y que a pesar que se encuentren en un momento difícil, es un momento para seguir hacia delante”.
A los padres y madres también les recomendó que, “sean presentados en la vida de sus hijos, porque a veces los hijos quieren hacer algo a escondidas y si le dicen que están bien, chequeen más allá porque está bien, y lo digo por experiencia”.
La madre del joven aceptó que el proceso ha sido, “muy difícil. Es algo que uno no se espera jamás en la vida. Qué iba a pensar yo que iba a pasar por este proceso de tribunales, abogados... Pero ha sido una enseñanza y yo espero que él haya aprendido de esto”, dijo.
Sostuvo que fue la fe que tiene en Dios lo que la sostuvo y la mantuvo tranquila.
“Yo siempre tengo mi fe en Dios y sé que todo tiene un propósito en la vida; Dios permite cosas pues para que se obtengan otras”, agregó.
La progenitora aceptó que veía cosas raras en su ambiente familiar, como las amistades de su hijo.
“Las amistades, a veces veía movimientos raros en la casa y siempre estaba pendiente, pero como uno dice, uno no puede estar las 24 horas con ellos”.
Sí recomendó a los padres, “a que siempre estén pendientes y aunque ellos sean ya adolescentes pues también, metámonos, averigüemos, preguntemos; siempre estemos ahí, pendiente a las amistades”, agregó.
Por su parte, el secretario del DCR, Einar Ramos López, dijo que “lo que me parece es que en nuestro País nos caemos y nos levantamos. Eso es lo que tenemos que aprender. Muchas veces creemos que es el fin del mundo, como a lo mejor pensaron estos jóvenes el día que los encontraron in curso en una falta y los ingresaron a una institución juvenil, pero ya vieron que no es el fin del mundo”.
De otro lado, la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, dijo que no hay duda que la esperanza es el motor que mueve todo.
“Cuando se le da la oportunidad y se cree en ellos, todos los seres humanos somos capaces de sacar lo mejor de nosotros”, dijo Cruz, quien agregó que “hay gente hoy, fuera de la prisión, que vive confinada a las drogas, a las relaciones abusivas y a la desesperanza; y ellos que están confinados en un espacio nos demuestran que hay esperanza y que el futuro está aquí, y que hay oportunidad para jóvenes que han tenido situaciones para sobreponerse”.