Jóvenes boricuas quieren hacerse de una carrera universitaria
Palpable el “deseo de superación” entre los recién graduados de escuela superior y que tienen planes para continuar estudios.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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Una gran mayoría de los jóvenes adolescentes que componen la clase graduada del 2022 del sistema público superaron los requisitos para aprobar su carrera escolar, de acuerdo a la alentadora tasa de graduación que reporta el Departamento de Educación.
Para el 15 de junio, unos 17,955 alumnos del sistema público, o el 94.42% de los estudiantes elegibles para graduarse, completaron los criterios necesarios para finalizar exitosamente el duodécimo grado durante el año académico 2021-2022.
Esta cifra, sin embargo, se mantiene por debajo de la cantidad de estudiantes graduados en los pasados años.
El secretario del Departamento de Educación, Eliezer Ramos Parés, apuntó en entrevista con Primera Hora que se trata de números preliminares, pues aun faltaban estudiantes por incluir en las estadísticas, por lo que el total podría llegar a igualar o fluctuar entre las cantidades de graduados al final de los años académicos 2018-2019 (22,118) y 2019-2020 (20,547).
El año académico 2020-2021 fue uno fuera de la norma por coincidir con el encierro decretado por la pandemia del COVID-19 y las situaciones que produjo.
“En términos porcentuales, todavía se espera que ese número (17,955) suba un poco más. Debe estar bastante similar a lo que era en el año 18-19, 19-20. Son las escuelas las que certifican que el estudiante cumplió con los requisitos de graduación, pero no solamente notas; en esos requisitos de graduación hay unas horas contacto que se tienen que dar. Así que, eso va entrando y va alimentando el sistema en estos próximos días. (Entonces) yo te diría que probablemente en una semana el número debe estar mayor”, estimó Ramos Parés.
Del mismo modo, aseguró que palpó el entusiasmo de los alumnos durante las graduaciones que se celebraron a finales de mayo y principios de junio, manifestando que muchos le articularon tener entre sus planes ingresar inmediatamente a universidades.
“He participado de graduaciones y he tenido la oportunidad de hablar con los propios estudiantes y, sí, te puedo decir que la gran mayoría de ellos sí tiene planes, tiene un rumbo definido de cara a la universidad”, aseguró el funcionario.
Encaminados a la Universidad
Ya para el 8 de junio, 11,612 personas solicitaron ingreso para alguno de los 11 recintos de la Universidad de Puerto Rico (UPR), número dominado por egresados de escuelas públicas (5,573), seguido por instituciones privadas (5,806) y “otras” academias (233).
De las 5,573 personas graduadas de escuelas públicas que solicitaron ingreso, ya 4,957 fueron admitidas a la UPR, mientras que 4,957 provenientes de escuelas privadas fueron aceptadas, al igual que 199 de “otras” instituciones. Estos números, también, son preliminares, pues el proceso de admisión todavía continua y la información final de estudiantes matriculados no está disponible.
“Creo que, dentro de todo, sigue habiendo un deseo de superación, sigue habiendo entusiasmo para seguir camino y rumbo a la universidad. Como miembro de la Junta de Gobierno, igualmente de UPR, vemos números significativos de estudiantes que provienen del sistema público”, acotó Ramos Parés.
Y no es solamente en la UPR donde se percibe el ímpetu del estudiantado para continuar sus estudios. La vicepresidenta auxiliar de gestión de matrícula en la Universidad del Sagrado Corazón, Karla Aguirre Astacio, informó que para el 22 de junio había cerca de 800 estudiantes de nuevo ingreso procedentes de escuela superior que ya se habían matriculado para el semestre que comienza el 16 de agosto.
“De estos, el 50% proviene de escuelas públicas, el 45% de escuelas privadas y el 5% de otro tipo de instituciones. El pasado año académico, a esta misma fecha, se habían matriculado 400 estudiantes de escuela superior, lo que representa un aumento significativo”, señaló en declaraciones escritas a este diario.
Por su parte, la ICPR Junior College informó que, para mayo, 457 estudiantes ya se habían matriculado, a diferencia de los 404 inscritos en mayo de 2021. Entre los 457 que formarán parte de la nueva población estudiantil de la ICPR Junior College, 36 son recién graduados de escuelas superiores.
Del mismo modo, NUC University ha sido una opción atractiva, por cuanto el total de matriculados de estudiantes recién graduados de escuelas públicas reflejó un aumento de 10% en comparación con el año académico pasado. La universidad solamente compartió con este medio los porcentajes y no la cantidad cuantitativa que representan.
Entretanto, la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico (PUCPR) notificó que, al quinto día de matrícula, la institución tenía un cúmulo de 554 estudiantes nuevos subgraduados matriculados en alguno de los tres recintos que ubican en Ponce, Mayagüez y Arecibo, así como en los colegios de Ponce. Esto representa 63 estudiantes (12.8 por ciento) por encima del año pasado para la misma fecha. El único recinto que tenía una cantidad menor de nuevos alumnos al quinto día de matrícula fue el de Arecibo, pues se matricularon 12 estudiantes (66.7 por ciento) por debajo del año pasado.
Por varias semanas, Primera Hora solicitó datos también de la Universidad Interamericana de Puerto Rico (UIPR) y Ana G. Méndez (UAGM). Al cierre de esta edición, no se recibió la información solicitada. Por su parte, la Universidad Carlos Albizu indicó que no compartirían los datos públicamente, porque incluyen “información interna de la universidad”.
El regreso al salón
Desde agosto de 2018 hasta el 2022, el año académico del Departamento de Educación que rindió menos resultados positivos fue 2020-2021, fecha que coincidió con la imposición de restricciones obligatorias para evitar la propagación del contagio al COVID-19, que incluyó la limitación social y la educación a distancia, modalidad que adoptaron todas las escuelas en el País, tanto públicas como privadas.
Precisamente, fue el reintegro a las aulas y eventos presenciales de las escuelas que ha servido como incentivo en la motivación del estudiantado, entusiasmo que se replicó también en los maestros y directores, opinó Ramos Parés.
“(Los directores y los estudiantes) están más activos. Creo que extrañaban este tipo de eventos (las graduaciones). El año de pandemia hubo una cancelación masiva de estos eventos. Así que, las escuelas necesitaban (esto). Te puedo decir que ha habido mucha emoción”, recalcó.
Repensar el futuro
Pese a la percepción de entusiasmo de ingresar a una universidad entre los graduados de este año, las estadísticas de nuevos ingresos evidencian perseguir estudios universitarios es una tendencia que, con los años, ha perdido vigor.
Según el reporte “College Enrollment & Student Demographic Statistics” publicado en abril por Melanie Hanson, de Education Data Initiative -colectivo de investigadores que recopilan información relevante a la población de las escuelas en Estados Unidos, el Distrito de Colombia y Puerto Rico-, un total de 15.9 millones de personas se inscribieron a una universidad para otoño de 2020, número que representó una merma de 4.3% interanual.
Esta tendencia comenzó a partir del 2010, cuando las inscripciones a universidades alcanzaron su punto máximo con 21 millones de personas.
Desde ese año, la matrícula acumulativa en todos los Estados Unidos, el Distrito de Colombia y Puerto Rico ha disminuido un 9.6%, dicta el reporte.
Específicamente, en Puerto Rico se ha visto una reducción de 23.7% entre los estudiantes que se matricularon desde el 2010, se detalla.
“Las estadísticas de matrículas universitarias indican que más estadounidenses están renunciando a la educación superior; algunos pueden posponer la asistencia a la universidad para generar ahorros”, lee el informe.
El 29.8% de los matriculados en universidades en Puerto Rico para cuando se recopilaron los datos del informe provenían de escuelas públicas. Asimismo, el 99.2% de los estudiantes matriculados en universidades puertorriqueñas son residentes y el 45.6% de los que estudian son féminas a tiempo completo. Solo el 3.6% migran para estudiar, se indicó.
De esta realidad es consciente Ramos Parés, quien aseguró que intenta buscar que aquellos que se gradúen de la escuela cuenten con una preparación más atemperada a las demandas del campo laboral actual.
“El mundo está evolucionando y vemos que cada vez más hay una demanda por unas carreras en particular, carreras que uno puede ir adquiriendo conocimiento a través de las redes (sociales). Así que, sí, hay unos proyectos que nosotros estamos tratando de acelerar; estaremos haciendo anuncios próximamente”, adelantó al mencionar que la capacitación de varios docentes en ciencias de cómputos -gracias al programa Desarrollo Profesional Explorando el Mundo de la Computación (Proyecto ECS4PR) administrado por el recinto riopedrense de la UPR y subvencionado por la Fundación Nacional de Ciencias- ayudaría con esta meta.
Acorde con Ramos Parés, el Departamento ha tomado pasos hacia la modernización del currículo mediante la integración de programas como “Yo soy un gamer”, que integra los deportes electrónicos (eSports) con la educación, y el Instituto Tecnológico de Puerto Rico, que se inaugurará en Aguadilla y busca preparar a futuros profesionales en la aeronáutica, entre otras iniciativas y alianzas que serán parte de la revisión curricular que se implementaría para el año venidero.
“Estamos viendo igualmente el tema de lo que son los videojuegos electrónicos y cómo están en ese proceso de desarrollo de nuestros jóvenes. Así que, tenemos alianzas (en curso y otras) que van a estar teniendo efectividad este año para que los jóvenes estén preparados para ese mundo del trabajo con créditos universitarios y certificaciones en postsecundarias”, explicó al afirmar que esto serviría para la “adaptación” de esta “nueva generación que pide tener buenos salarios”, por lo que “el sistema debe responder”.
En sus planes macro, el secretario aseguró tener el deseo de crear en los salones de clase espacios tecnológicos donde se utilice la realidad virtual cotidianamente. Pero aceptó que no todas las escuelas tienen conectividad inalámbrica, máxime aquellas que ubican en municipios rurales y montañosos.
“Mi intención es dejar un Departamento que la tecnología sea parte del día a día de todos nuestros estudiantes, sin discriminar”, puntualizó al aceptar que falta largo trecho para lograr esta modernización (debido a la burocratización del proceso de compras) sufragada por los $990 millones del American Rescue Plan Elementary and Secondary School Emergency Relief (ARP ESSER), y que esto requerirá educación que habrá que ofrecer a los maestros una vez se obtenga esta tecnología nueva.