“Me sentí bien feliz al formar parte de esto”.

La estudiante universitaria Frances Vélez Vega siente la satisfacción de contribuir a la recuperación de un paciente diagnosticado con COVID-19, luego de que accediera a donar plasma convaleciente, que es como se identifica a la parte líquida de la sangre que se colecta de una persona curada de este virus.

El gesto cobró notoriedad cuando ayer personal médico del Hospital Municipal de San Juan culminó el proceso, que se realizó por primera vez en Puerto Rico, en un paciente intubado que está recluido en la institución.

“Es una enfermedad que se está llevando la vida de otras personas, así que me siento bien feliz”, dijo. “Vale la pena porque estás ayudando a salvar la vida de otras personas. Tenemos las proteínas que pueden ayudar a combatir este virus. (A los que se han recuperado) piensen en que quizás un familiar enfermo, una persona adulta que quizás en algún momento llegue a desarrollar el COVID-19, Dios quiera que no, si lo pueden donar, podemos ayudarlos”.

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La ponceña de 24 años reveló que, al quinto día de desarrollar parte de los síntomas del coronavirus, llamó a la línea que el gobierno había sugerido para saber las recomendaciones a seguir como parte del proceso.

“Llevaba cinco días con una fiebre que no se iba. Cuando llamé me dieron cita rápido, así que me la hice y salí positivo”, recordó Vélez Vega, quien sospecha que contrajo la enfermedad durante el evento del Día Nacional de la Zalsa el pasado 8 de marzo.

“Yo trabajé allí y entiendo que fue ese día porque cinco días después fue que empecé con la fiebre y el dolor de cabeza”, mencionó la joven, quien estudia para técnica veterinaria.

La tos no se reflejó como parte de los síntomas, según compartió. “Luego (de hacerme la prueba), a los siete días me llaman que salí positivo, y lo que me informaron fue que tenía que permanecer en cuarentena, y que si empeoraba, que fuera a emergencias, de lo contrario, a quedarme en mi hogar”, agregó, y manifestó que su pareja contrajo la enfermedad, pero no su hermana, que también se hospeda con ella.

“Fue un período de recuperación llevadero porque soy una persona que se ejercita, siempre estoy en constante movimiento, que eso fue una de las cosas que me ayudó, entiendo yo, y tomar mucha vitamina C”.

Vélez Vega tuvo que esperar 14 días a partir de la desaparición de los síntomas, para una nueva prueba, que arrojó negativo.

“Después que me llamaron para decirme que di negativo, el doctor se comunica conmigo para dejarme saber que estaban haciendo lo del plasma, y ya al otro día tenía la cita para la donación. Me dijo de la posibilidad de que a una persona contagiada grave con el COVID-19, mi plasma le podía ayudar, así que accedí a rápido”, recordó la estudiante, quien reveló no estar al tanto de quién es el paciente que recibió la donación. “Me gustaría saber quién es y si le ayudó a recuperarse”.