“Armando tiene un bonito corazón. Siempre ha sido así”.

El joven de 19 años se gradúa en mayo de la escuela superior José Santos Alegría de Dorado, pero no tiene dinero ni para pagar la cuota de $300.

Luego del huracán María, lo perdió todo, por lo que vive junto a su madre -como pueden- en lo que quedó de su casita en la comunidad Maisonet 2 de este municipio.

“El huracán le llevó el cuarto a Armando, el techo, todo lo de adentro, la computadora…”, dijo a Primera Hora Daisy Rivera, madre del estudiante de educación especial.

De la estructura solo quedó el balcón y “un cuartito donde estamos viviendo él y yo”, sostuvo.

La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias  (FEMA) le dio una ayuda de $4,000 para arreglar su casa.

“Con eso compré 700 bloques y unas varillas, pero eso no me da ni para empezar”, confesó la mujer de 49 años.

Del municipio enviaron tres personas que solo le recomendaron buscar ayuda en el programa Tu Hogar Renace, pero llama y sale “el sistema y dice que si esto, que si lo otro y no me han llamado”.

Daisy y Armando aún están sin luz, por lo que ella cocina temprano en una estufita de gas para que no la coja la noche.

Ya su hijo, que perdió a su padre cuando bebé, dejó de recibir el Seguro Social por edad y sobreviven con el Programa de Asistencia Nutricional.

Sin embargo, Armando no se deja amedrentar por las circunstancias.

“Armando tiene un bonito corazón”, confiesa su madre, quien agrega que se olvida de sus necesidades para ayudar a otros.

Como ejemplo, narró cómo este, junto a su novia y otros jóvenes, ayudó a una maestra.

Dalimar Prieto, maestra de Educación Especial, es quien narra entusiasmada cómo difundió un vídeo en sus redes sociales para que todos conocieran que Armando, pese a que es de los que “alborota la clase”, es un ejemplo digno de emular. 

La secuencia recrea cuando la maestra de matemáticas Myrna Santiago es sorprendida con ayuda.

El jovencito, al enterarse de que la educadora estaba sin agua ni luz, y así tenía que cuidar a su madre enferma, hizo “una comprita”, buscó hielo y agua e impresionó a la educadora cuando entró al salón de clases.

Mrs. Santiago no paraba de llorar cuando comprendió el sacrificio de sus alumnos, algunos con más necesidades que ella.

Su madre agregó que “cuando paso lo del huracán, Armando se fue a limpiar escombros y levantar árboles con otros chamaquitos”. 

Precisamente, durante  esta entrevista Armando visitaba a la mamá de la educadora, que está hospitalizada. 

“Vi a la mamá (de Mrs. Santiago) bastante bien. Se alegró cuando llegamos. Nos echó la bendición y nos dio las gracias por haber llegado. Se le vio la cara de felicidad”, indicó el joven que quiere estudiar Justicia Criminal.

Sé que no es fácil vivir en un cuartito con tu mamá, le dijimos.

“Es bastante incómodo porque a veces quieres privacidad. Se hace incómodo cuando mi mamá se está vistiendo, o yo me estoy vistiendo, o ella se termina de bañar”, confiesa.

¿Por qué decidiste ayudar a la maestra Santiago?

“Me conmovió, porque al igual que yo estuve un tiempo sin agua, y eso es lo más esencial que uno necesita, y me conmovió (porque) tenía que bregar así con su mamá enferma y no tenía mucho alimento. Mi novia hizo un grupo de WhatsApp para ayudarla”, indicó.

En estos días están hablando muy bien de ti. ¿Cómo eres?

“En realidad un muchacho contento, alegre, me gusta socializar y ayudar a los demás; no ver a nadie triste, dar lo mejor de mí y ayudar a la personas”, enumeró.

Mrs. Prieto le dijo a Armando que el vídeo que compartió de la sorpresa a Santiago era, precisamente, para compartir su nobleza.

“Le decía a Armando: ‘quiero que la gente conozca quien eres tú. Te desliguen de las cosas negativas y conozcan al Armando que conozco desde el grado 10. (Le dije), perdí a mi mamá y tú estuviste ahí. Cuando sus compañeros pierden a sus abuelos o padres ahí estaba Armando en la funeraria y dando ayuda”, comentó Prieto.

Armando, si alguien quisiera ayudarte. ¿Qué necesitas?

“Por ahora estoy pidiendo dinero en efectivo, porque se perdió mi ropa, mis tennis, las camisas de salir, casi todo”, acotó.

Keychla Santiago, de 18 años, está muy “orgullosa” de su novio con quien lleva un año y dos meses.

“Literalmente, nunca esperé que él tomara esas ideas”, dijo la joven que también se gradúa en mayo y quiere estudiar enfermería. 

Miss Prieto agrega que hace unos días doña Daisy se sentó a llorar porque no podía más con la situación de la casa. “Le dijo: ‘Dios, yo soy tu hija y lo único que quiero es -si algún día falto- dejarle a mi hijo un techo seguro, pero no tengo los recursos para levantar esto’. Y ya este martes se propagó el video”, mencionó.

Para colaborar con Armando y su mamá, puede hacerlo a través del número de cuenta 057-54-6916 del Banco Popular. También, utilizando ATH Móvil al 939-286-9307.