Naranjito. El sol del mediodía brillaba en todo su esplendor, las aves revoloteaban con gallardía y algunas veces se lanzaban con fuerza hacia el lago La Plata en busca de peces, mientras las verdes montañas enmarcaban la escena.

Hasta las mariposas hicieron bailar sus pequeñas alas sobre la reluciente agua. Todo era quietud y paz. Solo cuando Carlos Sáez le ponía fuerzas al motor de su bote, rompía con la conexión mental que tan impresionante paisaje logra capturar.

Guaraguaos, pelícanos pardos, garzas, martinetes, gaviotas, gallaretas, patos y una que otra iguana fueron divisados durante un viaje por el lago La Plata. No se apareció ningún caimán, los que han logrado hacer de los inmensos canales de agua su hogar.

Es que más allá de ser fuente de agua potable para 130,828 abonados de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), ahora el lago La Plata también se ha convertido en un centro ecoturístico. Conocerlo es posible, gracias a que Sáez hizo realidad el poder llevar a las personas a dar una trillita por la reserva natural.

El joven empresario estuvo sobre un año ideando la propuesta y logrando cumplir con todos los requisitos. Fue el pasado 7 de octubre que La Plata Boat Trip dio su primer viaje ecoturístico.

El bote se toma en el barrio Guadiana, en una especie de península rodeada por las aguas del lago, en las que Sáez creció. El lugar queda por la segunda entrada principal de agua que tiene el lago.

Dos garzas, una gallareta, un martinete, al igual como varios peces, como el “red devil” y los llamados chupa-piedras, que se les ve brincar sobre el agua para tomar aire, dieron inmediatamente la bienvenida a la travesía por el lago La Plata.

“Yo me enamoré de este lago desde chiquito… Yo me crié en este lago, en el barrio Guadiana de Naranjito. Desde que tenía cinco a seis años conocí el lago. Mientras fui creciendo, aprendí a navegar, venía de pesca”, relató.

Sáez, que es electricista y “handy man” en varios centros de envejecientes y de cuido prolongado, contó a Primera Hora que la idea de iniciar un negocio propio comenzó cuando en medio de la pandemia salió con varias amistades a dar un paseo en un bote viejo de su papá por el lago.

Carlos Sáez se esmera en ofrecerlos llevando un mensaje de conservación ambiental.

Para este amante de la naturaleza, era común dar viajes en kayak y bote por el cuerpo de agua que conoce a la perfección. Sin embargo, lo impresionadas que quedaron sus amistades con la espectacular belleza que se encierra entre montañas de Naranjito, Toa Alta y Bayamón, en los 4.5 kilómetros cuadrados que tiene el lago, le dieron la chispa necesaria para iniciar “en esta aventura de tratar de crear un negocio”.

“Yo los llevé en un botecito viejo y decían: ‘esto es precioso’. De ahí surgió la idea”, contó.

Es que después del embate del huracán María, el lago logró sobreponerse. Palmas reales y cientos de arbustos han llenado de verdor la zona.

“Después de María, este embalse revivió. La naturaleza en el embalse forma unos paisajes maravillosos… Todas las personas (que hacen el recorrido) quedan enamoradas, encantadas”, dijo con entusiasmo.

Sáez afirmó que se ha especializado en “viajes ecoturísticos de placer”. Sin embargo, ha aprovechado para concienciar a todo el que se monta en su embarcación sobre la importancia de cuidar el medio ambiente, sobre todo el lago La Plata. Es que contó que como preparativo a establecer su negocio llenó unas 500 bolsas con basura, principalmente recipientes plásticos, que sacó del lugar. De hecho, una botella de agua lanzada por alguna orilla y que flotaba en el agua llegó a quebrantar la armonía del escenario.

Como gran parte del lago está en la zona de Naranjito, Sáez contó que le ha solicitado al alcalde Orlando Ortiz que se realice una campaña de limpieza.

En lo que alguna acción ocurre para limpiar este lago, de donde se extraen unos 80 millones de galones diarios de agua distribuidos en miles de hogares, el comerciante se dedica a orientar a los turistas del daño ambiental que ocasiona el no disponer correctamente de la basura.

Todo un espectáculo natural

Fuera de esta distracción, la gran cantidad de aves observadas por el trayecto hacían del recorrido un espectáculo.

Pescadores que paseaban en botes más pequeños o en kayak por las aguas del lago también llenaban de color el recorrido. Algunos se quedaban quietos a pocos pies de la orilla para tirar sus cañas para pescar. Se les veía cómo, pacientemente, aguardaban en completa tranquilidad que algún tucunare, también conocido como el pinto, o alguna lobina, cayera en la carnada.

“Aparte del consumo de agua, esto es un tesoro dentro de la montaña. No debemos parar de protegerlo”, reclamó el empresario.

Sáez destacó durante el paseo que el artista urbano Ozuna, así como el pelotero Javier Báez, construyen sus residencias a orillas del lago. Sin embargo, pasar por debajo de la impresionante estructura del puente Atirantado capta mucho la atención.

“Es bien emocionante”, comentó.

Justo cuando el bote se desplazaba debajo de la estructura, un pelícano pardo de Puerto Rico, que es un ave en peligro de extinción que ha hecho del lago La Plata su hogar, voló para añadir mucho más esplendor al encanto de la zona.

La otra área a la que llegan los turistas en esta travesía en bote es a las cercanías de la represa del lago La Plata, donde la AAA extrae el preciado líquido para distribuir agua potable a miles clientes de Bayamón, Dorado, Guaynabo, Naranjito, Toa Alta, Toa Baja, Vega Alta, Comerío, Cataño y Corozal.

En esta zona suele ser el área donde más pelícanos pardos se concentran en las tardes.

También las blancas gaviotas se han adueñado de la orilla de un parque recreativo que hay en el lugar, propiedad del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales, el cual permanece cerrado al público desde que el huracán María azotó al país el septiembre de 2017.

Son tres tipos de travesías los que ofrece Sáez para realizar en su bote. Uno es a la represa del lago La Plata, el cual demora unos 35 minutos, así como otro viaje al Atirantado, de unos 45 minutos. También ofrece el recorrido a ambos lugares, de aproximadamente una hora.

Los planes del comerciante también incluyen dar paseos de noche, ampliar la ruta hacia todo el lago, así como rentar botes y kayak. Pero, por lo pronto, solo hay disponibles estas tres rutas mencionadas.

Para poder disfrutar del viaje, los cuales se realizan de viernes a domingo en horario de 10:00 a.m. a 6:00 p.m., se debe separar el espacio a través de las páginas de La Plata Boat Trip en Facebook e Instagram o enviar un mensaje por Whatsapp al número 787-368-8536.

Sáez detalló que solo recibe grupos de hasta cinco personas. Dependiendo de la travesía que escojan, el costo es entre $15 a $45 por persona. Los niños menores de tres años son admitidos al paseo libre de costo.

Conoce más de La Plata

La Plata no es el único lago navegable en la Isla. También hay un servicio en el lago Dos Bocas, en Utuado, el cual transporta a los turistas hasta distintos restaurantes que hay en la zona.

En el caso de Naranjito, familiares de Sáez mantienen un restaurante a pocos pasos de donde sale el barco, llamado Lagolandia.

También es navegable el río Espíritu Santo, en Río Grande.

El lago La Plata, sin embargo, es uno de los embalses más importantes que tiene el país. Junto al lago Carraízo, en Trujillo Alto, permite que la AAA tenga suficiente capacidad de agua potable para distribuir en la zona metropolitana.

El agua que acumula La Plata llega desde Comerío.

“Su capacidad normal con las compuertas cerradas es de 33,000 acres-pies. Cubre un área de 820 acres, con una profundidad máxima de 100 pies y una longitud de siete millas. Fue construido en el 1974 para la AAA por (la firma de ingeniería francesa) Dep de Spie Batignolles. Sus aguas son utilizadas únicamente para el consumo doméstico del área Metro”, dice la descripción publicada por la AAA.

Debido a que la misión principal del lago es la extracción de agua, allí no se permite nadar. De hecho, está vetado por la Ley 430 de Navegación y Seguridad Acuática de Puerto Rico.