Joshua Morell Berríos feliz de vivir su milagro
Hace 11 años su papá le donó un riñón que ha sido un éxito.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 11 años.
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Joshua Morell Berríos no recuerda cuando hace 11 años estuvo varias semanas hospitalizado y recibió un riñón de su papá.
Hoy, a sus 14 años, solo tiene las fotografías, las anécdotas que le cuentan sus padres y la herida en el área abdominal, parecida a la que tiene su progenitor.
Primera Hora cubrió el proceso completo, desde que le hicieron las pruebas de compatibilidad a padre e hijo, de entonces tres años.
Sin pensarlo dos veces, Richard Morell accedió donarle un riñón a su pequeño y dicho trasplante ocurrió el 7 de marzo de 2003 en el Hospital Auxilio Mutuo por el doctor Eduardo Santiago Delpín, hoy día retirado.
“No me acuerdo. Sé por lo que me cuentan... No sé, no me acuerdo de nada”, dijo Joshua a este diario en entrevista telefónica desde su casa, en Miami, Florida.
El ahora adolescente sí dijo que su padre es “un buen papá” y que siempre le da las gracias por el acto de amor que tuvo hacia él cuando fue diagnosticado con Síndrome Nefrótico, que significa que botaba proteínas por la orina, y los médicos advirtieron que necesitaría un trasplante.
“Está todo bien, gracias a Dios. Joshua ha estado muy bien. Desde que estamos aquí (en Miami, desde 2006), no ha tenido ningún tipo de hospitalización. Estuvo un poco aguantado en el crecimiento por los medicamentos, pero ya está más alto que su mamá”, expresó Morell, quien dijo que él también ha estado bien de salud luego de la intervención.
Su madre, Wanda Berríos, destacó que el nefrólogo Juan Ovidio Pérez y los demás médicos aseguran que el caso de Joshua fue un milagro.
Indicó que no ha vuelto a tener pérdida de proteínas en la orina ni síntomas de rechazo del órgano, y hasta toma una dosis baja del medicamento que tiene que tomar de por vida para evitar el rechazo.
“El riñón parecería que fuera de él y no del padre. Es un niño normal”, manifestó la feliz madre, quien después tuvo tres hijos más: Natanael, de 9 años; Richelle, de 5 años; y Jeremy, de tres.
Joshua está actualmente en séptimo grado y le encantan las computadoras, y toca batería y saxofón. Además, ofrece su testimonio en las iglesias en compañía de sus padres.
“Está hecho un músico y le encanta la tecnología, las computadoras. Coge una computadora y le cambia el disco duro, le pone memoria. Es su ‘hobby’. Le encanta inventar cosas”, manifestó satisfecho Morell, quien trabaja en una compañía de celulares.