El próximo lunes jurará fidelidad a la Constitución como primer senador independiente y, aunque uno de sus grandes retos es adaptarse al protocolo parlamentario, el doctor José Vargas Vidot asegura que no claudicará a los principios que lo llevaron a la Casa de las Leyes. 

“Prefiero ir al Senado vestido de humildad, amor, tolerancia y solidaridad. Tendré el gabán allí, pero hay una cosa importante: compré dos t-shirts que tienen las corbatas dibujadas”, dijo el salubrista con su peculiar verbo.

Subrayó que los puertorriqueños que lo respaldaron en las urnas pueden esperar a una persona “totalmente honesta” en su pensamiento. “Espero ser aquella persona que construya los puentes de coincidencia para que el País pueda orquestar una reconciliación nacional. Necesitamos urgentemente una amnistía social”, sostuvo.

Como persona, reconoce sus limitaciones y debilidades y confesó que le “da miedo” porque algunas personas lo ven como un “ser iluminado”, como alguien que va a arreglar el País. “Yo no trato de ser más de lo que yo soy, no trato de violentar mis fronteras”, afirmó.

“Me he acostumbrado a vivir en los milagros. La candidatura fue un milagro, la elección fue un milagro, el resultado fue un milagro, pero no necesariamente quiere decir que yo me trace esa idea mesiánica de mí mismo”, sostuvo.

Para evitar que sus propuestas se queden en gavetas del Capitolio o en los debates del hemiciclo, manifestó que ya comenzó a buscar alianzas. “Yo soy una persona de consenso”, indicó para agregar que ese es un tema que le preocupa mucho.

Sin embargo, recalcó que en vez de obedecer al box score legislativo, se concentrará en medidas “sustanciosas” y en trabajar proyectos que tengan impacto en la cotidianidad. Aspira a lograr mediante legislación que el tercer sector sea reconocido en la jerarquía administrativa del País.

Considera como su logro principal el que poblaciones excluidas como la de personas sin hogar y adictos puedan ser reconsideradas dentro de la visión humanitaria. “Aquí no se hablaba de la adicción como una enfermedad antes de Iniciativa Comunitaria. Todo lo que se hablaba era de la visión de la adicción como delito y delito social. Hoy día hay cientos de grupos que hacen misión en las calles”, expresó.

Dijo también que ha tenido la oportunidad de ayudar en la formación de muchos profesionales de la salud con sensibilidad. “Hemos logrado que se modifiquen currículos en universidades, que se cambien leyes o reglamentos y que se cambie la actitud de la gente hacia el prójimo”, indicó.

¿Se ha equivocado?

Miles de veces. Estoy acostumbrado a poner huevos y a empollarlos.

Aseguró que no volvería a estudiar medicina porque lo hizo pensando en que era la profesión en la que más se podía acercar a la demostración de amor al prójimo. “En mi caminar me he dado cuenta que basta con validar mi certificado de nacimiento, con que podamos respirar, sentir, abrazar”, remachó Vargas Vidot, a quien algunos llaman Chaco.

No continuará al frente de Iniciativa Comunitaria, pero destacó que no se desvinculará de la organización porque como legislador tiene la oportunidad de invertir un 35 % de su tiempo en otras actividades.

En el Capitolio está consciente de que le esperan grandes batallas. “Retar leyes que describen muy mal al tercer sector, democratizar a la UPR y leyes ambientales que protejan de verdad el patrimonio nacional, eso va a ser una pelea de grandes proporciones y yo no le tengo miedo”, indicó.

Observó, por ejemplo, que el estrado donde los legisladores se sientan en las vistas públicas “es alto y el de gente y la comunidad es bajo”.

Ya tiene oficina en el segundo piso del Anexo del Senado y, en cuanto al personal que lo acompañará en su gestión, indicó que ha sido muy cauteloso. Reveló que en solo un día recibió más de 400 resumés.

“Aspiro, y lo estoy logrando, a que tengamos una mesa de asesoramiento permanente que no es pagada sino voluntaria”, detalló.

En los pasados meses, en su caminar por el País, la precaria situación de muchos viejos que no tienen dinero para pagar los deducibles de medicinas le arrancó lágrimas. “Una señora en Villalba me dijo que solo recibía el 42% de su retiro y estaba juntando $2 para el deducible de sus medicamentos. Eso me rompió el corazón”, relató.

En Cataño, un hombre después de recitarle poemas de Segundo Ruiz Belvis, le hizo voltearse hacia el Capitolio y le dijo: “En ese lugar se sentaba gente con dignidad, gente que me hacía sentir honrado y hoy se sienta gente que me hace avergonzar... Tengo las esperanzas de que esa dignidad regrese”.

Vargas Vidot es vegetariano y en su tiempo libre, pinta y escribe poesía.

Comenzó a hacer pintura figurativa buscando un alivio a la indignación de “ver morir personas en mis brazos a quienes el sistema les cierra las puertas”. 

Fue pastor de una iglesia evangélica por 11 años, pero se considera ecuménico. 

Prefiere que la gente trascienda el fanatismo. “Me gustaría que la gente sepa cómo yo pienso, que vieran que yo tengo 15 mil chichos, que uso bandana también porque tengo el pelo desordenado y no me gusta peinarme. Que me gusta pensar, planificar”, dijo.

Es padre de cuatro hijos y abuelo de tres nietos. Está soltero, toca flauta, bajo, guitarra y el ukulele (guitarra hawaiana de cuatro cuerdas). “Toco malo”, vaciló el nuevo senador, que escribe poesía social con elementos eróticos. A principios de 2017, espera publicar su primer poemario titulado “Oda a las ganas”.