Jardín de lluvia en La Playa de Ponce
La siembra es parte de una investigación inicial de caracterización de yerbas marinas en el Sur de Puerto Rico.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 años.
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Unos cultivan para alimentar el país, mientras otros dan vida a miles de espacios que agonizan a causa de la contaminación. Sin embargo, un grupo de jóvenes en Ponce inició una peculiar siembra que pretende proteger la vida marina a través de jardines de lluvia.
El proyecto de infraestructura verde se realiza en el parque Enrique González, ubicado en el malecón de la Playa de Ponce, a donde llegaron representantes del Instituto de Investigaciones Socioecológicas (ISER, por sus siglas en inglés) del Caribe junto a varios estudiantes de la Escuela de Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica. Allí cultivan varios jardines cuya función es atrapar sedimentos y contaminantes que pudieran afectar los corales y yerbas marinas que viven en la bahía ponceña.
Para lograrlo, consiguieron unos fondos del Servicio de Conservación de Recursos Naturales (NRCS), del Departamento de Agricultura Federal, entidad que apoya este esfuerzo, producto de un diseño realizado por estudiantes de arquitectura.
“Este es el primer proyecto de infraestructura verde para La Playa. Escogimos la Playa de Ponce por su importancia, su historia, su cultura y los recursos marinos costeros que tiene”, explicó Braulio Quintero Nazario, director ejecutivo de ISER Caribe.
La siembra es parte de una investigación inicial de caracterización de yerbas marinas en el sur de Puerto Rico, realizado por las biólogas marinas Yasmín Detrés y Stacey Williams, quienes pertenecen a esa organización fundada en el 2012.
“Ellas encontraron que la bahía de Ponce tiene una de las poblaciones de yerbas marinas más amplias de Puerto Rico. Escogimos este sitio con estos dos espacios verdes que drenan hacia la calle, entonces todas estas aguas pluviales, el jardín las atrapa cuando llueve y parte de lo que podría llegar a la calle y eventualmente al mar, pues se atrapa en los jardines”, afirmó el presidente de ISER Caribe.
“Uno de los factores que afectan a los corales y las yerbas marinas es el exceso de sedimento, que, se reposa encima de los corales y encima de las plantas marinas, y eso evita que ellas acumulen sol, hagan fotosíntesis y crezcan y, además, los llevan a la muerte”, agregó Quintero Nazario.
El especialista ambiental señaló que a pesar de la devastación causada por el huracán María, que también arrasó con los viveros en la Isla, se lograron seleccionar varias plantas que cumplieran la función que realiza un jardín de lluvia.
“Se escogieron plantas xerofíticas, que toleran sol y momentos largos de sequía y vientos, que es lo que encontramos en la Playa de Ponce con condiciones secas, mucho viento y mucho sol. Entre ellas hay lirios de playa, gramíneas, canarios y todas estas plantitas que están adaptadas a este tipo de clima”, detalló al mencionar que durante el primer día de siembra llegaron estudiantes de las escuelas Sor Isolina Ferré, Alfredo M. Aguayo, Lila Mayoral, Academia Santa María y otras organizaciones sin fines de lucro.
Por su parte, la oceanógrafa marina Yasmín Detrés, manifestó que el proyecto de siembra sobrepasó su expectativa.
“La Playa es un sector que, aunque hay varias fuentes de contaminación alrededor, aquí hay unas praderas bien espesas de yerbas marinas que son bien importantes para especies comerciales como el carrucho, y también para las tortugas marinas que se alimentan, aquí hay manatíes y son de los pocos lugares en Puerto Rico que hay manatíes”, admitió Detrés, científica adjunta de ISER Caribe e integrante de la facultad de Ciencias Marinas de la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez.
“Aquí también hay arrecifes de coral que es un ecosistema bien importante para la pesca comercial y la pesca recreativa, pero especialmente en este sector, que hay muchos pescadores que dependen de la pesca. Por eso es importante que el agua esté lo menos contaminada posible para que los ecosistemas estén saludables”, añadió la científica.
De acuerdo con Quintero, otro espacio a donde concentrarán el trabajo queda ubicado frente al parque, en medio de dos almacenes que dan a la calle principal. El terreno baldío se transformará en un jardín mosaico, que esperan iniciar el primer sábado de noviembre.
“El jardín del parque Enrique González se terminó, y ahora queda mantenimiento, riego, remover la basura que es un problema en el parque y tenemos que empezar a tomar estrategias para controlarlo. En el otro jardín, queremos abrir una convocatoria a la comunidad para que vengan vecinos y se integren a la siembra ya que el área está preparada”, manifestó.
Asimismo, realizarán talleres para que la comunidad se inserte en el esfuerzo de prevención y también, ayuden a embellecer la emblemática Playa de Ponce.
“La idea es que esto sea un proyecto demostrativo, porque esto se puede llevar a menor escala, a las casas de las personas. Entonces, ahí, si se multiplica el esfuerzo, llevándolo a otras áreas verdes de las casas y así minimiza la cantidad de sedimento que puede llegar a la bahía, y eventualmente a los corales y yerbas marinas”, dijo el especialista ambiental.
Entretanto, el líder comunitario Roberto Ortiz Cruz, aseguró que está contento con la iniciativa.
“Me parece extraordinario por varias razones y es que esta comunidad es zona inundable y entonces, esto ayuda de cierta manera, a mitigar los procesos de inundación y erosión de las costas. Además de eso, lugares que normalmente están abandonados y baldíos, se han identificado, como lo es el caso de este parque, donde había basura y ahora se están sembrando plantas”, confesó Ortiz Cruz.
Para detalles puede acceder a La Playa Reverdece en Facebook, o llamar al 787-320-4857 y 787-464-9626.