Investigan qué pudo haber provocado masacre en Yabucoa
Los sicarios abrieron fuego indiscriminadamente contra las personas.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 14 años.
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Manejan varias teorías.
Los agentes que investigan la novena masacre del año, ocurrida el domingo pasado en Yabucoa, estudian si lo que detonó el incidente fue el trasiego de drogas o una pelea entre los miembros de la familia tiroteada y la del gatillero que resultó muerto en la refriega.
La matanza ocurrió a las 7:40 p.m. frente al parque de pelota de la urbanización Jaime C. Rodríguez, donde se llevaba a cabo un torneo de sóftbol para recaudar fondos para el paciente José M. Ortiz, quien necesita un trasplante de hígado.
Los sicarios, que viajaban a bordo de un auto Toyota Yaris, abrieron fuego indiscriminadamente contra un grupo que celebraba el décimo cumpleaños de la niña Yaire Camacho Berríos. Las balas alcanzaron a los hermanos Yarelis Berríos Andino, de 31 años, a Yeisa, de 27, y a Josué, de 28 años, apodado “el Mono”; a Yaire, hija de Yarelis; a Jesús Aponte Eliza, de 19 años, y a Orlando Meléndez Crucett, de 26.
El gatillero muerto fue identificado como Esteban Ayala Pérez, alias “Pirito”, a quien sus rivales bajaron del vehículo, le quitaron una máscara de tela negra que llevaba y lo ejecutaron de un balazo a quemarropa. Dos de los presuntos gatilleros que acompañaban a “Pirito” huyeron del lugar, pero llegaron a dos hospitales de Caguas y Humacao.
Las hermanas Yeisa y Yarelis, tía y madre de Yaire, respectivamente, murieron poco después de la balacera. La pequeña de 10 años sufrió un disparo que le fracturó la mandíbula y perdió su dentadura. Al momento, está recluida en el Hospital Pediátrico.
Entre las confidencias que se están investigando, se intenta determinar si uno de esos gatilleros actuaba como doble agente y pretendía no sólo acechar al “Mono”, sino terminar con la vida de “Pirito”; y la otra apunta a rencillas entre una de las hermanas y uno de los miembros de la pandilla de sicarios.
La vigilancia en el lugar se ha incrementado ante la posibilidad de que nuevos focos de venganza se susciten en el área, ya que se ha comentado que se han lanzado amenazas a través de las redes sociales.
“Hay mucha histeria; lamentablemente, se ven cosas donde no las hay, con el miedo que generan esos incidentes”, declaró Carlos J. Colón Alsina, director regional de Humacao, tras informar que desde el día en que ocurrieron los hechos se estableció un plan especial de vigilancia para evitar que haya más violencia.