Iniciativas ayudan a evitar muertes por sobredosis
Directora de Assmca afirma que persiste una preocupación muy seria con las sobredosis por opioides.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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Una serie de iniciativas y programas que ha puesto en práctica a la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (Assmca) ha logrado reducir el número de muertes por sobredosis en la Isla, en particular en los casos de sobredosis de opioides.
De acuerdo con Suzanne Roig, directora ejecutiva de Assmca, los casos de sobredosis con opioides continúan siendo una preocupación muy seria, y no se limitan a sustancias prohibidas, como la heroína, sino que incluyen también a un sinnúmero de fármacos que se usan para aliviar o atender diversas condiciones de salud.
El tema de las sobredosis, abundó Roig, tampoco se limita a esa visión que podrían tener muchos del adicto maltrecho que anda por una esquina pidiendo dinero o tirado sobre el pavimento, pues hay muchas personas que desarrollan adicciones a medicamentos recetados controlados, que se las arreglan para vivir en comunidad como si no estuviera atravesando una adicción.
“Nosotros estamos tratando de atender todas las situaciones de sobredosis, incluyendo las relacionadas a opioides, y en particular el fentanilo, que llegó de manera abrupta en 2017 y es altamente letal”, sostuvo la directora de Assmca.
Explicó que el fentanilo y su letal efecto ya se conocían desde antes de ese año, pero no fue hasta 2017 que comenzaron a recibirse reportes oficiales de muertes por esa sustancia, y comenzaron las iniciativas para atender ese tema específico.
“Ha sido muy efectivo el uso del medicamento Narcan. De hecho, hemos repartido $1 millón como parte de la iniciativa en tratamientos de Narcan que hemos dados a las organizaciones comunitarias. Eso debe estar en las manos de la gente y las organizaciones que más cerca están de las situaciones de adicción y sobredosis”, afirmó Roig.
“Lo mismo pasó en (el Departamento de) Corrección (y Rehabilitación), donde había a cada rato muertes por sobredosis y entramos, informamos, adiestramos oficiales de corrección y eso ha disminuido”, agregó, aclarando que el Narcan tiene además la ventaja que si se usa en una persona que sospecha esté pasando por una sobredosis y no se trata en realidad de eso, “el riesgo es bien mínimo” y apenas tiene efecto alguno en el cuerpo.
“Es un medicamento de respuesta rápida. Ya lo tienen Emergencias Médicas, Manejo de Emergencias, la Policía, los Bomberos, las organizaciones (comunitarias)”, afirmó.
Más allá del fentanilo y otras drogas prohibidas, Roig reiteró que “hay muchos adictos funcionales en la comunidad general y que pasan desapercibidos, porque un médico le receta un medicamento para tratar un dolor”.
“Y no estamos criticando a quien necesite un medicamento para aliviar un dolor. Pero lo que ocurre es que esos no son medicamentos para un uso continuo. Y luego parte de la adicción y el síndrome de retirada también es dolor, y la gente lo confunde con aquel dolor inicial que estaba tratando”, abundó. “Por eso le insistimos a la gente que hable con su médico, que sepan qué es un opioide, que es adictivo, por cuánto tiempo lo debe usar, y cuáles son las alternativas de tratamientos que existen”.
Para ese tipo de casos ha sido de gran eficacia el Programa de Monitoreo de Medicamentos Controlados en vigor desde 2018, del que participan farmacias y médicos, y que incluye además acuerdos colaborativos con otras 48 jurisdicciones, incluyendo algunas en las que más boricuas viven, y desde donde proceden la mayor cantidad de turistas que recibe la Isla.
Con ese programa, por ley, las farmacias deben registrar el despacho del medicamento controlado y documentar quién lo recibe, quién lo receta, cuál dosis, y otros datos que permite crear un tracto e identificar si el paciente ha recibido el mismo medicamento u otros similares en otras farmacias, si la combinación con otro fármaco recetado por otro doctor le podría afectar. Ese rastreo ha permitido detectar turistas que venían a buscar medicamentos alegando padecer dolores crónicos, he incluso ha llevado a que algunos doctores que abusaban de recetar este tipo de fármacos perdieran su licencia, aunque “han sido pocos, y en general los médicos y las farmacias han sido bien responsables con esto”.
De hecho, Roig sostuvo que la compañía que provee ese sistema de rastreo, que también lo provee en otras decenas de jurisdicciones, ha catalogado el trabajo en Puerto Rico como “muy robusto” y agregó que también ha evitado que más medicinas entren al mercado de venta ilegal en las calles.
Con todas esas y otras iniciativas, y a pesar que durante este tiempo de pandemia, “obviamente, todo ha sido más difícil”, Roig aseguró que del 2017 al presente se han reducido las muertes por opioides en 21%.
No obstante, insistió en “seguimos muy preocupados por las sobredosis, es una preocupación muy seria”.
Este año, entre Emergencias Médicas, el Departamento de Corrección y Rehabilitación y las comunidades se han reportado 278 situaciones de sobredosis, “y de esas 262 son vidas salvadas utilizando el Narcan. Pero tristemente, 16 han sido fatalidades”, agregó la directora de Assmca.
Las cifras, aclaró, no incluyen los casos atendidos por emergencias médicas municipales y sistemas de ambulancia privados. Sin embargo, esperan poder unificar todos esos datos con un sistema electrónico de vigilancia para sobredosis que podrán en vigor próximamente y al se integrarían todos los sistemas de ambulancias, hospitales y otros sistemas, de manera que se pueda tener un panorama más preciso de los casos de sobredosis y cuántos sobreviven.
“Nunca las adicciones han estado en control. La adicción es una condición muy severa, muy aguda, muy difícil de tratar. Es algo que tiene aspecto físico, sicológico y social. Y hay que verlo de todas esas perspectivas. Hemos salvado muchas vidas. Pero todavía quedan esas muertes. Nuestra esperanza que lleguen a 0, y que todas las personas con adicción puedan integrarse a un proceso de recuperación”, afirmó Roig.
Por último, la directora de Assmca aseguró que todos los programas a los que hacía referencia se corren con fondos federales y que no existe razón alguna para que dejen de funcionar en caso de que ocurran cambios de dirección en la agencia.