Un médico y un ingeniero puertorriqueño han diseñado una máscara para evitar el contagio por el COVID-19 similar a un equipo de buceo de apnea que cubre toda la cara y con la que buscan cambiar en Puerto Rico la protección contra la pandemia del coronavirus.

El especialista en medicina interna del Centro Médico de San Juan Oswaldo de Varona, de 36 años, dijo este miércoles en entrevista con Efe que el prototipo surgió a consecuencia de la inquietud que sentía ante un posible contagio cada vez que atendía a un potencial positivo por COVID-19.

"Ante la exposición a los pacientes no me sentía confiado", dijo De Varona, tras explicar que hasta el momento había utilizado otro tipo de protección que no permitía una buena visión debido a que se empañaba con frecuencia.

"Una mañana, después de una noche sin dormir a causa de la inquietud que sentía, contacté con mi amigo e ingeniero Miguel Soto, a quien le propuse diseñar un prototipo", indicó.

Fotografía personal cedida donde aparece Oswaldo de Varona, de 36 años, un especialista en medicina interna del Centro Médico de San Juan y además es ingeniero mecánico mientras posa con una peculiar máscara inventada junto a su amigo el ingeniero Miguel Soto. EFE/Oswaldo de Varona /SOLO USO EDITORIAL /NO VENTAS
Fotografía personal cedida donde aparece Oswaldo de Varona, de 36 años, un especialista en medicina interna del Centro Médico de San Juan y además es ingeniero mecánico mientras posa con una peculiar máscara inventada junto a su amigo el ingeniero Miguel Soto. EFE/Oswaldo de Varona /SOLO USO EDITORIAL /NO VENTAS (Agencia EFE)

Tomaron como base unas gafas de buceo de apnea

El médico, que es además ingeniero mecánico, dijo que junto a Soto diseñaron un modelo que toma como base unas gafas de buceo de apnea que cubren toda la cara, la cual lleva incorporada una bomba de aire que se puede prender para evitar que se empañe, además de un filtro en el tubo para respirar que evita el contagio.

"Parte de la idea es que sirva además para el paciente", explicó el médico.

"Podemos oxigenar al paciente, lo que antes se hacía con el ventilador mecánico", destacó De Varona, tras explicar que las caretas son fácilmente conectables a, por ejemplo, máquinas de apnea del sueño, que sirven para oxigenar a los pacientes.

Soto indicó por su parte que el prototipo evita recurrir a ventiladores mecánicos cuando los pacientes tienen problemas respiratorios.

Explicó que tienen ya más de 50 pedidos de estas máscaras que han comenzado a manufacturar con fines comerciales con las que se trata tanto de evitar el contagio de médicos y otros sanitarios como de ayudar a los enfermos.

"Llevo más de 5 semanas usando esta máscara y no me he contagiado por el COVID-19" asegura el médico, que espera que su iniciativa sirva a otros profesionales.

El prototipo recuerda al médico español Alfredo Redondo

El prototipo del galeno puertorriqueño recuerda al de Alfredo Redondo, médico del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, en España, quien para evitar el contagio hizo uso un modelo de buceo de la empresa francesa Decathlon.

Este modelo es fácilmente reconocible desde el verano pasado porque cubre toda la cara y no solamente ojos y nariz, como las tradicionales.

Redondo consiguió convertir las gafas de Decathlon en un Equipo de Protección Individual (EPI).

El médico español empezó a utilizar filtros comerciales, parecidos a los sistemas de retención de partículas de tipo FFP2 y FFP3 que se utilizan en los hospitales.

La propuesta del médico puertorriqueño sale a la luz cuando las autoridades locales informaron de que hasta hoy en la isla hay 1,968 personas contagiadas y 99 muertos por el COVID-19.