Informe revela que FEMA administró mal la distribución de suministros tras huracanes
Los funcionarios señalaron que los víveres permanecieron en custodia de FEMA durante cerca de 48 días, y el agua y los alimentos sufrieron retrasos en su envío de 71 a 59 días, respectivamente.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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Un reporte del gobierno estadounidense publicado el jueves reveló que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) administró mal la distribución de víveres en Puerto Rico después de los daños causados por los huracanes Irma y María, lo que llevó a retrasos en la entrega de alimentos y agua.
La Oficina del Inspector General indicó que, en promedio, tomó más de dos meses el que los víveres llegaran a su destino final y que FEMA perdió el rastro de cerca del 40% de sus envíos al territorio estadounidense valuados en más de 250 millones de dólares. Aproximadamente 98% de tales envíos eran alimentos y agua, de acuerdo con el informe.
“Dada la pérdida de rastro y el retraso de los envíos, FEMA no es capaz de garantizar que la mercancía haya sido entregada a los sobrevivientes del desastre en Puerto Rico como se necesitaba para sustentar vida y mitigar el sufrimiento”, se lee en el reporte.
Los funcionarios señalaron que los víveres permanecieron en custodia de FEMA durante cerca de 48 días, y el agua y los alimentos sufrieron retrasos en su envío de 71 a 59 días, respectivamente.
La Oficina del Inspector General añadió que llevó a cabo un sondeo que reveló que a FEMA le tomó un promedio de 10 días después de los huracanes hacer la primera entrega de agua y alimentos a los afectados. Los funcionarios subrayaron que si bien los víveres fueron arrojados vía aérea inmediatamente después del desastre, “las cantidades fueron insuficientes como para cubrir las necesidades de los sobrevivientes”.
El huracán Irma bordeó la costa norte de Puerto Rico a inicios de septiembre de 2017 como una tormenta de Categoría 5, causando daños que rebasaron los 700 millones de dólares, cobrando la vida de al menos cuatro personas y dejando sin servicio eléctrico a más de un millón de habitantes.
Dos semanas después, el huracán María azotó como una potente tormenta de Categoría 4, destruyendo la red eléctrica, causando daños valuados en unos 100,000 millones de dólares y matando aproximadamente a 2,975 personas. La reconstrucción de las zonas afectadas continúa hasta la fecha.