Incalculable valor de la reserva marina Tres Palmas en Rincón
La zona es reconocida por ser hogar de varios ecosistemas y hasta de un yacimiento arqueológico.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Enclavada entre los barrios Ensenada y Puntas, de Rincón, se encuentra Tres Palmas, una brecha de mar declarada reserva marina en el 2004 por la presencia de colonias de arrecife de coral cuerno de arce.
El coral cuerno de arce es una especie de arrecife en peligro de extinción, cuya diversidad y tamaño sirve de albergue a un amplio ecosistema de vida marina y especies protegidas, como la tortuga marina o “peje blanco”, careyes, langostas, caballos de mar, especies migratorias y peces de arrecife, además de ser frecuentada por la ballena jorobada durante su época de apareamiento. En la zona también se han registrado avistamientos ocasionales de delfines nariz de botella.
Varias organizaciones comunitarias, como Amigos y Amigas de Tres Palmas, Salva Tres Palmas y Salva a Rincón, se han hecho cargo del manejo de la reserva marítima, junto a expertos del programa Sea Grant de la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez.
Como parte de los proyectos de manejo, Amigos y Amigas de Tres Palmas ha realizado un deslinde de la zona marítimo terrestre en la que han desarrollado un Paseo Comunitario que se extiende por las playas Escalera (Steps), María’s Beach y Punta Ensenada (también conocida como La Marina y Black Eagle). “Este paseo comunitario parte de una iniciativa de Amigos y Amigas de Tres Palmas y Salva a Rincón. Nosotros compramos todos esos materiales que tú ves. Los compramos, lo delimitamos, vinimos con agrimensores, hicimos la mensura, la delimitación de la zona marítimo terrestre, el área de dominio público y en un día tiramos el paseo”, explicó el planificador Ramón Díaz Zambrana, portavoz de Amigos y Amigas de Tres Palmas.
Además de permitir el disfrute de vecinos y visitantes, que lo utilizan para caminar, correr bicicleta o, simplemente, disfrutar del espectáculo que ofrece la naturaleza, el paseo sirve para establecer el alcance de la zona que comprende la reserva marina que, actualmente, las organizaciones involucradas en su manejo abogan para que se le sumen los terrenos aledaños.
Díaz Zambrana explicó que, además del paseo, las organizaciones comunitarias también se encargan de realizar actividades, como la señalización en el área de la reserva, el mantenimiento de áreas verdes y cosechar los frutos de las palmeras antes de que estos comiencen a caer, para evitar que los visitantes puedan sufrir algún percance.
Además de Amigos y Amigas de Tres Palmas, Salva a Rincón y Paseo Comunitario de Tres Palmas, Surfrider también participa en el monitoreo de la calidad del agua de la playa.
Asimismo, al menos dos veces al año las organizaciones comunitarias realizan actividades de siembra de árboles y plantas endémicas y de limpieza del fondo marino.
“Es un manejo dirigido a crear consciencia sobre la conservación del medioambiente... además de establecer que esto es un área pública, que no debe ser explotada y que debemos conservar las áreas verdes aledañas, como un ‘buffer zone’ (zona de amortiguamiento), para la reserva natural”, comentó.
El paseo está limitado al uso pedestre y de bicicletas. No se permiten vehículos todo terreno ni tampoco acampar en la zona.
Díaz Zambrana añadió que, además de la importancia y fragilidad ecológica de la reserva marítima, esta goza de otra peculiaridad que redobla su importancia y la necesidad de conservarla. Se trata de un yacimiento arqueológico taíno, que ha sido corroborado por la presencia de petroglifos en las rocas del arrecife.
“Esto es un yacimiento arqueológico gigante. Aquí tú empiezas a cavar y te vas a encontrar un yacimiento brutal, desde La Marina, que había un yucayeque. Todo esto está lleno de artefactos taínos”, relató.