Un novedoso centro de salud dirigido a atender las necesidades de salud mental de alrededor de 22,000 militares y exsoldados de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos en Puerto Rico, inauguró sus facilidades este lunes bajo la promesa de impactar el aspecto psicosocial de sus beneficiarios, así como rescatar a los miembros de esta población que, desdichadamente, quedaron en un estado de “desamparo” que pone en riesgo la estabilidad de un hogar seguro.

El Programa Domiciliario y Centro Psicosocial Ambulatorio de Asuntos del Veterano (VA) -único en Puerto Rico y el Caribe- alberga dos componentes esenciales en el modelo de recuperación de la atención continua para los veteranos a través de una iniciativa residencial que ayudará a los participantes a reintegrarse a la comunidad mediante un entorno clínico y terapéutico; y una clínica ambulatoria con tratamientos interdisciplinarios e individualizados, incluyendo adiestramientos vocacionales en el campo de la agricultura. El fin de este último esfuerzo es que los veteranos puedan integrarse al campo laboral, una vez logren la estabilidad física y emocional.

“Este programa psicosocial residencial es único en su clase y está presente como servicio de salud por primera vez en Puerto Rico y el Caribe y esto nos va a permitir poder llegar a más veteranos para que puedan recibir su tratamiento en el idioma vernáculo y con el apoyo social de sus familias y amistades, que es un componente fundamental en la recuperación del tratamiento integral”, acotó Carlos Escobar, director ejecutivo del sistema de salud de VA.

Se estima que en Puerto Rico hay unos 65,000 veteranos registrados en los servicios de salud de VA. De estos hay 22,000 recibiendo servicios de salud mental. Escobar enfatizó que muchos de estos pacientes con requerimiento de tratamiento intensivo eran enviados a programas similares establecidos en Estados Unidos. Esa dinámica tenía un impacto de $28 millones en gastos, incluyendo los servicios de tratamiento y traslados.

“Ahora ese tratamiento intensivo residencial se hará aquí. Y esos recursos clínicos y médicos se quedan en Puerto Rico. Además, del impacto económico que tiene porque con este nuevo centro habrá 60 empleos directos”, manifestó el director ejecutivo.

Las facilidades -cuyo costo de construcción proviene de una inversión de $50 millones en fondos autorizados por el Congreso de los Estados Unidos- cuentan con 40 camas y el tratamiento residencial se estima de entre 40 a 45 días, pero si hay necesidad de extender la estadía, se evaluaría.

A preguntas de la prensa se explicó que los residentes llegan por referidosde los proveedores y miembros del programa de conducta de VA, pero también existe una colaboración con organizaciones sin fines de lucro e iglesias para impactar a veteranos y exmilitares que requieren rehabilitación emocional y que están en una condición de desamparo.

“Nuestra meta es hacer de Puerto Rico el primer lugar donde ni un solo veterano quede desamparado. Para lograr eso tenemos un equipo de tabajo de servicios sociales que identifica a esos veteranos en riesgo y los refieren al programa para que puedan pasar por el tratamiento intensivo residencial”, sostuvo Escobar.

Aunque no se precisaron cifras de veteranos en condición de desamparo, un informe de lala Oficina del Censo Decenal de los Estados Unidos, conocida como U.S. Census Bureau, estimó que el 18.9% de los veteranos en Puerto Rico posee ingresos bajo el nivel de pobreza. Se establece que el 80% de los veteranos boricuas tienen 55 años o más y cerca de una tercera parte de la población veterana participó de la guerra de Vietnam. De otra parte, el Conteo de Personas Sin Hogar del 2023 reportó que el 2.4% de las 1,077 personas sin hogar identificadas en la encuesta -en los pueblos que componen el norte y centro de la isla- eran veteranos. De estos, el 88% eran hombres y el 23% tenía un problema de cronicidad.

Escobar explicó que hay acuerdos con el Departamento de la Vivienda en la isla para identificar a estos veteranos sin hogar. Tras ser rescatados de la calle e ingresados en los programas de tratamiento y rehabilitación disponibles, se les otrogan un subisido que les ayude en la reinserción a sociedad.

De hecho, mencionaron como “exitoso” la integración de cursos de hidroponía y agricultura en las terapias. Próximamente, inaugurarán un jardín hidropónico.

“Nuestra aspiración es que todos los veteranos, según se gradúen de este programa, pueda reintegrarse a la clase trabajadora. Por eso estaremos allegándonos también con la Asociación de Industriales y Comerciantes”, agregó el director ejecutivo.

Por su parte, la comisionada residente en Washington y candidata a la gobernación por el Partido Nuevo Progresista (PNP), Jenniffer González, recibió con beneplácitos la inauguración de las facilidades que empezaron a edificarse en el 2021, pero que tuvo sus retrasos tras varios traspiés luego que los administrativos del Hospital Auxilio Mutuo objetaran su construcción. Finalmente, el caso fue resuelto en tribunales a favor de VA.

“Esto fue una lucha de muchos años... y lo más importante es que nuestros veteranos no tendrán que irse a Nueva York o alguna otra jurisdicción a recibir un tratamiento sin el apoyo de su familia. Lo recibirán aquí, en su entorno familiar”, destacó González.

Además, enfatizó en el hecho de que la salud mental es un asunto “serio” en Puerto Rico que urge atender.