Impedimento visual no detiene a joven agricultora
Arielis Rivera Franco, de 19 años y diagnosticada con retinitis pigmentosa, es estudiante de honor en la UPR de Utuado.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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Arielis Rivera Franco, natural de Cidra, no conoce límites. Y es que, a pesar de ser no vidente, su impedimento no ha evitado que esta joven de 19 años se convierta en parte de la primera generación universitaria de su familia, mientras persigue su sueño de obtener un grado en Agricultura Sustentable en el recinto de Utuado de la Universidad de Puerto Rico (UPR).
“Mi meta es ser independiente y aportar al futuro de Puerto Rico como agricultora”, dijo Rivera Franco, quien fue diagnosticada con retinitis pigmentosa hace unos años.
La joven siente una gran pasión por la naturaleza, los animales y el campo. Eso fue lo que le llevó a solicitar admisión al recinto de Utuado.
“Me siento libre cuando estoy en la universidad, pues es un campus lleno de paz y de naturaleza”, añadió la joven universitaria.
Por su parte, su madre, Arelis Franco, confesó que al principio sintió grandes reservas cuando su hija expresó interés en ir a la universidad.
“No lo voy a negar. Al principio sentí mucho miedo. Pero cuando visitamos el recinto, vi que el ambiente es distinto a otras universidades. Por ser un recinto rural pequeño, allí la tratan como familia”, dijo la orgullosa madre, quien la acompaña en la universidad.
La retinitis pigmentosa o pigmentaria, según portales especializados, es descrita como una enfermedad ocular en la cual hay daño a la retina. Lamentablemente, no existe ningún tratamiento para curarla o para recuperar la visión perdida.
Arielis terminó su primer año de estudios con un promedio de 3.65, lo que le garantizó un espacio en el cuadro de honor.
“Como no puedo ver, grabo las conferencias de los profesores y de esa forma me preparo para los exámenes, los cuales me los dan verbalmente”, describió la estudiante.
“No ha sido fácil. Pero hay que hacerlo”, manifestó la alumna al preguntársele sobre sus estudios en Utuado, cuando su familia reside en Cidra. “Tengo una matrícula híbrida (virtual y presencial), lo que me ayuda en el proceso,” dijo.
La joven ya está tomando pasos concretos para desarrollarse en el campo agrícola. Su abuela tiene un terreno en Comerío, el cual Arielis usa para criar gallinas, ovejas y cosechar plátanos, ajíes y otros frutos, con mucho entusiasmo, mientras aplica los conocimientos de sus clases.
“Disfruto mucho la agricultura, me hace sentir bien conmigo misma”, concluyó Arielis.
El bachillerato en Agricultura Sustentable de la UPR de Utuado es el primero en su clase en Puerto Rico. El recinto de Utuado provee acceso a la educación superior a todos los ciudadanos, incluyendo a aquellos que viven en áreas remotas o que tienen alguna diversidad funcional, lo que crea mayor equidad en nuestra sociedad.