Su criminalización radica simplemente en el hecho de que los premios no están sujetos al pago de contribuciones al Estado, pero por lo demás, la bolita se trata de un juego más de azar que, a pesar del tiempo y sus intentos de erradicación, ha sobrevivido generación tras generación.

Su similitud con los juegos de la lotería electrónica de Puerto Rico, como Pega 3 y Pega 4, es tal que son las combinaciones ganadoras de estos sorteos los que se utilizan en la bolita. La gran diferencia entre los juegos legales versus la bolita radica principalmente en lo más importante: el monto del premio. Aunque también está el hecho de que el Estado no lo ha reconocido como un juego lícito.

El inspector José Juan García, director del Negociado de Drogas, Armas Ilegales y Control del Vicio, explicó a Primera Hora que mientras el Pega 3 paga $500 por cada dólar jugado, la bolita paga entre $600 y $700. Por el juego del Pega 4, Hacienda otorga $5,000 y la bolita $6,000.

Pero, la Lotería Tradicional tampoco se salva, porque por los tres últimos dígitos del primer número ganador en los sorteos de los miércoles se paga $600 en el sorteo de la bolita.  “Sigue existiendo porque se le hace mucho más fácil a la persona cobrar el premio cuando sale su número. Te dan el premio cash, no tienen que llenar documentación ni pagar impuestos. No es otra cosa que un Pega 3 clandestino”, señaló el oficial.  En el caso de los juegos electrónicos, los ganadores tienen que aportar un 20% en impuestos.

García comparó el funcionamiento del juego de la bolita con la operación de un punto de drogas en cuanto a su jerarquía. “Si lo comparamos con el narcotráfico, está el dueño del punto que es el banquero en la bolita y el administrador que es como el runner que lleva droga, la recoge y lleva nueva para que el vendedor la siga vendiendo”, destacó el agente.

Usualmente, se trata de vendedores que tienen clientes fijos y que tienen “palabra”, sostuvo, pues la venta en ocasiones es simplemente verbal.

Para lograr una posible radicación de cargos – se trata de cargos menos grave- hay que ocuparle a la persona que se acusa tres elementos básicos de evidencia: el bolígrafo o lápiz, las listas y el dinero. El delito se puede convertir en uno grave con la ocupación del medio de transporte, aunque el caso tiene que ser debidamente consultado con un fiscal.

El viernes, agentes adscritos a la División de Drogas de Vega Baja allanaron la residencia de José L. Figueroa Méndez, el conductor que enfrenta juicio por atropellar a un ciclista el año pasado y darse a la fuga, donde se alega operaba una banca del juego ilegal de la bolita. En la residencia se ocupó dinero, drogas y lo que se presume son listas con los nombres de los clientes del juego de la bolita.

Al arrestado se le imputa causarle la muerte al ciclista Josué Ramos Ortiz, el 3 de noviembre del año pasado, tras impactarlo con su auto e irse a la fuga. Este se encuentra en libertad bajo fianza. El juicio se lleva a cabo en la sala de la jueza Heidi Kiess del Tribunal de Arecibo.