Iglesia Católica podría dejar de conceder licencias de matrimonio civil
El arzobispo de San Juan dijo no estar de acuerdo con la postura adoptada por el Gobierno sobre el matrimonio entre parejas homosexuales.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 9 años.
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La Iglesia Católica en Puerto Rico podría dejar de conceder licencias de matrimonio civil si el Circuito de apelaciones de Boston determinara que es inconstitucional el Artículo 68 del Código Civil, que prohíbe que dos personas del mismo sexo puedan casarse.
Así lo expresó este domingo el arzobispo de San Juan, Roberto González Nieves, al ser abordado por varios medios noticiosos sobre la determinación del gobierno de no defender la constitucionalidad del Artículo 68, anunciada el viernes pasado por el secretario del Departamento de Justicia, César Miranda.
“Quizás jurídicamente no podemos (hacer nada), pero hay otras decisiones que tendríamos que tomar. Aquí, por ejemplo, el casamiento por la Iglesia es al mismo tiempo un casamiento civil. Tendremos que preguntarnos si queremos continuar con ese arreglo”, afirmó González Nieves al reiterar que el estatus jurídico civil lo establece el Estado y no la Iglesia.
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“Hay países donde el matrimonio civil es una cosa y el matrimonio religioso es otra. Habría que repensar si queremos seguir prestando ese servicio al Estado. Ese es un servicio que se le presta al Estado y el Estado se economiza mucho dinero cuando reconoce que las iglesias pueden ejercer un matrimonio que sea reconocido por la Iglesia y por el Estado”, abundó.
Por ejemplo, mencionó que en Colombia, México y España el matrimonio religioso y el civil se realizan de manera separada. En Puerto Rico, sostuvo, las parejas heterosexuales y que son devotas de la Iglesia tienen la opción de obtener la licencia de matrimonio civil al realizar su boda religiosa. Lo anterior, indicó, “es una economía de proceso para el Estado”.
Asimismo, aseguró que los propios obispos en Puerto Rico tienen el poder para decidir si dejarán de emitir las licencias de matrimonio civil, acción para la que no necesitan permiso del Vaticano, según señaló.
“Nosotros administramos el sacramento del matrimonio, y eso no cambiará jamás. El Estado tiene poderes suyos propios que no interfieren con la Iglesia y tampoco pueden imponer que la Iglesia o las iglesias administren un tal llamado matrimonio entre personas del mismo género. No es competencia del Estado definir cuestiones doctrinales de las iglesias”, puntualizó el líder de la Diócesis de San Juan, tras oficiar una misa en la que bendijo a una decena de embarazadas y en la que destacó sobre el rol importante de la mujer en la familia.
Aunque dijo no estar de acuerdo con la postura adoptada por el gobierno de Alejandro García Padilla sobre el matrimonio entre parejas homosexuales, subrayó, sin embargo, que debe imperar el respeto ante las diferencias de criterio.
“Respetamos sus decisiones, estamos en desacuerdo. En el mundo de hoy es importante conversar, dialogar serenamente, y de ser posible, buscar consenso. Si no hay consenso, hay que respetarse”, expresó el religioso.
El anuncio realizado por el secretario de Justicia, el viernes, se produjo al vencerse el plazo que tenía el gobierno de Puerto Rico para presentar su argumentación escrita como parte del proceso de apelación de un caso federal interpuesto por cinco parejas homosexuales que solicitan que se validen en la Isla sus derechos como matrimonios.
Tras la noticia, González Nieves lamentó la decisión en declaraciones escritas al sostener que “la postura del gobernador de no defender la legislación actual que solo permite la validez y el reconocimiento del matrimonio hombre y mujer es muy lamentable y desconcertante. Nos llena de tristeza”.
“Queremos una sociedad que acoja, acompañe, ame y proteja los legítimos derechos de sus hijos e hijas homosexuales, lesbianas, bisexuales, transexuales y transgénero. Queremos una sociedad que ore por ellos y ellas y que condene y erradique los crímenes de odio. Por eso pedimos igualdad, respeto y tolerancia. Sin embargo, esto no justifica que su unión sea análoga al matrimonio hombre y mujer, única unión capaz de transmitir vida y que refleja el designio del creador. El Estado tiene que resolver este reclamo de otra manera”, manifestó entonces.