Los obispos de San Juan, Ponce, Caguas y Fajardo-Humacao informaron, mediante un comunicado de prensa, su decisión de cancelar todas las actividades de la iglesia católica, en obediencia a la Orden Ejecutiva #023 emitida ayer por el gobierno de Puerto Rico como medida para disminuir el contagio del COVID-19.

“Las celebraciones eucarísticas se realizarán privadamente por el sacerdote, y los feligreses podrán participar activamente de manera remota, es decir virtualmente. Desde hoy, III Domingo de Cuaresma, quedan suspendidas todas las celebraciones públicas de la Eucaristía con la participación de los fieles, también la dominical. Los sacerdotes han de celebrar diariamente la Misa ofrecida por todos los enfermos y por quienes los atienden. Todos los fieles quedan dispensados del precepto dominical mientras dure la grave crisis del coronavirus. Les invitamos a que reunidos en familia sigan la celebración de la Eucaristía por los medios de comunicación social”, explica el parte de prensa.

“Lamentamos vernos obligados a cerrar los templos por el bien común, le recordamos a cada familia la importancia de potenciar aún más su misión como iglesia doméstica. Les exhortamos a que en cada hogar se celebren momentos intensos de oración a través de la lectura orante de la Palabra, el rezo del santo rosario, el rezo del vía crucis, otras devociones y el disfrute de la convivencia familiar", agrega el comunicado.

En la información se detalla que la suspensión de actividades incluye: retiros, vía crucis, peregrinaciones, ensayos, conferencias, misiones, cursos, talleres, catequesis, reuniones parroquiales, de movimientos, así como cualquier evento que propicie la reunión de fieles en el mismo lugar.

En cuanto a las celebraciones de Semana Santa, se indicó que una vez concluya el periodo de aislamiento, el 30 de marzo, se emitirán nuevas directrices.

“Recordamos a todos los cristianos y cristianas que la Cuaresma es un tiempo oportuno para intensificar la oración. Pedimos al Señor, por la intercesión de Nuestra Señora Madre de la Divina Providencia, que de consuelo al que sufre, termine con esta pandemia, e infunda en todos nosotros y nosotras el bálsamo de su amor, paz y misericordia para que seamos librados de lo peor de esta enfermedad”, concluye el comunicado.