El siglo XV fue escenario de grandes sucesos y cambios. Uno de los más importantes fue la invención de la imprenta.

Aunque su creación se remonta al año 593 en China, se ha reconocido al alemán Johannes Gütemberg como su inventor.

La imprenta llegó al continente americano en 1540, inicialmente por México. Sin embargo, no fue hasta 1806, sobre 260 años más tarde, que la imprenta llegó a Puerto Rico. Este es un dato muy curioso, ya que la imprenta arribó a la vecina isla de Cuba en la década de 1720, casi un siglo antes que a Puerto Rico.

Existen varias teorías acerca de las circunstancias en que fue traída la imprenta. La más aceptada le atribuye a un conocido impresor de apellido De la Rue la introducción accidental de la imprenta a nuestra isla. Según esta teoría, De la Rue iba de camino a los Estados Unidos con una prensa en mal estado.

Al parecer, el barco en que viajaba hizo escala en San Juan, propiciando que el gobernador Toribio Montes hiciera los arreglos para adquirirla.

Así, en 1806 se comenzaron a imprimir los primeros documentos de nuestra historia. El primer impreso conocido se tituló  Ocios de la Juventud, publicado por Juan Rodríguez Calderón en 1806. 

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Se conocen, además, dos raros impresos del 1807: la Novena del Glorioso Precursor de Cristo San Juan Bautista y Tarifas o Regulación de Precios de la Real Botica de la Plaza Militar de San Juan.

Esta imprenta era para el uso exclusivo del Gobierno, por lo que se empleaba en la publicación de documentos oficiales, como edictos y circulares. 

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Por otra parte, se utilizó también para imprimir el primer periódico de la Isla, la Gaceta Oficial del Gobierno de Puerto Rico, en donde se publicaban los anuncios más importantes del Gobierno. Entre estos se encontraban nuevas leyes y reglamentos, informes de la Real Hacienda, el sorteo de la Real Lotería, los itinerarios de los barcos, las multas impuestas a los ciudadanos y las noticias políticas de Europa.

La imprenta permaneció solo en San Juan por muchos años, y operó conjuntamente con la Imprenta Nacional, una prensa privada que arribó después. La imprenta llegó a Ponce en la década de 1830 y a Mayagüez, en 1848. La introducción de este invento facilitó la difusión de información sobre los sucesos que afectaban al país. Además, con el tiempo, le abrió paso a la expresión cultural e intelectual de los puertorriqueños.

Lotería

La llegada de la imprenta a la Isla también significó el principio de la lotería. Según el historiador Lidio Cruz Monclova, el primer sorteo de la lotería se llevó a cabo en la plaza mayor de San Juan, el  1 de septiembre de 1814, a las 4:00 de la tarde. En esa ocasión, el sorteo contó con la entrada de 10,000 números, adjudicándose 74 premios en total.

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Para los puertorriqueños de la época, la lotería representaba una forma divertida y lucrativa de participar en la revitalización de la economía local. Con la compra de boletos por parte de la población, el Gobierno aseguraba la entrada de nuevos fondos al Tesoro Insular. De esta forma, se podían alojar recursos para pagar muchos de los gastos de la administración de la colonia.

La lotería provincial funcionó desde el 1814 hasta mediados de 1898, cuando la Guerra Hispanoamericana y el cambio de soberanía causaron que se suspendieran los sorteos. Sin embargo, en 1934 se reanudó la operación de la lotería más antigua de América. Hoy día, debido a la proliferación de otros sorteos electrónicos, esta institución puertorriqueña es conocida como la lotería tradicional de Puerto Rico.